BUENOS AIRES, Setiembre 25, (PUNTO CERO-Asteriscos Tv) Los expertos señalan que hay que ayudar a los jóvenes a definir intereses y que la sobreoferta de carreras no los ayuda. Aseguran que "la vocación se construye".
Hace dos semanas se lanzó un portal, quevasaestudiar.com. Con el objetivo de promocionar una exposición sobre las ofertas universitarias, ofrece tres grandes opciones a la pregunta "qué vas a estudiar", para que cada cual se ubique. Un 64% dijo: Ni idea. Un 35% no se decide. Y el 15%, la tiene clara.
Según los organizadores de Expo Universidad 2008, en dos semanas el portal tuvo 30.000 visitas. Y fueron relevados 300 casos de estudiantes de entre 17 y 20 años que respondieron un cuestionario sobre el tema.
Son muchas las variables que dan como resultado el desconcierto de los chicos que terminan el secundario.
Esto no es nuevo. El área de orientación de la UBA cumple en un mes 50 años. "No, la problemática no es nueva pero está ahora agravada por el tema de la precariedad laboral y la tendencia a necesitar más formación para poder insertarse en el mundo laboral. Años atrás, con un perito mercantil trabajabas en un estudio. Ahora piden estudiantes universitarios", dice la doctora Diana Aisenson, de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Secretaría de Asuntos Académicos de la UBA, consultada por Clarín.
En la opinión de Aisenson, tiene gran responsabilidad la escuela secundario. "No hay suficientes programas de orientación a lo largo de la secundaria, entonces a los chicos les falta el puente para saber a dónde cruzar".
Una palabra clave: vocación. Se la suele pensar como un don, algo que viene dado, pero los especialistas prefieren entenderla como una construcción. "Hay que ayudarlos a ir definiendo sus intereses, anticipando los trabajos y ocupaciones, para que puedan elegir, pero no en función de las materias que conocen de la secundaria. No hay que esperar a ver cómo se te despierta la vocación, sino tomar contacto con trabajos, profesiones, ocupaciones, y a partir de ahí ver cómo lo podés articular con los estudios. Porque tal vez un chico tenga una 'vocación' muy marcada, por ejemplo, le gustan los animales, y entonces piensa en Veterinaria, pero su interés es cuidar animales".
En el portal quevasaestudiar.com se habla de esto. Se define vocación como una inclinación que se construye con experiencias. Como ejemplo, lo ponen a Van Gogh, "que recién a los 27 tomó la decisión de pintar".
En otras universidades también intentan paliar esta falencia. Jorgelina Monti, directora de Pedagogía de la Universidad Nacional de La Matanza, cuenta que hacen encuentros de orientación en la misma universidad para que el estudiante se vaya apropiando del espacio. Y lo que ven es un crecimiento de la demanda de este servicio. "En el año 2000 vinieron unos 2.000 alumnos. El año pasado fueron 5.300 y este año ya vamos por 4.000".
Alexis Genuth, director de ExpoUniversidad, advierte que la enorme oferta hace las cosas más difíciles."Pensemos que en el país hay más de 6.000 ofertas académicas, -dice- y aún en las tradicionales desconocen cómo es la actividad. Por ejemplo, muchos dicen "Abogacía" y piensan en lo que ven en las películas, sin saber que van a tener que caminar perdidos en los pasillos de la burocracia de Tribunales".
Hace dos semanas se lanzó un portal, quevasaestudiar.com. Con el objetivo de promocionar una exposición sobre las ofertas universitarias, ofrece tres grandes opciones a la pregunta "qué vas a estudiar", para que cada cual se ubique. Un 64% dijo: Ni idea. Un 35% no se decide. Y el 15%, la tiene clara.
Según los organizadores de Expo Universidad 2008, en dos semanas el portal tuvo 30.000 visitas. Y fueron relevados 300 casos de estudiantes de entre 17 y 20 años que respondieron un cuestionario sobre el tema.
Son muchas las variables que dan como resultado el desconcierto de los chicos que terminan el secundario.
Esto no es nuevo. El área de orientación de la UBA cumple en un mes 50 años. "No, la problemática no es nueva pero está ahora agravada por el tema de la precariedad laboral y la tendencia a necesitar más formación para poder insertarse en el mundo laboral. Años atrás, con un perito mercantil trabajabas en un estudio. Ahora piden estudiantes universitarios", dice la doctora Diana Aisenson, de la Dirección de Orientación al Estudiante de la Secretaría de Asuntos Académicos de la UBA, consultada por Clarín.
En la opinión de Aisenson, tiene gran responsabilidad la escuela secundario. "No hay suficientes programas de orientación a lo largo de la secundaria, entonces a los chicos les falta el puente para saber a dónde cruzar".
Una palabra clave: vocación. Se la suele pensar como un don, algo que viene dado, pero los especialistas prefieren entenderla como una construcción. "Hay que ayudarlos a ir definiendo sus intereses, anticipando los trabajos y ocupaciones, para que puedan elegir, pero no en función de las materias que conocen de la secundaria. No hay que esperar a ver cómo se te despierta la vocación, sino tomar contacto con trabajos, profesiones, ocupaciones, y a partir de ahí ver cómo lo podés articular con los estudios. Porque tal vez un chico tenga una 'vocación' muy marcada, por ejemplo, le gustan los animales, y entonces piensa en Veterinaria, pero su interés es cuidar animales".
En el portal quevasaestudiar.com se habla de esto. Se define vocación como una inclinación que se construye con experiencias. Como ejemplo, lo ponen a Van Gogh, "que recién a los 27 tomó la decisión de pintar".
En otras universidades también intentan paliar esta falencia. Jorgelina Monti, directora de Pedagogía de la Universidad Nacional de La Matanza, cuenta que hacen encuentros de orientación en la misma universidad para que el estudiante se vaya apropiando del espacio. Y lo que ven es un crecimiento de la demanda de este servicio. "En el año 2000 vinieron unos 2.000 alumnos. El año pasado fueron 5.300 y este año ya vamos por 4.000".
Alexis Genuth, director de ExpoUniversidad, advierte que la enorme oferta hace las cosas más difíciles."Pensemos que en el país hay más de 6.000 ofertas académicas, -dice- y aún en las tradicionales desconocen cómo es la actividad. Por ejemplo, muchos dicen "Abogacía" y piensan en lo que ven en las películas, sin saber que van a tener que caminar perdidos en los pasillos de la burocracia de Tribunales".
En la encuesta hay una explicación que se repite: "No es que no quiera estudiar sino que no se qué estudiar. Hay tanto, me gusta muy poco y entre lo que me gusta nada me termina de convencer". Sí saben que mejor, estudiar. (PUNTO CERO-Asteriscos Tv).
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