AZUL, Setiembre 23, (PUNTO CERO-Infoazuldiario) Hay un rasgo de malhumor social que resulta indisimulable. ¿Se puede mensurar o en qué se sustenta la afirmación? Desde los medios hay una tendencia a suponer que lo que se vuelca a la opinión pública expresa el estado de ánimo de la misma o, por el contrario, se ejercita una manipulación que condiciona sus conductas. Lo último es más probable en una sociedad abrumada de imágenes, conflictos propios y ajenos y palabrerío, más la agenda que la prensa le arma al gobierno de turno.
En el fondo se trata de la disputa del poder real que excede en mucho los sinsabores de barrio que podemos tener en una ciudad como la nuestra.
Pero la percepción está y en el imaginario se instaló una especie de bisagra antes y después del conflicto gobierno versus campo. Y no se trata de bucear en la crisis financiera del mundo donde el imperio del pensamiento financiero-liberal se desmoronó en brazos del Estado salvador (por supuesto Argentina siempre resultó precursora de cuanto desaguisado ocurra. El ex ministro Domingo Cavallo estatizó la deuda externa privada en 1982 y el ex presidente Eduardo Duhalde, en el año 2002, aseguró que quienes depositaron dólares iban a recibir dólares frase que copió George Bush hace un par de días).
Dónde hay un mango….
Lo cierto es que basta hablar con cualquier comerciante o empresario para escuchar sus lamentos sobre la caída “vertical” de las ventas. En el terreno económico el panorama es incierto y cuando se trata de las finanzas del Estado, aún más.
¿Cómo se explica sino el intento de la administración del intendente Omar Duclós de imponer una tasa por publicidad y propaganda que logró el rechazo masivo de todo el comercio?
El Intendente, y salvando las distancias, debería hacer una lectura correcta, y en todo caso crítica, de la reacción de la ciudadanía para no emular el fracaso del Gobierno Nacional con las retenciones móviles al agro.
Resulta muy difícil imponer una medida cuando no se tiene el consenso mínimo para aplicarla con un intento de cobro retroactivo y una empresa privada en el medio seriamente cuestionada. Aquí no resulta ajeno el Concejo Deliberante por haber aprobado lo que aprobó de manera tardía.
El escobillón municipal
La realidad de las finanzas comunales también llevó al Ejecutivo a replantear el sistema de recolección de residuos y barrido de calles. Si en la actualidad la empresa concesionaria se lleva, prácticamente, todo lo que se recauda por la tasa urbana, unos seis millones y medio de pesos, la ecuación no cierra de ningún modo.
¿La municipalización del 70 por ciento del barrido alcanzará para dar vuelta los números y hacer un replanteo general de la higiene urbana que incluya los espacios verdes, EcoAzul o resolver el problema de los perros que pululan por las calles?
El fondo del asunto es el final de un modelo de gestión municipal pergeñado en los años 80, que se endeudó en los 90 y que hoy enfrenta una realidad bien distinta con otro tipo de demandas sociales y un proceso económico pendular que marea a cualquiera.
Duclós y el olfato
Duclós siempre se caracterizó por su olfato político y eso le hizo ganar tres veces la intendencia. ¿Podrá esquivar el sayo del desgaste y que ya está pensando en su futuro lejos del Palacio Blanco, como no se cansa de repetir la oposición?
Si esto no es así, como él mismo lo asegura, ¿no hay parcelas del intrincado planeta municipal que no marchan como debieran? El deterioro de algunos, fricciones y falta de respuesta es el “mapeo” en ciertos funcionarios.
Sigue firme esa percepción de la distancia que hay entre la figura del Jefe Comunal y la gestión en sí pero, en definitiva, es el conductor quien termina definiendo.
Esto no resulta ajeno al vacío político que hay detrás de Duclós y la necesidad de parir nuevos líderes. Las etapas van concluyendo y es la propia sociedad la encargada de esa tarea.
Lo que se viene
El duclosismo en si mismo puede terminar absorbido por la Coalición Cívica , como una línea interna del radicalismo de la mano de Margarita Stolbizer o… no se sabe. La UCR está en un intríngulis tironeada desde distintos lados pero con la idea fija (la de toda la oposición, en realidad) de ver derrotado al kirchnerismo en las legislativas del año que viene.
Y el peronismo de Azul, con todas sus variantes, siente fuerte el vértigo del vacío en un ciclo que aún no encuentra el piso. La horizontalidad de su dirigencia hace que ninguno esté en condiciones de guapear contra el otro. Si se dejara el egoísmo y algunos espejismos de lado, es la circunstancia ideal para tocar tierra y empezar el camino de una construcción política en serio después de la experiencia electoral del año pasado y frente a la perspectiva que se abre de aquí al 2011.
El acertijo del PJ
Luego de lo publicado en esta columna el domingo anterior, la diputada nacional Gloria Bidegain no aceptaría presidir el PJ azuleño y sí apuntar a ser consejera provincial. Pero, hace falta la unidad, una palabra que todos repiten pero que se vacía de contenido sino se inscribe en una construcción política en serio que dispute el poder. Es una paradoja, en un movimiento que goza de él. Duhaldistas, menemistas, kirchneristas, ya se verá.
El acertijo es cuánto de peronismo soporta el peronismo azuleño.
En el fondo se trata de la disputa del poder real que excede en mucho los sinsabores de barrio que podemos tener en una ciudad como la nuestra.
Pero la percepción está y en el imaginario se instaló una especie de bisagra antes y después del conflicto gobierno versus campo. Y no se trata de bucear en la crisis financiera del mundo donde el imperio del pensamiento financiero-liberal se desmoronó en brazos del Estado salvador (por supuesto Argentina siempre resultó precursora de cuanto desaguisado ocurra. El ex ministro Domingo Cavallo estatizó la deuda externa privada en 1982 y el ex presidente Eduardo Duhalde, en el año 2002, aseguró que quienes depositaron dólares iban a recibir dólares frase que copió George Bush hace un par de días).
Dónde hay un mango….
Lo cierto es que basta hablar con cualquier comerciante o empresario para escuchar sus lamentos sobre la caída “vertical” de las ventas. En el terreno económico el panorama es incierto y cuando se trata de las finanzas del Estado, aún más.
¿Cómo se explica sino el intento de la administración del intendente Omar Duclós de imponer una tasa por publicidad y propaganda que logró el rechazo masivo de todo el comercio?
El Intendente, y salvando las distancias, debería hacer una lectura correcta, y en todo caso crítica, de la reacción de la ciudadanía para no emular el fracaso del Gobierno Nacional con las retenciones móviles al agro.
Resulta muy difícil imponer una medida cuando no se tiene el consenso mínimo para aplicarla con un intento de cobro retroactivo y una empresa privada en el medio seriamente cuestionada. Aquí no resulta ajeno el Concejo Deliberante por haber aprobado lo que aprobó de manera tardía.
El escobillón municipal
La realidad de las finanzas comunales también llevó al Ejecutivo a replantear el sistema de recolección de residuos y barrido de calles. Si en la actualidad la empresa concesionaria se lleva, prácticamente, todo lo que se recauda por la tasa urbana, unos seis millones y medio de pesos, la ecuación no cierra de ningún modo.
¿La municipalización del 70 por ciento del barrido alcanzará para dar vuelta los números y hacer un replanteo general de la higiene urbana que incluya los espacios verdes, EcoAzul o resolver el problema de los perros que pululan por las calles?
El fondo del asunto es el final de un modelo de gestión municipal pergeñado en los años 80, que se endeudó en los 90 y que hoy enfrenta una realidad bien distinta con otro tipo de demandas sociales y un proceso económico pendular que marea a cualquiera.
Duclós y el olfato
Duclós siempre se caracterizó por su olfato político y eso le hizo ganar tres veces la intendencia. ¿Podrá esquivar el sayo del desgaste y que ya está pensando en su futuro lejos del Palacio Blanco, como no se cansa de repetir la oposición?
Si esto no es así, como él mismo lo asegura, ¿no hay parcelas del intrincado planeta municipal que no marchan como debieran? El deterioro de algunos, fricciones y falta de respuesta es el “mapeo” en ciertos funcionarios.
Sigue firme esa percepción de la distancia que hay entre la figura del Jefe Comunal y la gestión en sí pero, en definitiva, es el conductor quien termina definiendo.
Esto no resulta ajeno al vacío político que hay detrás de Duclós y la necesidad de parir nuevos líderes. Las etapas van concluyendo y es la propia sociedad la encargada de esa tarea.
Lo que se viene
El duclosismo en si mismo puede terminar absorbido por la Coalición Cívica , como una línea interna del radicalismo de la mano de Margarita Stolbizer o… no se sabe. La UCR está en un intríngulis tironeada desde distintos lados pero con la idea fija (la de toda la oposición, en realidad) de ver derrotado al kirchnerismo en las legislativas del año que viene.
Y el peronismo de Azul, con todas sus variantes, siente fuerte el vértigo del vacío en un ciclo que aún no encuentra el piso. La horizontalidad de su dirigencia hace que ninguno esté en condiciones de guapear contra el otro. Si se dejara el egoísmo y algunos espejismos de lado, es la circunstancia ideal para tocar tierra y empezar el camino de una construcción política en serio después de la experiencia electoral del año pasado y frente a la perspectiva que se abre de aquí al 2011.
El acertijo del PJ
Luego de lo publicado en esta columna el domingo anterior, la diputada nacional Gloria Bidegain no aceptaría presidir el PJ azuleño y sí apuntar a ser consejera provincial. Pero, hace falta la unidad, una palabra que todos repiten pero que se vacía de contenido sino se inscribe en una construcción política en serio que dispute el poder. Es una paradoja, en un movimiento que goza de él. Duhaldistas, menemistas, kirchneristas, ya se verá.
El acertijo es cuánto de peronismo soporta el peronismo azuleño.
Fuente: por Carlos Comparato - El Tiempo (PUNTO CERO-Infoazuldiario).
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