Todo parece indicar que el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Móccero, integra ese heterogéneo colectivo de jefes comunales que dicen una cosa y hacen otra. Públicamente, para la sociedad y -sobre todo- los medios, adoptan una postura. Sin embargo, tras bambalinas, afirman y hasta demuestran con hechos que la realidad es otra.
“En el interior, Scioli ganará las elecciones con la fusta bajo el brazo”, declaró recientemente el alcalde Coronel Suárez. Más allá de las intenciones que puedan motivar esa manifestación -real o no-, la realpolitik del distrito obliga a Móccero a jugar con otras cartas.
Según confiaron a Agencia Nova fuentes partidarias, el intendente de Coronel Suárez estaría intentando avanzar en un acuerdo con Francisco De Narváez para la elaboración de las listas en el distrito, maniobra que incluso estaría repitiendo porque la experiencia de “hibridación peronista” ya habría sido realiza en 2009, cuando Unión Pro venció al kirchnerismo en la Provincia.
Pero eso no sería todo. Según relataron dirigentes del sector denarvaísta, Móccero también le habría solicitado luz verde al candidato a gobernador de Unión Celeste y Blanco para confeccionar las nóminas de Bahía Blanca, ya que el “objetivo” -dicen los más osados- es desbancar al intendente Cristian Breitenstein, uno de sus adversarios en la Sexta Sección electoral.
La razón: la gobernabilidad. Con este acuerdo, Móccero se garantizaría hombres de su riñón en los distintos distritos mientras De Narváez expandiría los alcances de su espacio, alicaído en las ciudades del interior. Los buenos dividendos de las legislativas del 2009 jugarían a favor de ambos.
“En el interior, Scioli ganará las elecciones con la fusta bajo el brazo”, declaró recientemente el alcalde Coronel Suárez. Más allá de las intenciones que puedan motivar esa manifestación -real o no-, la realpolitik del distrito obliga a Móccero a jugar con otras cartas.
Según confiaron a Agencia Nova fuentes partidarias, el intendente de Coronel Suárez estaría intentando avanzar en un acuerdo con Francisco De Narváez para la elaboración de las listas en el distrito, maniobra que incluso estaría repitiendo porque la experiencia de “hibridación peronista” ya habría sido realiza en 2009, cuando Unión Pro venció al kirchnerismo en la Provincia.
Pero eso no sería todo. Según relataron dirigentes del sector denarvaísta, Móccero también le habría solicitado luz verde al candidato a gobernador de Unión Celeste y Blanco para confeccionar las nóminas de Bahía Blanca, ya que el “objetivo” -dicen los más osados- es desbancar al intendente Cristian Breitenstein, uno de sus adversarios en la Sexta Sección electoral.
La razón: la gobernabilidad. Con este acuerdo, Móccero se garantizaría hombres de su riñón en los distintos distritos mientras De Narváez expandiría los alcances de su espacio, alicaído en las ciudades del interior. Los buenos dividendos de las legislativas del 2009 jugarían a favor de ambos.
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