La diabetes tipo1 es la enfermedad endocrinológica mas frecuente en pediatría, y en el 50% de los casos se diagnostica en personas menores de 18 años.
En pediatría se han involucrado múltiples factores en el desencadenamiento de la enfermedad, tales como agentes infecciosos, como por ejemplo rubéola congénita; toxinas ambientales; alimentos (leche de vaca, gluten, carencia de vitamina D); stress físico o psíquico, por mencionar sólo algunos ejemplos.
El aumento acelerado de peso y a la insulinorresistencia secundaria a la obesidad pueden ser factores favorecedores de la aceleración del proceso autoinmune.
La diabetes tipo 1, registra dos picos de edad de comienzo, uno que va de los 10 a 12 años, y algo menor en edades de 5 a 6 años.
Especialistas en diabetes pediátrica han constatado que sólo el 10% de los niños tiene antecedentes familiares.
En cuanto a heredar la enfermedad, entre el 1 y el 3% son diabéticos si su madre lo es, 6% si es el padre, 4% si es un hermano y 36% si ese hermano es gemelo univitelino.
La mayoría de los niños presentan síntomas que deben hacer sospechar diabetes mellitus, por lo que es importante la detección precoz de la diabetes 1 con el fin de hacer un seguimiento ambulatorio regular y sistematizado, indispensable para una correcta evolución y para optimizar el control metabólico y disminuir el riesgo de complicaciones agudas y crónicas.
El mismo debe estar a cargo de un equipo multidisciplinario integrado por un pediatra especializado en diabetes, enfermeros, nutricionistas, psicólogos y asistente social., entre otros.
También el personal de la escuela debe tener los conocimientos necesarios para reconocer los episodios de hipoglucemia y actuar en concordancia, ya que el colegio es el ámbito social por excelencia del niño.
En pediatría se han involucrado múltiples factores en el desencadenamiento de la enfermedad, tales como agentes infecciosos, como por ejemplo rubéola congénita; toxinas ambientales; alimentos (leche de vaca, gluten, carencia de vitamina D); stress físico o psíquico, por mencionar sólo algunos ejemplos.
El aumento acelerado de peso y a la insulinorresistencia secundaria a la obesidad pueden ser factores favorecedores de la aceleración del proceso autoinmune.
La diabetes tipo 1, registra dos picos de edad de comienzo, uno que va de los 10 a 12 años, y algo menor en edades de 5 a 6 años.
Especialistas en diabetes pediátrica han constatado que sólo el 10% de los niños tiene antecedentes familiares.
En cuanto a heredar la enfermedad, entre el 1 y el 3% son diabéticos si su madre lo es, 6% si es el padre, 4% si es un hermano y 36% si ese hermano es gemelo univitelino.
La mayoría de los niños presentan síntomas que deben hacer sospechar diabetes mellitus, por lo que es importante la detección precoz de la diabetes 1 con el fin de hacer un seguimiento ambulatorio regular y sistematizado, indispensable para una correcta evolución y para optimizar el control metabólico y disminuir el riesgo de complicaciones agudas y crónicas.
El mismo debe estar a cargo de un equipo multidisciplinario integrado por un pediatra especializado en diabetes, enfermeros, nutricionistas, psicólogos y asistente social., entre otros.
También el personal de la escuela debe tener los conocimientos necesarios para reconocer los episodios de hipoglucemia y actuar en concordancia, ya que el colegio es el ámbito social por excelencia del niño.
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