Está siendo demolida, la casa que en 1968 Clorindo Testa proyectó para Guido Di Tella, de una superficie de 838,8 m2, en el Barrio de Belgrano y que se terminó de construir en 1970.
Es un símbolo de la arquitectura moderna y los repetidos intentos de organizaciones vecinales por preservar el inmueble, no surtieron efecto.
Construida en Arribeños 1300, en la época de oro del Instituto Di Tella, en cuyo Centro de Artes Visuales descollaban los diseños de Testa, la casa del ingeniero y economista que luego sería ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Carlos Menem.
Esta casa es uno de los últimos ejemplos de arquitectura brutalista –caracterizada por el uso de grandes bloques de hormigón crudo– que quedan en la ciudad sin demoler o alterar.
En 2008, la entonces diputada Teresa de Anchorena había presentado un proyecto de ley para catalogar la vivienda, alertando sobre la falta de protección de edificios modernos de alto valor patrimonial, pero la iniciativa perdió estado parlamentario sin que llegara a tratarse y este año, el legislador porteño Patricio Di Stéfano propuso “la catalogación de un conjunto de edificios próximos a la Abadía de San Benito, que incluyen ejemplos de variadas corrientes estilísticas”, entre los cuales estaba la casa Di Tella.
De todos modos, la vivienda en la que vivió el ex canciller e hijo del industrial Torcuato Di Tella, no se encuentra dentro del catálogo preventivo del patrimonio de la Ciudad.
Hace unos días, apareció un cartel de anunciando la “demolición total”.
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