(La Política OnLine) El candidato presidencial de UDESO había dicho ayer que era "imposible" ganar los comicios de octubre. Su aliado bonaerense, Francisco De Narváez, se mostró enfurecido y, como si fuese su jefe político, anticipó por radio un tirón de orejas: "Ya voy a hablar con él". Minutos más tarde, Alfonsín declaró que seguirá peleando "para ganar las elecciones".
La relación entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez es llamativa desde todo punto de vista. Porque además de las diferencias ideológicas y partidarias, la función que cumple cada uno en su alianza electoral parece estar invertida: el empresario colombiano se muestra como el líder y el radical como si estuviese bajo sus órdenes.
"Si no ganamos, cosa bastante improbable, sino imposible, el objetivo es quedar como la principal fuerza de la oposición", declaró ayer el postulante de la UCR en una entrevista y generó un nuevo reto de De Narváez. El Colorado se mostró enfurecido esta mañana y en una entrevista radial adelantó, como si estuviese hablando de un niño a su cargo, el tirón de orejas que le daría a su aliado: "Ya voy a hablar con él".
"Me disgusta su comentario. Voy a hablar con el doctor Alfonsín, porque no hay pelea que se pierda antes de darla", declaró. Y sus palabras fueron un adelanto de lo que sucedería algunas horas más tarde. Es que Alfonsín finalmente se desdijo y aseguró que continuará peleando para ganas las elecciones de octubre.
"Voy a seguir peleando para ganar las elecciones, lo que pasa es que es difícil, pero no imposible. Es improbable. Nosotros vamos a trabajar para ganar. Francisco lo sabe muy bien. Soy un político y voy a trabajar por mis propuestas, por mis convicciones, sin cambiarlas", manifestó, tras el reto público.
Sin embargo, continuó con su discurso derrotista y su estrategia para intentar sumar bancas en el Congreso: "Si no me toca ganar, y no puedo revertir las diferencias, quiero que la UCR sea el principal partido de oposición y el que pueda equilibrar ante eventuales intentos hegemónicos", explicó.
No es la primera imposición de De Narváez. También maneja su campaña a través del equipo de marketing y publicidad -que él mismo paga-, integrado por Carlos Baccetti, Martín Waintrub y J.J. Rendón, un consultor venezolano que asesoró al ex presidente de Colombia Álvaro Uribe y a su sucesor Juan Manuel Santos, así como al hondureño Porfirio Lobo.
Esta semana, de hecho, ese trío les mostrará al equipo de campaña de la UCR los esbozos de los próximos spots con los que esperan revertir el pesimismo que impone Alfonsín.
La relación entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez es llamativa desde todo punto de vista. Porque además de las diferencias ideológicas y partidarias, la función que cumple cada uno en su alianza electoral parece estar invertida: el empresario colombiano se muestra como el líder y el radical como si estuviese bajo sus órdenes.
"Si no ganamos, cosa bastante improbable, sino imposible, el objetivo es quedar como la principal fuerza de la oposición", declaró ayer el postulante de la UCR en una entrevista y generó un nuevo reto de De Narváez. El Colorado se mostró enfurecido esta mañana y en una entrevista radial adelantó, como si estuviese hablando de un niño a su cargo, el tirón de orejas que le daría a su aliado: "Ya voy a hablar con él".
"Me disgusta su comentario. Voy a hablar con el doctor Alfonsín, porque no hay pelea que se pierda antes de darla", declaró. Y sus palabras fueron un adelanto de lo que sucedería algunas horas más tarde. Es que Alfonsín finalmente se desdijo y aseguró que continuará peleando para ganas las elecciones de octubre.
"Voy a seguir peleando para ganar las elecciones, lo que pasa es que es difícil, pero no imposible. Es improbable. Nosotros vamos a trabajar para ganar. Francisco lo sabe muy bien. Soy un político y voy a trabajar por mis propuestas, por mis convicciones, sin cambiarlas", manifestó, tras el reto público.
Sin embargo, continuó con su discurso derrotista y su estrategia para intentar sumar bancas en el Congreso: "Si no me toca ganar, y no puedo revertir las diferencias, quiero que la UCR sea el principal partido de oposición y el que pueda equilibrar ante eventuales intentos hegemónicos", explicó.
No es la primera imposición de De Narváez. También maneja su campaña a través del equipo de marketing y publicidad -que él mismo paga-, integrado por Carlos Baccetti, Martín Waintrub y J.J. Rendón, un consultor venezolano que asesoró al ex presidente de Colombia Álvaro Uribe y a su sucesor Juan Manuel Santos, así como al hondureño Porfirio Lobo.
Esta semana, de hecho, ese trío les mostrará al equipo de campaña de la UCR los esbozos de los próximos spots con los que esperan revertir el pesimismo que impone Alfonsín.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario