BUENOS AIRES, Setiembre 19, (PUNTO CERO- www.nuestrohacer.com.ar) El cumplimiento de leyes existentes brindaría igualdad de derechos a un sector de la población que, como todos, tiene familia, necesidades y sueños.
El acceso a un trabajo digno es una cuestión problemática para muchos marplatenses. En el caso de personas que tienen algún tipo de discapacidad, el tema es aún más complejo, dado que habitualmente deben sortear una amplia gama de trabas. Desde las barreras arquitectónicas, pasando por algunas necesidades especiales, la directa discriminación o una amplia serie de excusas, la realidad es que muchos están desocupados o subocupados.
En tanto, la mayoría de aquellos que tienen una ocupación que les da un rédito económico, es a través de microemprendimientos desarrollados con ideas propias. En muchos casos estas iniciativas se concretan gracias a una gran fuerza de voluntad de estas personas y también al funcionamiento de una red de contención -conformada por instituciones de rehabilitación y ONG - que además de ser fundamental a la hora de los tratamientos terapéuticos, cumple una función central en el dictado y la gestión de cursos de capacitación con salida laboral adecuada no solo a las posibilidades, sino también a los gustos de las personas.
En ese marco un excelente ejemplo es el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps) que cuenta con un Servicio de Rehabilitación Profesional, en el que un grupo de profesionales se aboca a "explotar el nivel de competencia alcanzado por los pacientes en el mercado de trabajo, a través de técnicas de información".
Asimismo, el servicio hace hincapié en el desarrollo de habilidades, destrezas, hábitos y conductas pre laborales y laborales, de los pacientes-alumnos.
El objetivo fundamental es colaborar para que la persona con discapacidad pueda acceder al mercado de trabajo.
Este anhelo de muchos encuentra trabas desde el punto de vista de las barreras arquitectónicas y la falta de accesibilidad a los medios de transporte público de pasajeros.
"La inmovilidad o lentitud en la ejecución de estos ítems y la desocupación o falta de acceso al mercado formal del trabajo obstaculizan e interfieren en las expectativas personales de los pacientes y profesionales en el cumplimiento de los fines y objetivos del servicio" reconoció la terapista ocupacional María Gabriela Chialva, una de las responsables del servicio. De todas formas, no bajan los brazos.
Para ampliar el espectro de posibilidades a brindar, el servicio del Inareps suscribió un convenio con el centro de estudios local de la Universidad Tecnológica Nacional, que ha otorgado al centro de rehabilitación 16 becas de capacitación en informática y 28 para capacitaciones en el área textil, que están aprovechando gran cantidad de pacientes.
Asimismo, a través de la invitación de la entidad Jóvenes Solidarios, participaron en la Feria de Microemprendedores que se realizó en Mar del Plata el fin de semana largo del 9 de julio, a la que se sumaron varios de los asistentes a este programa del Inareps.
La pata más débil, por ahora, es la que tiene que ver con la responsabilidad social empresaria, la toma de conciencia general y lograr que la comunidad se involucre en el tema. En Mar del Plata son escasas las firmas que contratan personas con alguna discapacidad. De todas formas, quienes trabajan en el tema, siempre con actitud positiva, reconocen que aunque aún falta mucho por hacer, "hemos mejorado bastante".
Números para analizar
Según datos de la Encuesta Nacional de personas con Discapacidad (ENDI) en Argentina, más de 2,2 millones de personas presentan algún tipo de discapacidad, ya sea física, psíquica, mental o sensorial.
* La plena integración social y laboral de estas personas es un objeto comunitario de primer orden.
* El 44% de la población con discapacidad son jefes/as de hogar lo que significa que llevan sobre sus hombros la manutención de una familia en difíciles condiciones.
* Sólo el 25% de la población con discapacidad, mayor de 14 años, está ocupada. Mientras que el 68% figura inactiva y el 4,7 desocupada.
* Sólo un 14,6 de las personas con discapacidad cuenta con certificado de discapacidad, lo cual priva al 85% de esta población a acceder a los beneficios por padecer tal problemática.
* El 70% de las personas con discapacidad ocupadas no tienen aportes jubilatorios.
* El 38,4% de las personas con discapacidad no tiene ninguna cobertura de salud.
Reflexión
Existe en nuestro país legislación que indica que las empresas deberían tener un 4% de empleados con algún tipo de discapacidad. Asimismo hay leyes que facilitan y otorgan beneficios fiscales importantes que van del 50% para los aportes de ingresos brutos como también un descuento de hasta el 70% de las ganancias para aquel empleador que contrate un discapacitado. En este contexto, la pregunta es ¿Por qué no se pueden insertar las personas con discapacidad?
"Tal vez la clave sea terminar con los prejuicios e incluir la figura del trabajador con discapacidad en el imaginario colectivo" consideran desde la entidad Jóvenes Solidarios, que entre otros temas colabora en programas que tienen que ver con la capacitación e integración de las personas discapacitadas en el mundo del trabajo.
En ese contexto indicaron que "es necesario promover políticas para la eliminación de barreras físicas, relacionadas con la accesibilidad y el transporte, que dificultan, y a veces impiden la formación, la capacitación, la inserción laboral y la autonomía de las personas con discapacidad".
Asimismo explican que "el movimiento asociativo de las personas con discapacidad ha de superar el actual aislamiento de sus organizaciones y aunar esfuerzos en su trabajo conjunto para conseguir los objetivos del colectivo. De esta manera se multiplicarán sus logros y se consolidarán como un interlocutor válido y con capacidad de negociación ante las administraciones".
El acceso a un trabajo digno es una cuestión problemática para muchos marplatenses. En el caso de personas que tienen algún tipo de discapacidad, el tema es aún más complejo, dado que habitualmente deben sortear una amplia gama de trabas. Desde las barreras arquitectónicas, pasando por algunas necesidades especiales, la directa discriminación o una amplia serie de excusas, la realidad es que muchos están desocupados o subocupados.
En tanto, la mayoría de aquellos que tienen una ocupación que les da un rédito económico, es a través de microemprendimientos desarrollados con ideas propias. En muchos casos estas iniciativas se concretan gracias a una gran fuerza de voluntad de estas personas y también al funcionamiento de una red de contención -conformada por instituciones de rehabilitación y ONG - que además de ser fundamental a la hora de los tratamientos terapéuticos, cumple una función central en el dictado y la gestión de cursos de capacitación con salida laboral adecuada no solo a las posibilidades, sino también a los gustos de las personas.
En ese marco un excelente ejemplo es el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps) que cuenta con un Servicio de Rehabilitación Profesional, en el que un grupo de profesionales se aboca a "explotar el nivel de competencia alcanzado por los pacientes en el mercado de trabajo, a través de técnicas de información".
Asimismo, el servicio hace hincapié en el desarrollo de habilidades, destrezas, hábitos y conductas pre laborales y laborales, de los pacientes-alumnos.
El objetivo fundamental es colaborar para que la persona con discapacidad pueda acceder al mercado de trabajo.
Este anhelo de muchos encuentra trabas desde el punto de vista de las barreras arquitectónicas y la falta de accesibilidad a los medios de transporte público de pasajeros.
"La inmovilidad o lentitud en la ejecución de estos ítems y la desocupación o falta de acceso al mercado formal del trabajo obstaculizan e interfieren en las expectativas personales de los pacientes y profesionales en el cumplimiento de los fines y objetivos del servicio" reconoció la terapista ocupacional María Gabriela Chialva, una de las responsables del servicio. De todas formas, no bajan los brazos.
Para ampliar el espectro de posibilidades a brindar, el servicio del Inareps suscribió un convenio con el centro de estudios local de la Universidad Tecnológica Nacional, que ha otorgado al centro de rehabilitación 16 becas de capacitación en informática y 28 para capacitaciones en el área textil, que están aprovechando gran cantidad de pacientes.
Asimismo, a través de la invitación de la entidad Jóvenes Solidarios, participaron en la Feria de Microemprendedores que se realizó en Mar del Plata el fin de semana largo del 9 de julio, a la que se sumaron varios de los asistentes a este programa del Inareps.
La pata más débil, por ahora, es la que tiene que ver con la responsabilidad social empresaria, la toma de conciencia general y lograr que la comunidad se involucre en el tema. En Mar del Plata son escasas las firmas que contratan personas con alguna discapacidad. De todas formas, quienes trabajan en el tema, siempre con actitud positiva, reconocen que aunque aún falta mucho por hacer, "hemos mejorado bastante".
Números para analizar
Según datos de la Encuesta Nacional de personas con Discapacidad (ENDI) en Argentina, más de 2,2 millones de personas presentan algún tipo de discapacidad, ya sea física, psíquica, mental o sensorial.
* La plena integración social y laboral de estas personas es un objeto comunitario de primer orden.
* El 44% de la población con discapacidad son jefes/as de hogar lo que significa que llevan sobre sus hombros la manutención de una familia en difíciles condiciones.
* Sólo el 25% de la población con discapacidad, mayor de 14 años, está ocupada. Mientras que el 68% figura inactiva y el 4,7 desocupada.
* Sólo un 14,6 de las personas con discapacidad cuenta con certificado de discapacidad, lo cual priva al 85% de esta población a acceder a los beneficios por padecer tal problemática.
* El 70% de las personas con discapacidad ocupadas no tienen aportes jubilatorios.
* El 38,4% de las personas con discapacidad no tiene ninguna cobertura de salud.
Reflexión
Existe en nuestro país legislación que indica que las empresas deberían tener un 4% de empleados con algún tipo de discapacidad. Asimismo hay leyes que facilitan y otorgan beneficios fiscales importantes que van del 50% para los aportes de ingresos brutos como también un descuento de hasta el 70% de las ganancias para aquel empleador que contrate un discapacitado. En este contexto, la pregunta es ¿Por qué no se pueden insertar las personas con discapacidad?
"Tal vez la clave sea terminar con los prejuicios e incluir la figura del trabajador con discapacidad en el imaginario colectivo" consideran desde la entidad Jóvenes Solidarios, que entre otros temas colabora en programas que tienen que ver con la capacitación e integración de las personas discapacitadas en el mundo del trabajo.
En ese contexto indicaron que "es necesario promover políticas para la eliminación de barreras físicas, relacionadas con la accesibilidad y el transporte, que dificultan, y a veces impiden la formación, la capacitación, la inserción laboral y la autonomía de las personas con discapacidad".
Asimismo explican que "el movimiento asociativo de las personas con discapacidad ha de superar el actual aislamiento de sus organizaciones y aunar esfuerzos en su trabajo conjunto para conseguir los objetivos del colectivo. De esta manera se multiplicarán sus logros y se consolidarán como un interlocutor válido y con capacidad de negociación ante las administraciones".
Según investigaciones de la entidad "hasta ahora los procesos de inserción laboral de las asociaciones plantean soluciones coyunturales para necesidades inmediatas. Hay que realizar un esfuerzo por crear procesos con una mayor visión global que aborden la inserción laboral con una orientación de políticas activas, en las que el objetivo no sea la capacitación temporal y específica para un determinado trabajo, sino que se asuma la inserción como un fin general desde que comienza el proceso de formación y de integración social para modificar de una vez por todas. (PUNTO CERO- www.nuestrohacer.com.ar).
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