El 14 de agosto se llevó a cabo en la UNGS la presentación de un proyecto de ley para crear un espacio de la memoria dentro de Campo de Mayo, donde funcionó un centro clandestino durante la última dictadura. Impulsado por la UNGS , la Comisión Campo de Mayo y organizaciones locales de derechos humanos, la presentación de esta iniciativa en la Cámara baja la realiza el diputado nacional Carlos Junio (Frente Nuevo Encuentro), quien estuvo presente en el encuentro. El acto contó también con la participación de Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora; la secretaria académica de la UNGS , Gabriela Dicker, y Francisco Suárez, investigador docente del Instituto del Conurbano de la Universidad. La reunión, realizada en el campus de Polvorines, contó con un centenar de entusiastas asistentes.
Carlos Junio explicó que el proyecto consiste en la creación de un centro para la memoria, con la peculiaridad de que su ubicación física estaría dentro de la guarnición militar. Coexistiendo con las Fuerzas Armadas. “La función de ese centro va a ser la de defender la memoria, la de fundamentarla con todo tipo de actividades, recoger documentos, testimonios, tener colección de libros, películas. Que se transforme en un lugar fluido donde fundamentalmente las nuevas generaciones tomen conciencia en plenitud de lo que fue la represión, los desaparecidos, que hay 30 mil, y los desaparecidos de acá. En fin, es defender la memoria en un lugar tan emblemático como es Campo de Mayo”. El diputado nacional reconoció la importancia de que en la gestación del proyecto hayan participado alrededor de cien organizaciones sociales, y destacó el acompañamiento de la UNGS.
Por su parte la secretaria académica, Gabriela Diker, hizo referencia a las responsabilidades que la Universidad asume para con la comunidad. “Además de reconocer y escuchar lo que las organizaciones ya venían haciendo, la UNGS desarrolló un proyecto y de esta forma puso a disposición su experiencia y lo saberes propios, esto es la formación y la investigación; también ofreció un espacio para poner en diálogo estos saberes, con los saberes producidos por los militantes y las organizaciones, y puso a disposición una voluntad política. Finalmente, cerrando el círculo de lo que creemos que debe hacer una universidad pública, la UNGS acompaña una iniciativa legislativa, que esperamos pueda volver realidad un sueño”. Diker enfatizó por último que no se trata de cualquier proyecto, sino de una iniciativa que tiene como propósito central la preservación, el resguardo y la trasmisión de la memoria y si algún sentido tiene una universidad es justamente la trasmisión de la memoria.”
Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de mayo, afirmó “que esta lucha es de todos los días porque este país suele olvidar de todo los que hemos vivido de horror, y estas cosas ayudan a no perder la memoria. Además ayuda a seguir peleando por la verdad. Todavía faltan abrir los archivos, esto va a ayudar a abrir esos archivos. Y va a llevar adelante con esa verdad y esa justicia que queremos que sea total”.
El aula donde se realizó la presentación quedó chico ante tantos espectadores interesados. Pero esto no contrarió los ánimos, por el contrario, se habló más fuerte y se sacaron parlantes a los pasillos para que todos los presentes puedan oír. En ese clima de entusiasmo, el encuentro culminó con un pedido por parte de los oradores de difundir este proyecto de ley. El cierre fue entre aplausos, abrazos, al grito de “30 mil compañeros desaparecidos. Presentes. Ahora y siempre”.
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