(Asteriscos Tv). La ciencia dio en el último tiempo, un paso más hacia una vacuna oral contra la giardiasis, enfermedad diarreica ocasionada por la Giardia intestinalis (conocido también como Giardia lamblia), un parásito microscópico unicelular que vive en el intestino de las personas y los animales y se transmite en las heces de una persona o animal infectado.
Se trata de una vacuna oral en un modelo animal. El siguiente paso es empezar los ensayos clínicos en humanos. Una de las principales causas de la diarrea es la giardasis. Esta es una enfermedad propia de países en desarrollo, donde está presente en el 20 al 30 por ciento de la población, aunque en la mayoría de los casos es asintomático.
El parásito coloniza el interior del intestino y provoca mala absorción de nutrientes, diarrea, desnutrición y problemas de desarrollo si se hace crónico.
Giardia es un protozoario parásito que coloniza el intestino de virtualmente toda clase de vertebrados. Se han descripto varias especies de Giardia, entre ellas G. lamblia que solo es hallada en humanos y en la mayoría de los mamíferos -perros, gatos, cerdos, cabras, ovejas, vacas y caballos-, lo que potencia las posibilidades de transmisión zoonótica de la enfermedad.
Hugo Luján, investigador del Conicet y su grupo del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), publicó este nuevo trabajo en Nature Medicine. La primera instancia de esta investigación también fue publicada en Nature en diciembre de 2008.
En esa primera publicación habían determinado por primera vez el mecanismo de variación de proteínas de superficie que utiliza el parásito para eludir el sistema inmunitario del organismo que lo hospeda.
“Giardia lamblia tiene la posibilidad de generar 200 proteínas de superficie diferentes, pero, a través de un mecanismo llamado ARN de interferencia, puede expresar una a la vez. De esta manera, el parásito puede ir variando sus disfraces para evitar que el sistema inmunitario lo reconozca” aclara el doctor Luján.
Al destruir este mecanismo se logró que el parásito expresara todos sus disfraces al mismo tiempo y una vez que el organismo huésped se infecta con todas las proteínas de superficie, se vuelve resistente a ser infectado de nuevo. Es decir, se lograron anticuerpos para todos los disfraces de una sola vez.
"Es la primera vez que la variación antigénica es bloqueada en un parásito y que esto se usa en un modelo animal para ver su potencial como vacuna", asegura el investigador.
Lo que se encontró es que al inducir una fuerte respuesta inmune, no se degradan en el estómago y generan una respuesta inmune local en la mucosa del estómago y sistémica que puede medirse en sangre.
El resultado es una vacuna oral contra la giardiasis probada en un modelo animal. El siguiente paso es empezar los ensayos clínicos en humanos, los cuales llevan años de trabajo.
Una vacuna oral
En colaboración con un grupo de Francia, el doctor Lujan y su equipo están en vías de desarrollar una vacuna oral que hasta la actualidad existía solo para la poliomielitis porque no hay vacunas que sobrevivan al PH del estómago y a los jugos digestivos de hígado y páncreas.
Pero como son justamente las proteínas de superficie las que le permiten al parásito vivir en este ambiente tan hostil se lo usó como beneficio para esta nueva vacuna.
Para ello, se utilizarán partículas similares a virus a las que se les puede agregar antígenos para generar respuestas inmunes contra ciertas enfermedades, “mecanismo similar al que se emplea en la vacuna contra la hepatitis B y el virus del papiloma humano, aunque en estos casos es inyectable” culmina Luján.
Se trata de una vacuna oral en un modelo animal. El siguiente paso es empezar los ensayos clínicos en humanos. Una de las principales causas de la diarrea es la giardasis. Esta es una enfermedad propia de países en desarrollo, donde está presente en el 20 al 30 por ciento de la población, aunque en la mayoría de los casos es asintomático.
El parásito coloniza el interior del intestino y provoca mala absorción de nutrientes, diarrea, desnutrición y problemas de desarrollo si se hace crónico.
Giardia es un protozoario parásito que coloniza el intestino de virtualmente toda clase de vertebrados. Se han descripto varias especies de Giardia, entre ellas G. lamblia que solo es hallada en humanos y en la mayoría de los mamíferos -perros, gatos, cerdos, cabras, ovejas, vacas y caballos-, lo que potencia las posibilidades de transmisión zoonótica de la enfermedad.
Hugo Luján, investigador del Conicet y su grupo del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), publicó este nuevo trabajo en Nature Medicine. La primera instancia de esta investigación también fue publicada en Nature en diciembre de 2008.
En esa primera publicación habían determinado por primera vez el mecanismo de variación de proteínas de superficie que utiliza el parásito para eludir el sistema inmunitario del organismo que lo hospeda.
“Giardia lamblia tiene la posibilidad de generar 200 proteínas de superficie diferentes, pero, a través de un mecanismo llamado ARN de interferencia, puede expresar una a la vez. De esta manera, el parásito puede ir variando sus disfraces para evitar que el sistema inmunitario lo reconozca” aclara el doctor Luján.
Al destruir este mecanismo se logró que el parásito expresara todos sus disfraces al mismo tiempo y una vez que el organismo huésped se infecta con todas las proteínas de superficie, se vuelve resistente a ser infectado de nuevo. Es decir, se lograron anticuerpos para todos los disfraces de una sola vez.
"Es la primera vez que la variación antigénica es bloqueada en un parásito y que esto se usa en un modelo animal para ver su potencial como vacuna", asegura el investigador.
Lo que se encontró es que al inducir una fuerte respuesta inmune, no se degradan en el estómago y generan una respuesta inmune local en la mucosa del estómago y sistémica que puede medirse en sangre.
El resultado es una vacuna oral contra la giardiasis probada en un modelo animal. El siguiente paso es empezar los ensayos clínicos en humanos, los cuales llevan años de trabajo.
Una vacuna oral
En colaboración con un grupo de Francia, el doctor Lujan y su equipo están en vías de desarrollar una vacuna oral que hasta la actualidad existía solo para la poliomielitis porque no hay vacunas que sobrevivan al PH del estómago y a los jugos digestivos de hígado y páncreas.
Pero como son justamente las proteínas de superficie las que le permiten al parásito vivir en este ambiente tan hostil se lo usó como beneficio para esta nueva vacuna.
Para ello, se utilizarán partículas similares a virus a las que se les puede agregar antígenos para generar respuestas inmunes contra ciertas enfermedades, “mecanismo similar al que se emplea en la vacuna contra la hepatitis B y el virus del papiloma humano, aunque en estos casos es inyectable” culmina Luján.
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