SAN MARTIN, Setiembre 22, (PUNTO CERO-La política OnLine) El desconcierto político en la provincia de Buenos Aires crece a medida que pasan las horas y queda cada vez más claro que la falta de conducción política en el peronismo, sumada a la transversalidad impuesta por el kirchnerismo, ha generado un laberinto de alianzas que se cruzan y contradicen en los distintos niveles de candidaturas en juego.
Un claro ejemplo de esta realidad, que ha dado piedra libre al oportunismo, es el distrito de San Martín. Allí gobierno desde 1999 un radical conservador, el intendente Ricardo Ivoskus, que históricamente se mantuvo en la línea balbinista y cerca de Fernando de la Rúa, a quien acompañó a principios de los 80 cuando perdió la candidatura presidencial frente a Ricardo Alfonsín.
Luego, el destino compensaría su apuesta cuando volvió a acompañar a De la Rúa en la interna de la Alianza, en la que finalmente el radical derrotó a Graciela Fernández Meijide y se quedó con la candidatura y luego con el poder.
Fue así que en 1999 llegó la hora de Ivoskus y logró arrebatar la intendencia al peronismo que venía de mal en peor, con gestiones salpicadas de casos de corrupción y duros conflictos internos.
En su historia política, Ivoskus siempre contó con el respaldo de su mujer Lidia Naim, furiosa militante radical, hoy diputada nacional por el ARI. La cercana relación de ambos con De la Rúa les permitió gozar durante la presidencial del radical de jugosos ATN.
El primer y el segundo pase
Contradiciendo, o no, la tradición política antiperonista que signaba su perfil ideológico, en el 2003 y luego de la caída de la Alianza, Ivoskus se recicló de la mano de Lilita Carrió y obtuvo su reelección como intendente, esta vez con los colores del ARI.
Y este año, cuando todos pensaban que nuevamente iba a jugar la posibilidad de continuar en el cargo llevando en su boleta como presidenta a la diputada chaqueña, un nuevo salto lo ubico dentro del oficialismo.
Por eso esta vez Ivoskus sera candidato de la Concertación Plural y compartirá boleta con Cristina Kirchner y Daniel Scioli. O por lo menos eso es lo que parece.
Porque por otro lado, la Coalicion Cívica de Carrió que armo se estrategia en San Martín de la mano de sectores políticos de centroizquierda y dirigentes de organizaciones sociales, sugestivamente decidió sobre la hora bajar las listas que encabezaba como candidato a intendente Sergio Canzzoneta, un peronista de izquierda y ex secretario de Industria de Ivoskus.
La sorprendente movida trepó a lo más alto de la Coalición Cívica y causó un fuente entredicho entre la candidata a gobernador Margarita Stolbizer y la propia Carrió, quien tomó la decisión de bajar la lista.
"¿Cómo puede ser que no tengamos lista municipal en uno de los pocos distritos en los que tenemos chances de hacer una gran elección?", fue la razonable queja de la candidata a gobernadora.
La respuesta la tiene Ivoskus, quien habría garantizado a Carrió que más allá de compartir la boleta con Cristina Kirchner pondrá su aparato político en servicio de fiscalizar los votos de la líder del ARI, y hasta habría prometido –increíblemente- arrimarle votos a su candidatura.
Un claro ejemplo de esta realidad, que ha dado piedra libre al oportunismo, es el distrito de San Martín. Allí gobierno desde 1999 un radical conservador, el intendente Ricardo Ivoskus, que históricamente se mantuvo en la línea balbinista y cerca de Fernando de la Rúa, a quien acompañó a principios de los 80 cuando perdió la candidatura presidencial frente a Ricardo Alfonsín.
Luego, el destino compensaría su apuesta cuando volvió a acompañar a De la Rúa en la interna de la Alianza, en la que finalmente el radical derrotó a Graciela Fernández Meijide y se quedó con la candidatura y luego con el poder.
Fue así que en 1999 llegó la hora de Ivoskus y logró arrebatar la intendencia al peronismo que venía de mal en peor, con gestiones salpicadas de casos de corrupción y duros conflictos internos.
En su historia política, Ivoskus siempre contó con el respaldo de su mujer Lidia Naim, furiosa militante radical, hoy diputada nacional por el ARI. La cercana relación de ambos con De la Rúa les permitió gozar durante la presidencial del radical de jugosos ATN.
El primer y el segundo pase
Contradiciendo, o no, la tradición política antiperonista que signaba su perfil ideológico, en el 2003 y luego de la caída de la Alianza, Ivoskus se recicló de la mano de Lilita Carrió y obtuvo su reelección como intendente, esta vez con los colores del ARI.
Y este año, cuando todos pensaban que nuevamente iba a jugar la posibilidad de continuar en el cargo llevando en su boleta como presidenta a la diputada chaqueña, un nuevo salto lo ubico dentro del oficialismo.
Por eso esta vez Ivoskus sera candidato de la Concertación Plural y compartirá boleta con Cristina Kirchner y Daniel Scioli. O por lo menos eso es lo que parece.
Porque por otro lado, la Coalicion Cívica de Carrió que armo se estrategia en San Martín de la mano de sectores políticos de centroizquierda y dirigentes de organizaciones sociales, sugestivamente decidió sobre la hora bajar las listas que encabezaba como candidato a intendente Sergio Canzzoneta, un peronista de izquierda y ex secretario de Industria de Ivoskus.
La sorprendente movida trepó a lo más alto de la Coalición Cívica y causó un fuente entredicho entre la candidata a gobernador Margarita Stolbizer y la propia Carrió, quien tomó la decisión de bajar la lista.
"¿Cómo puede ser que no tengamos lista municipal en uno de los pocos distritos en los que tenemos chances de hacer una gran elección?", fue la razonable queja de la candidata a gobernadora.
La respuesta la tiene Ivoskus, quien habría garantizado a Carrió que más allá de compartir la boleta con Cristina Kirchner pondrá su aparato político en servicio de fiscalizar los votos de la líder del ARI, y hasta habría prometido –increíblemente- arrimarle votos a su candidatura.
En rigor, la posibilidad de que algunos candidatos a intendente que comparten la boleta con Cristina –y reciben el correspondiente respaldo en recursos de la Casa Rosada-, corten boleta a nivel provincial y nacional, es un fantasma que crece en el kirchnerismo por estas horas, cuando observan alarmados que el desprolijo cierre de listas que concretaron dejó demasiados enojos a flor de piel, sobre todo en la vieja estructura del duhaldismo. Pero ese, es tema de otra nota. (PUNTO CERO-La política OnLine).
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