(La Política OnLine). El hijo del ex presidente no cede y quiere que el platense Miguel Bazze sea el próximo presidente del Comité de la provincia de Buenos Aires, cuyos candidatos deben presentarse este jueves para que compitan el 6 de junio. Con el respaldo de Julio Cobos, se oponen Leopoldo Moreau, Gustavo Posse y Federico Storani, quienes quieren a Eduardo Santín y sólo aceptan que Alfonsín sea delegado en el Comité Nacional. Amenazan con no darle la presidencia del bloque el año que viene.
A un día de la presentación de listas para la interna de la UCR de la provincia de Buenos Aires, el diputado Ricardo Alfonsín resiste la presión de los históricos referentes el partido, quienes con apoyo del vicepresidente Julio Cobos quieren que el partido lo presida Eduardo Santín, ladero de Leopoldo Moreau.
Alfonsín insiste con que le corresponde decidir a él quien será el próximo titular del Comité y pretende que sea el platense Miguel Bazze, y si bien sus operadores admiten que enfrentarse a los viejos punteros del partido será una tarea difícil, no están dispuestos a negociar.
El más beligerante de sus rivales es Moreau, enfadado tras perder la posibilidad de colocar diputados en las listas nacionales del año pasado y enfrentado al actual presidente del Comité, Daniel Salvador, aliado suyo al momento de asumir, hace nada más de dos años.
Pese a todo, Moreau, Storani y los emisarios de Cobos en la provincia iniciaron hace 20 días una vía de negociación con Alfonsín que no llegó a buen puerto y tiene como plazo máximo las próximas 24 horas.
La propuesta de este sector sería que Alfonsín sea candidato a delegado de la provincia ante el Comité nacional, pero hasta ahora no tuvo una respuesta positiva. Si esa negociación fracasa, los candidatos a ese cargo por los aliados son el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el ex diputado nacional Pedro Azcoiti.
Ese sector confía en una fácil victoria en las internas a partir de la ventaja que obtendría en la primera sección, norte del conurbano, donde pesan fuerte Moreau y Posse; y la tercera, situada al sur del Gran Buenos Aires, donde el ex senador nacional siempre supo reunir votos. Ambas regiones cuentan con un electorado varias veces superior al del resto de la provincia, donde Alfonsín sí puede imponer su figura en las urnas.
Otros lugares a negociar son los ocho cargos que incluye a la secretaría general del partido, que se distribuirán entre todos los sectores.
Una amenaza de Alfonsín podría ser la de ser candidato testimonial. Ocurre que la Carta Orgánica prohíbe ejercer funciones partidarios a quienes tengan cargos electivos pero no impide que sean candidatos y, eventualmente, reúna las condiciones antes de asumir.
Es un arma que tiene sobre la mesa aunque iría en contraposición a la postura que tomó el partido el año pasado, cuando fue a la justicia para rechazar las candidaturas testimoniales del kirchnerismo.
Del otro lado, también amenazan: hablan de incumplir el acuerdo sellado en la Cámara de Diputados para que en diciembre Alfonsín reemplace a Oscar Aguad en la presidencia de bloque. Sería la ruptura final.
A un día de la presentación de listas para la interna de la UCR de la provincia de Buenos Aires, el diputado Ricardo Alfonsín resiste la presión de los históricos referentes el partido, quienes con apoyo del vicepresidente Julio Cobos quieren que el partido lo presida Eduardo Santín, ladero de Leopoldo Moreau.
Alfonsín insiste con que le corresponde decidir a él quien será el próximo titular del Comité y pretende que sea el platense Miguel Bazze, y si bien sus operadores admiten que enfrentarse a los viejos punteros del partido será una tarea difícil, no están dispuestos a negociar.
El más beligerante de sus rivales es Moreau, enfadado tras perder la posibilidad de colocar diputados en las listas nacionales del año pasado y enfrentado al actual presidente del Comité, Daniel Salvador, aliado suyo al momento de asumir, hace nada más de dos años.
Pese a todo, Moreau, Storani y los emisarios de Cobos en la provincia iniciaron hace 20 días una vía de negociación con Alfonsín que no llegó a buen puerto y tiene como plazo máximo las próximas 24 horas.
La propuesta de este sector sería que Alfonsín sea candidato a delegado de la provincia ante el Comité nacional, pero hasta ahora no tuvo una respuesta positiva. Si esa negociación fracasa, los candidatos a ese cargo por los aliados son el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y el ex diputado nacional Pedro Azcoiti.
Ese sector confía en una fácil victoria en las internas a partir de la ventaja que obtendría en la primera sección, norte del conurbano, donde pesan fuerte Moreau y Posse; y la tercera, situada al sur del Gran Buenos Aires, donde el ex senador nacional siempre supo reunir votos. Ambas regiones cuentan con un electorado varias veces superior al del resto de la provincia, donde Alfonsín sí puede imponer su figura en las urnas.
Otros lugares a negociar son los ocho cargos que incluye a la secretaría general del partido, que se distribuirán entre todos los sectores.
Una amenaza de Alfonsín podría ser la de ser candidato testimonial. Ocurre que la Carta Orgánica prohíbe ejercer funciones partidarios a quienes tengan cargos electivos pero no impide que sean candidatos y, eventualmente, reúna las condiciones antes de asumir.
Es un arma que tiene sobre la mesa aunque iría en contraposición a la postura que tomó el partido el año pasado, cuando fue a la justicia para rechazar las candidaturas testimoniales del kirchnerismo.
Del otro lado, también amenazan: hablan de incumplir el acuerdo sellado en la Cámara de Diputados para que en diciembre Alfonsín reemplace a Oscar Aguad en la presidencia de bloque. Sería la ruptura final.
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