(La Política OnLine). Indicadores públicos y privados ya reconocen una merma en el creciente incremento generalizado de los precios, más allá de, entre otras cuestiones, el incremento en el gasto público. ¿A qué se debe? ¿Hasta cuándo durará la buena noticia? LPO pudo consultarle a los especialistas Jorge Todesca, Daniel Marx y Maximiliano Castillo Carrillo, que expusieron distintas visiones sobre un mismo fenómeno.
Varios indicios reconocidos por fuentes estatales y privadas –señales que deberían ser palpables en las góndolas del supermercado- comienzan a descubrir que más de un apasionado de las cifras abultadas deberá quedarse con las ganas de ver un índice de inflación que contribuya al 30% anual que pronosticaron algunas consultoras para este año.
Héctor Méndez, presidente de la UIA, fue uno de los primeros en vislumbrar que se está produciendo una “desaceleración de la inflación”: fenómeno atípico si los hay ya que contrasta con la “realidad” que adelantaban los números privados.
En busca de respuestas y de voces que expliquen el por qué del comportamiento actual de la inflación, LPO consultó sobre el tema a los economistas Jorge Todesca –de Finsoport, ex secretario de Política Económica y ex secretario de Comercio del Ministerio de Economía-, Daniel Marx –director de AGM Finanzas, ex titular del BCRA y quien fuere secretario de Finanzas a fines de los ’90- y Maximiliano Castillo Carrillo –director de ACM, experto en análisis macroeconómico y finanzas públicas, ex gerente de análisis macroeconómico del BCRA-.
“Tenemos un dato, no una tendencia”
Desde Finsoport, Todesca ultima los detalles con los valores de abril pero ya confirma una desaceleración de la inflación. “En alimentos tenemos un aumento del 0,5%; lo que aumenta este mes son productos lácteos y huevos (5,9%), las frutas cayeron un 1,5%, las verduras bajaron hasta un 12,4%, y la carne aumentó en 1,6% pero no la vacuna, sino la de pollo. Hay cifras menores a la de otros meses”, resuelve el economista.
“Este mes es un período de estacionalidad”, advierte y agrega: “Estimamos un 1,4% de inflación, pero al cerrar los números podría llegar a dar incluso un poco más bajo. No tenemos una tendencia, tenemos un dato que es el actual valor: uno puede decir por qué se da el dato, pero no explicar una tendencia a partir de eso”, afirma Todesca.
El ex secretario de Política Económica asegura que “es prematuro dar una explicación global para algo que por ahora, es sólo un hecho. Sí podemos asegurar que los informes del sector cárnico muestran una caída del consumo desde diciembre del año pasado”. Según los valores que maneja Finsoport, el consumo de carne por persona se contrajo en 10 kilos anuales, luego de un aumento del 40% en dicho producto. “En marzo, el rubro alimentos alcanzó un 2,9%, en febrero 2,5%, contra el 0,5% de abril”, compara el especialista.
Todesca insiste en puntualizar explicaciones sin tomarlo como una tendencia porque “por ahora son buenas noticias, pero no podemos hacer análisis. Básicamente, en abril bajará la inflación por la caída en alimentos”. De todas formas, deja en claro que “las cifras macroeconómicas todavía no cambiaron. Habrá que esperar otros valores”.
Una baja habitual
Según pudo detallarle a LPO Daniel Marx, “son varias las señales de una desaceleración en la inflación. Eso no implica que haya quedado una tasa baja: es habitual que cada tanto, el índice oscile”. Según el director ejecutivo de AGM, “el freno a la inflación podría estirarse unos meses”.
Para el ex presidente del Banco Central, “algunos precios declinaron y otros dejaron de subir. Es el caso de ciertos productos agropecuarios, puntualmente alimentos. En rubros textiles sucedió algo similar”.
A la hora de explicar el por qué del fenómeno, Marx apunta a que “algunos precios se habían disparado por la restricción de oferta, y hoy están bajando. No es lo mismo, por ejemplo, buscar manzanas en época de cosecha –en que abunda- que tres meses antes de dicho momento”.
Al igual que Todesca, coincide en que el factor “estacionalidad” influye y explica bastante la “buena noticia” de la inflación actual. Cabe aclarar las diferencias entre los factores estacionales y los estructurales: en este último punto, el recurrir al ahorro interno contribuiría a dar un equilibrio económico que evita incentivar la inflación.
En conclusión, “hay varios puntos que motivan esta respuesta de la desaceleración: influyen los factores estacionales, algún tema circunstancial como la oferta de carne, y otros estructurales, desde un desequilibrio macroeconómico provocado por el nivel de gasto y su financiación y restricciones en la oferta de varios productos. El buscar financiamiento vía ahorros hace bajar la tasa de inflación y hubo indirectamente algo así”, afirmó Marx.
Cuidar el dólar
En la misma línea, Castillo Carrillo recordó que “en los primeros meses del año hubo variaciones de precios mensuales que fueron inusualmente muy altas, lo cual implica que estamos de lleno en un proceso inflacionario”.
Salvando el resto de las opiniones, el experto en análisis macroeconómico refuerza que “la baja en la inflación de este mes tiene íntegra consistencia con la idea de que terminaremos el año con un 25%”. Desde ACM argumentan que “el hecho de que hoy se vea una variación de precios algo más moderada, no quiere decir que la situación haya cambiado estructuralmente”, y remarcan los mismos factores “estacionales” de Marx y Todesca: el aumento, entre otros productos, en el precio de la carne que derivó en una baja en el consumo (la oferta se va nivelando con la demanda).
Además, Castillo Carrillo adelanta que así como hoy se da en el análisis de abril, lo mismo puede suceder en septiembre, “pero la variación interanual seguirá incrementándose”. El fin de semana largo –larguísimo, luego del DNU que da por feriado el 24- motivará al turismo que podría llegar incluso a modificar el cómputo final de mayo.
“La estabilidad de precio del dólar es hoy la única política antiinflacionaria del Gobierno”, disparó el economista y para terminar, confirmó: “Obviamente, la estabilidad del tipo de cambio ayuda a que la inflación no se acelere aún más”, como otro factor a tener en cuenta si se busca comprender el por qué de la variación en los números comparados con otros meses.
Varios indicios reconocidos por fuentes estatales y privadas –señales que deberían ser palpables en las góndolas del supermercado- comienzan a descubrir que más de un apasionado de las cifras abultadas deberá quedarse con las ganas de ver un índice de inflación que contribuya al 30% anual que pronosticaron algunas consultoras para este año.
Héctor Méndez, presidente de la UIA, fue uno de los primeros en vislumbrar que se está produciendo una “desaceleración de la inflación”: fenómeno atípico si los hay ya que contrasta con la “realidad” que adelantaban los números privados.
En busca de respuestas y de voces que expliquen el por qué del comportamiento actual de la inflación, LPO consultó sobre el tema a los economistas Jorge Todesca –de Finsoport, ex secretario de Política Económica y ex secretario de Comercio del Ministerio de Economía-, Daniel Marx –director de AGM Finanzas, ex titular del BCRA y quien fuere secretario de Finanzas a fines de los ’90- y Maximiliano Castillo Carrillo –director de ACM, experto en análisis macroeconómico y finanzas públicas, ex gerente de análisis macroeconómico del BCRA-.
“Tenemos un dato, no una tendencia”
Desde Finsoport, Todesca ultima los detalles con los valores de abril pero ya confirma una desaceleración de la inflación. “En alimentos tenemos un aumento del 0,5%; lo que aumenta este mes son productos lácteos y huevos (5,9%), las frutas cayeron un 1,5%, las verduras bajaron hasta un 12,4%, y la carne aumentó en 1,6% pero no la vacuna, sino la de pollo. Hay cifras menores a la de otros meses”, resuelve el economista.
“Este mes es un período de estacionalidad”, advierte y agrega: “Estimamos un 1,4% de inflación, pero al cerrar los números podría llegar a dar incluso un poco más bajo. No tenemos una tendencia, tenemos un dato que es el actual valor: uno puede decir por qué se da el dato, pero no explicar una tendencia a partir de eso”, afirma Todesca.
El ex secretario de Política Económica asegura que “es prematuro dar una explicación global para algo que por ahora, es sólo un hecho. Sí podemos asegurar que los informes del sector cárnico muestran una caída del consumo desde diciembre del año pasado”. Según los valores que maneja Finsoport, el consumo de carne por persona se contrajo en 10 kilos anuales, luego de un aumento del 40% en dicho producto. “En marzo, el rubro alimentos alcanzó un 2,9%, en febrero 2,5%, contra el 0,5% de abril”, compara el especialista.
Todesca insiste en puntualizar explicaciones sin tomarlo como una tendencia porque “por ahora son buenas noticias, pero no podemos hacer análisis. Básicamente, en abril bajará la inflación por la caída en alimentos”. De todas formas, deja en claro que “las cifras macroeconómicas todavía no cambiaron. Habrá que esperar otros valores”.
Una baja habitual
Según pudo detallarle a LPO Daniel Marx, “son varias las señales de una desaceleración en la inflación. Eso no implica que haya quedado una tasa baja: es habitual que cada tanto, el índice oscile”. Según el director ejecutivo de AGM, “el freno a la inflación podría estirarse unos meses”.
Para el ex presidente del Banco Central, “algunos precios declinaron y otros dejaron de subir. Es el caso de ciertos productos agropecuarios, puntualmente alimentos. En rubros textiles sucedió algo similar”.
A la hora de explicar el por qué del fenómeno, Marx apunta a que “algunos precios se habían disparado por la restricción de oferta, y hoy están bajando. No es lo mismo, por ejemplo, buscar manzanas en época de cosecha –en que abunda- que tres meses antes de dicho momento”.
Al igual que Todesca, coincide en que el factor “estacionalidad” influye y explica bastante la “buena noticia” de la inflación actual. Cabe aclarar las diferencias entre los factores estacionales y los estructurales: en este último punto, el recurrir al ahorro interno contribuiría a dar un equilibrio económico que evita incentivar la inflación.
En conclusión, “hay varios puntos que motivan esta respuesta de la desaceleración: influyen los factores estacionales, algún tema circunstancial como la oferta de carne, y otros estructurales, desde un desequilibrio macroeconómico provocado por el nivel de gasto y su financiación y restricciones en la oferta de varios productos. El buscar financiamiento vía ahorros hace bajar la tasa de inflación y hubo indirectamente algo así”, afirmó Marx.
Cuidar el dólar
En la misma línea, Castillo Carrillo recordó que “en los primeros meses del año hubo variaciones de precios mensuales que fueron inusualmente muy altas, lo cual implica que estamos de lleno en un proceso inflacionario”.
Salvando el resto de las opiniones, el experto en análisis macroeconómico refuerza que “la baja en la inflación de este mes tiene íntegra consistencia con la idea de que terminaremos el año con un 25%”. Desde ACM argumentan que “el hecho de que hoy se vea una variación de precios algo más moderada, no quiere decir que la situación haya cambiado estructuralmente”, y remarcan los mismos factores “estacionales” de Marx y Todesca: el aumento, entre otros productos, en el precio de la carne que derivó en una baja en el consumo (la oferta se va nivelando con la demanda).
Además, Castillo Carrillo adelanta que así como hoy se da en el análisis de abril, lo mismo puede suceder en septiembre, “pero la variación interanual seguirá incrementándose”. El fin de semana largo –larguísimo, luego del DNU que da por feriado el 24- motivará al turismo que podría llegar incluso a modificar el cómputo final de mayo.
“La estabilidad de precio del dólar es hoy la única política antiinflacionaria del Gobierno”, disparó el economista y para terminar, confirmó: “Obviamente, la estabilidad del tipo de cambio ayuda a que la inflación no se acelere aún más”, como otro factor a tener en cuenta si se busca comprender el por qué de la variación en los números comparados con otros meses.
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