martes, mayo 04, 2010

Cines porteños podrían ser patrimonio arquitectónico. Por Sofía Wachler.

(Asteriscos Tv). Entre 1896 y 2010 existieron en Buenos Aires más de trescientos cines que fueron espacios creados exclusivamente para la proyección de películas, algunos. Otros fueron adaptados a partir de edificios ya existentes, por lo general, teatros. También estaban los que alternaron la proyección con el género en vivo.
A lo largo de más de un siglo el público porteño acompañó con entusiasmo todas las innovaciones en materia cinematográfica y asistió con asiduidad tanto a los “palacios” para espectáculos como a los más pequeños cines de barrio, centros sociales de su vida cotidiana.
El libro Cines de Buenos Aires. Patrimonio del siglo XX, una exhaustiva investigación de las arquitectas Marta García Falcó y Patricia Méndez, fue presentado en el Centro Cultural Borges conjuntamente con la exposición sobre el tema, que podrá visitarse hasta el 16 del corriente en el horario de 10 a 20 horas.
“El objetivo de esta investigación, comenzada en 2002, no aspiró a ser sólo una labor referencial sino que se propone extender los conocimientos y entender de qué modo estos espacios pueden retomar su capacidad convocante, su rol como nudos sociales en comunidades y sectores en comunidades y sectores cuya identidad debe y merece ser recuperada”, dijeron sus autoras.
En el prólogo del libro editado por CEDODAL y Editorial Publicaciones Especializadas, el arquitecto Ramón Gutiérrez sintetiza … “sitios de la memoria y memoria del futuro. El cine forma el espacio lúdico por antonomasia del siglo XX. Junto a la parroquia, la plaza, la escuela, el club y el almacén donde nos fiaban, los hitos que definían los itinerarios de la niñez y la adolescencia en nuestro global universo del barrio”.
Añadió “una tarea esforzada que rescata el significado de los cines en nuestra cultura vital en tiempos en que se proponen nuevas técnicas para recrear la fantasía y en tiempos en que el cine argentino alcanza también espacios globales de aceptación”….
De los ejemplos revisados, muy pocos se cuentan hoy entre los cines recuperados del abandono: son El Progreso, de Villa Lugano, el 25 de Mayo de Villa Urquiza, el Parque -hoy Parque Xacobeo- de Parque Chacabuco, y aún sin destino cierto aunque encaminados, el ex cine El Plata, de Mataderos, y el Cosmos, adquirido por la Universidad de Buenos Aires a fines de 2009.
Otros se han convertido en centros para espectáculos musicales, como el Ópera -desde marzo de 2010, bajo el nombre de Citi- y el Gran Rex que, de este modo y sin sustanciales modificaciones, lograron conservar su brillo original.
La actividad teatral ha rescatado también a otros, como el Lorange convertido en 2009 en Teatro Apolo, y el otrora dedicado a las películas infantiles, Los Ángeles, devenido en Multiteatro.
Durante la presentación del libro y exposición pudo verse a hijos y nietos de dueños de cines agradeciendo la mención de quienes tanto amaron y colaboraron con el séptimo arte. También representantes de la industria que valoraron el rescate de la memoria y la defensa del patrimonio arquitectónico y cultural.
En momentos en que el patrimonio arquitectónico está en el centro de las disputas, los cines de Buenos Aires conforman lamentablemente otra pérdida irrecuperable. Y van…

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