(El Día). Intendentes del radicalismo comenzaron a admitir que cambiarán de estrategia para las elecciones de octubre. Y en busca de retener sus distritos, algunos de ellos adelantaron que se inclinarán por "municipalizar" la campaña electoral en un intento por evitar ser arrastrados por una posible floja performance de los candidatos nacionales y provinciales de Udeso.
La idea de concentrarse en una campaña local, adelantada por este diario, comenzó a ser analizada en varios distritos donde alcaldes de la UCR fueron derrotados por el kirchnerismo en las primarias del domingo 14. La premisa pasa por despegarse del resto de la boleta de Udeso y hacer un trabajo proselitista focalizado estrictamente en la gestión municipal.
Uno de los intendentes que admitió esta situación es Mario Meoni. El jefe comunal de Junín fue el candidato más votado en su distrito, pero en términos globales, cayó derrotado por la sumatoria de votos de todos los candidatos locales del kirchnerismo.
"Será bastante difícil revertir el resultado de la elección nacional", reconoció Meoni, quien añadió que "en general los candidatos de Udeso en los distintos distritos de la Provincia eran bastante más competitivos por lo que decían las encuestas".
Así, el alcalde apuntó que los candidatos nacionales y provinciales de Udeso terminaron empujando "hacia abajo" a los intendentes.
"No es algo extraño que eso suceda y más teniendo en cuenta el resultado de la última elección donde parece bastante difícil revertir el resultado de la elección nacional", indicó el jefe comunal en relación a la estrategia "localista" de los jefes comunales radicales.
Otro de los que admitió que fue perjudicado por los candidatos nacionales y provinciales fue el intendente de Benito Juárez, Pedro Gamaleri, quien quedó 500 votos abajo de su competidor, el kirchnerista Julio Marini.
"De Narváez en el medio de la boleta influyó bastante", señaló el alcalde, quien agregó que "fue perjudicial para los dos bandos, tanto para los radicales como para los denarvaístas. Y el fenómeno no solamente se dio acá".
De todas formas, se mostró esperanzado en revertir la situación. "La mayoría de la gente no mete la boleta completa, por ahí se inclina más por el proyecto político local", señaló.
En tanto, en Saladillo, el intendente Carlos Gorosito fue uno de los pocos radicales que pudo sortear el vendaval K. Si bien dijo que "vamos a seguir acompañando" el acuerdo que selló el radicalismo a nivel provincial, afirmó que "vamos a difundir nuestras propuestas locales; en el cuarto oscuro el ciudadano es más inteligente que los políticos y sabrá qué elegir".
En ese sentido, Gorosito fue más allá y aseguró que "el candidato a gobernador (Francisco de Narváez) deberá hacer su esfuerzo para convencer a la ciudadanía".
La decisión de varios de los intendentes es jugar con la "boleta corta", es decir, desentenderse de la suerte de Ricardo Alfonsín y De Narváez, ya que sostienen que muy difícilmente Cristina Kirchner y Daniel Scioli vayan a obtener en octubre un caudal de votos menor al que cosecharon en las primarias.
La idea de concentrarse en una campaña local, adelantada por este diario, comenzó a ser analizada en varios distritos donde alcaldes de la UCR fueron derrotados por el kirchnerismo en las primarias del domingo 14. La premisa pasa por despegarse del resto de la boleta de Udeso y hacer un trabajo proselitista focalizado estrictamente en la gestión municipal.
Uno de los intendentes que admitió esta situación es Mario Meoni. El jefe comunal de Junín fue el candidato más votado en su distrito, pero en términos globales, cayó derrotado por la sumatoria de votos de todos los candidatos locales del kirchnerismo.
"Será bastante difícil revertir el resultado de la elección nacional", reconoció Meoni, quien añadió que "en general los candidatos de Udeso en los distintos distritos de la Provincia eran bastante más competitivos por lo que decían las encuestas".
Así, el alcalde apuntó que los candidatos nacionales y provinciales de Udeso terminaron empujando "hacia abajo" a los intendentes.
"No es algo extraño que eso suceda y más teniendo en cuenta el resultado de la última elección donde parece bastante difícil revertir el resultado de la elección nacional", indicó el jefe comunal en relación a la estrategia "localista" de los jefes comunales radicales.
Otro de los que admitió que fue perjudicado por los candidatos nacionales y provinciales fue el intendente de Benito Juárez, Pedro Gamaleri, quien quedó 500 votos abajo de su competidor, el kirchnerista Julio Marini.
"De Narváez en el medio de la boleta influyó bastante", señaló el alcalde, quien agregó que "fue perjudicial para los dos bandos, tanto para los radicales como para los denarvaístas. Y el fenómeno no solamente se dio acá".
De todas formas, se mostró esperanzado en revertir la situación. "La mayoría de la gente no mete la boleta completa, por ahí se inclina más por el proyecto político local", señaló.
En tanto, en Saladillo, el intendente Carlos Gorosito fue uno de los pocos radicales que pudo sortear el vendaval K. Si bien dijo que "vamos a seguir acompañando" el acuerdo que selló el radicalismo a nivel provincial, afirmó que "vamos a difundir nuestras propuestas locales; en el cuarto oscuro el ciudadano es más inteligente que los políticos y sabrá qué elegir".
En ese sentido, Gorosito fue más allá y aseguró que "el candidato a gobernador (Francisco de Narváez) deberá hacer su esfuerzo para convencer a la ciudadanía".
La decisión de varios de los intendentes es jugar con la "boleta corta", es decir, desentenderse de la suerte de Ricardo Alfonsín y De Narváez, ya que sostienen que muy difícilmente Cristina Kirchner y Daniel Scioli vayan a obtener en octubre un caudal de votos menor al que cosecharon en las primarias.
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