BUENOS AIRES, Setiembre 15, (PUNTO CERO) Lo dijo Silvina Gvirtz, que es Dr. en Educación y dirige la Escuela de Educación de la Universidad San Andrés. Experta en el tema, cree que “hay que democratizar la educación” y que “el secundario debe ser obligatorio”.
“Creo que hoy mejoraron muchas cosas y los maestros podemos festejar el día. Lógico que siempre falta mejorar, pero incluso en las peores condiciones siempre los padres y chicos nos ayudaron a festejar”, consideró Gvirtz en el Día del Maestro, cuando dialogó con el programa “Región Norte”, de lunes a viernes por FM Simphony 91.3.
“La desigualdad es el gran problema educativo, y eso no se mejora en 4 o 5 años. Aun el presupuesto no es suficiente para la cantidad de cosas que hay que hacer. Y hay muchas cosas por hacer, hay que invertir bien y democratizar la educación”, agregó Gvirtz.
La entrevistada es profesora invitada de diversas Universidades de América Latina para dar Seminarios de Doctorado. “La nueva Ley debe dar la oportunidad de que padres, alumnos y maestros puedan participar realmente de la vida escolar con sus testimonios y experiencias, trabajando en equipo. Hoy, muchas escuelas sufren directocracia, donde los directores hacen y deshacen acorde a su parecer”, apuntó.
Consultada si el secundario debe ser obligatorio, Gvirtz no duda: “Sí debe serlo porque hoy estamos en sociedades en conocimiento, donde el valor agregado es fundamental para insertarse en una sociedad donde permanentemente hay que aprender cosas nuevas, y ahí, el chico que no termino el secundario tiene muchas desventajas. Escuché voces críticas al respecto de hacerlo obligatorio, y es realmente preocupante. Esos sectores, sólo quieren la desigualdad educativa. También es necesario que las escuelas tengan funcionamiento de tiempo completo. Que de acá a 20 años todas las escuelas argentinas funcionen todo el día, y no sólo cuatro horas”.
Sobre la nueva Ley de Educación, Gvirtz cree que “ahora es momento de ver el ante proyecto. La sociedad ya se expresó sobre el documento que difundió el Gobierno, y ahora hay que decidir si éste documento marca diferencias sobre la vieja Ley y generará los cambios necesarios para que la Ley transforme a una educación de todos, que dure en el tiempo y sin buscar protagonismos políticos”. (PUNTO CERO).
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