Aníbal Ibarra y Susana Rinaldi participaron del “Desayuno por la Igualdad de Género”, junto a la diputada María Elena Naddeo y candidatas y militantes del Frente Pogresista Popular. El encuentro, que convocó a mujeres de la política, referentes sociales, feministas y trabajadoras, fue organizado por las mujeres del Frente Progresista Popular, y se realizó esta mañana en el Museo Evita.
La anfitriona fue María Elena Naddeo, legisladora del partido, y estuvo acompañada por todas candidatas mujeres a legisladoras para el próximo domingo, entre ellas Gladys Miño, militante con una histórica trayectoria social en el sur de la ciudad.
Naddeo recordó que "mucho hemos logrado, sin embargo la igualdad entre los géneros todavía es una asignatura pendiente". En ese sentido, dijo que "vamos a pedirle a Filmus la creación de un Ministerio de la Igualdad, para defender los derechos de las mujeres".
Susana Rinaldi, segunda candidata a legisladora por el ibarrismo, se refirió a la discriminación existente hacia las mujeres, tanto en el ambiente artístico como político. “Voy a defender la educación, porque es el eje desde el cual se instala la conciencia ciudadana sobre la igualdad de género. En política, pareciera que las mujeres tuviéramos que agradecer e inclinarnos ante los compañeros por incluirnos en las listas, pero ellos son iguales a nosotras, y si accedemos a posiciones de poder, es porque nos las ganamos”, enfatizó, y añadió que “hoy, como mujer, siento la obligación de acompañar a Anibal Ibarra, Daniel Filmus y Carlos Tomada en este momento histórico del país, que nos tiene como protagonistas, con la presidenta Cristina Fernández a la cabeza”.
Aníbal Ibarra afirmó que “tenemos que erradicar el machismo que existe en la sociedad, ya que de ahí derivan las cuestiones de poder en las relaciones familiares, sociales y políticas, basadas en un criterio de posesión del varón sobre las mujeres”.
El actual legislador y candidato por el FPP manifestó que existe “un miedo a discutir sobre la violencia hacia las mujeres y, por no dar este debate, se atropellan sus derechos. Un claro ejemplo es la penalización del aborto: está “legalizado” para quienes pueden pagarlo, y las que sufren las consecuencias de la ilegalidad son las que menos tienen. Esto es una hipocresía de nuestra sociedad, y el cambio no pasa sólo por una ley, sino por una transformación cultural y por una reflexión acerca de qué hacemos para vencer estos prejuicios, también desde el trato cotidiano y el lenguaje”.
La anfitriona fue María Elena Naddeo, legisladora del partido, y estuvo acompañada por todas candidatas mujeres a legisladoras para el próximo domingo, entre ellas Gladys Miño, militante con una histórica trayectoria social en el sur de la ciudad.
Naddeo recordó que "mucho hemos logrado, sin embargo la igualdad entre los géneros todavía es una asignatura pendiente". En ese sentido, dijo que "vamos a pedirle a Filmus la creación de un Ministerio de la Igualdad, para defender los derechos de las mujeres".
Susana Rinaldi, segunda candidata a legisladora por el ibarrismo, se refirió a la discriminación existente hacia las mujeres, tanto en el ambiente artístico como político. “Voy a defender la educación, porque es el eje desde el cual se instala la conciencia ciudadana sobre la igualdad de género. En política, pareciera que las mujeres tuviéramos que agradecer e inclinarnos ante los compañeros por incluirnos en las listas, pero ellos son iguales a nosotras, y si accedemos a posiciones de poder, es porque nos las ganamos”, enfatizó, y añadió que “hoy, como mujer, siento la obligación de acompañar a Anibal Ibarra, Daniel Filmus y Carlos Tomada en este momento histórico del país, que nos tiene como protagonistas, con la presidenta Cristina Fernández a la cabeza”.
Aníbal Ibarra afirmó que “tenemos que erradicar el machismo que existe en la sociedad, ya que de ahí derivan las cuestiones de poder en las relaciones familiares, sociales y políticas, basadas en un criterio de posesión del varón sobre las mujeres”.
El actual legislador y candidato por el FPP manifestó que existe “un miedo a discutir sobre la violencia hacia las mujeres y, por no dar este debate, se atropellan sus derechos. Un claro ejemplo es la penalización del aborto: está “legalizado” para quienes pueden pagarlo, y las que sufren las consecuencias de la ilegalidad son las que menos tienen. Esto es una hipocresía de nuestra sociedad, y el cambio no pasa sólo por una ley, sino por una transformación cultural y por una reflexión acerca de qué hacemos para vencer estos prejuicios, también desde el trato cotidiano y el lenguaje”.
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