La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la adherencia a los tratamientos a largo plazo en los países industrializados alcanza sólo al 50 por ciento de los pacientes; y dicha adherencia es aún menor en los países en vías de desarrollo.
Una gran cantidad de pacientes encuentra dificultades en seguir un tratamiento, y si bien se han citado múltiples razones para esta falta de adherencia, uno de los principales predictores del cumplimiento es el número de veces por día que el paciente debe tomar una medicación.Diversos estudios sostienen que simplificar el esquema de tratamiento mejora la adherencia y facilita su cumplimiento.
Condiciones crónicas como la osteoartritis (artrosis), la artritis reumatoidea o algunas lesiones deportivas requieren la utilización de analgésicos a largo plazo para el tratamiento del dolor; y los pacientes que reciben analgésicos en forma regular, principalmente los mayores de 65 años y quienes presentan algún factor de riesgo, pueden experimentar síntomas como náuseas, acidez, indigestión o dolor en la boca del estómago.
Distintas sociedades médicas a nivel internacional recomiendan que aquellos pacientes que requieren una administración continua de antiinflamatorios no esteroides (AINE), realicen un tratamiento simultáneo con agentes que inhiben la secreción de ácido en el estómago como los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) entre ellos el omeprazol.
“Entre un 20 al 25 por ciento de los pacientes que toman regularmente AINEs tienen síntomas digestivos, especialmente aquellos que presentan factores de riesgo”, explicó el doctor Luis Soifer, jefe de Gastroenterología del CEMIC. Historia previa de enfermedad ulcerosa, edad superior a 60 años, ingesta de altas dosis de antiinflamatorios o el uso concomitante con anticoagulantes son algunos de esos factores de riesgo. A los que se suman, en menor medida, el consumo de alcohol y el tabaco. En Argentina está disponible un medicamento que contiene en una sola cápsula un antiinflamatorio y un protector gástrico.
Es un desarrollo de la multinacional argentina Bagó, y el único en el mundo que combina con una tecnología innovadora, en una misma cápsula, diclofenac y omeprazol.
“La asociación de ambos fármacos en una cápsula ofrece la ventaja de una menor cantidad de tomas que debe realizar el paciente dado que en general es polimedicado”, explicó el doctor Augusto Riopedre, médico reumatólogo del Hospital Argerich y vicepresidente de la Asociación de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires. La combinación de ambos medicamentos en una cápsula simplifica la toma para el paciente y evita olvidos o errores de dosificación, lo que constituye una ventaja para lograr una mayor adherencia al tratamiento.
“Si bien la simultánea administración del omeprazol con un AINE reduce el riesgo de complicaciones digestivas, la adherencia de los pacientes a tomar dos medicamentos por separado es sub óptima. Esta nueva asociación de fármacos permite mejorar la adherencia y lograr así de un modo más efectivo reducir el riesgo de las complicaciones”, indicó el doctor Soifer.
“La ventaja para la adherencia está en la disminución del número de tomas de medicamentos y de la reducción de la posibilidad de olvidos del horario de las mismas por parte principalmente de los pacientes ancianos”, agregó Riopedre.
Por su parte el doctor Arnoldo Albero, fundador y ex-presidente de la Sociedad Argentina de Traumatología del Deporte y director del Departamento Médico de la Selección Argentina de Vóley Femenino, resaltó que la asociación de diclofenac y omeprazol en una misma cápsula es también una opción para deportistas jóvenes para quienes la protección gástrica es fundamental ya que están sometidos a actividades estresantes que exigen una alta demanda física.
“Permite también extender las indicaciones de diclofenac en procesos inflamatorios crónicos a todo paciente con labilidad gastrointestinal y medicar a pacientes mayores que son más propensos a desarrollar lesiones digestivas.”, agregó.
El diclofenac es el AINE número uno y el octavo fármaco más vendido en todo el mundo. Es el analgésico más utilizado para el tratamiento del dolor, sobre todo en aquellos cuadros en que es la inflamación la causante del mismo. Entre sus múltiples usos se incluyen las enfermedades reumáticas, tendinitis, bursitis, ciática, mialgia, cefaleas, esguinces y torceduras, así como también dolor postoperatorio, dentario o vinculado a afecciones ginecológicas, entre otros.
El omeprazol es el fármaco de mayor uso mundial en el tratamiento y prevención de la enfermedad ulcerosa duodenal y gástrica.
Un innovador desarrollo argentino
La nueva asociación de los medicamentos diclofenac y omeprazol en una única cápsula, que asocia novedosamente la tecnología de sistemas multipartículados, es un desarrollo de Laboratorios Bagó, una multinacional argentina presente en más de 45 países del mundo.
“Este producto, combinación de dos activos, es una respuesta innovadora a un nicho terapéutico que no tiene similar ni en el país ni en el mundo. Combinarlos en un una sola capsula tiene la importante ventaja de que el médico podrá tener un mejor seguimiento de la eficacia del tratamiento y del cumplimiento del esquema posológico”, explicó el doctor Luis Dall, Químico a cargo de Desarrollo de Productos Especiales de Bagó.
Para lograr combinar ambos activos en un único producto, fue necesario sortear distintos desafíos técnico-farmacéuticos. “La primera consideración a tener en cuenta fue que ambos principios activos debían formularse como sistemas de liberación retardada (entéricos), y siguiendo las últimas tendencias del mercado y desde el punto de vista innovador, dicho sistema debía ser multiparticulado. Utilizamos así dos sistemas entéricos multiparticulados de los cuales ya teníamos experiencia: diclofenac sódico entérico multiparticulado y omeprazol sódico entérico multiparticulado”, describió Dall.
En la tecnología de multipartículas (múltiples unidades que suman la dosis) la medicación se libera a través de pequeñas y múltiples microesferas, en la que cada una de ellas funciona como una unidad, lo que permite una liberación y absorción más regular del fármaco durante el trayecto gastro-intestinal y también una menor influencia de la presencia de alimentos. Esto significa una clara ventaja biofarmacéutica respecto al clásico comprimido con recubrimiento entérico o inclusive cápsula blanda entérica.
Estudios demostraron que el sistema multiparticulado entérico, comparado con el comprimido entérico clásico, brinda una absorción más rápida y regular de los activos al permitir, por su reducido tamaño, un paso más ágil del nivel gástrico, al intestinal. (Asteriscos Tv).
Una gran cantidad de pacientes encuentra dificultades en seguir un tratamiento, y si bien se han citado múltiples razones para esta falta de adherencia, uno de los principales predictores del cumplimiento es el número de veces por día que el paciente debe tomar una medicación.Diversos estudios sostienen que simplificar el esquema de tratamiento mejora la adherencia y facilita su cumplimiento.
Condiciones crónicas como la osteoartritis (artrosis), la artritis reumatoidea o algunas lesiones deportivas requieren la utilización de analgésicos a largo plazo para el tratamiento del dolor; y los pacientes que reciben analgésicos en forma regular, principalmente los mayores de 65 años y quienes presentan algún factor de riesgo, pueden experimentar síntomas como náuseas, acidez, indigestión o dolor en la boca del estómago.
Distintas sociedades médicas a nivel internacional recomiendan que aquellos pacientes que requieren una administración continua de antiinflamatorios no esteroides (AINE), realicen un tratamiento simultáneo con agentes que inhiben la secreción de ácido en el estómago como los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) entre ellos el omeprazol.
“Entre un 20 al 25 por ciento de los pacientes que toman regularmente AINEs tienen síntomas digestivos, especialmente aquellos que presentan factores de riesgo”, explicó el doctor Luis Soifer, jefe de Gastroenterología del CEMIC. Historia previa de enfermedad ulcerosa, edad superior a 60 años, ingesta de altas dosis de antiinflamatorios o el uso concomitante con anticoagulantes son algunos de esos factores de riesgo. A los que se suman, en menor medida, el consumo de alcohol y el tabaco. En Argentina está disponible un medicamento que contiene en una sola cápsula un antiinflamatorio y un protector gástrico.
Es un desarrollo de la multinacional argentina Bagó, y el único en el mundo que combina con una tecnología innovadora, en una misma cápsula, diclofenac y omeprazol.
“La asociación de ambos fármacos en una cápsula ofrece la ventaja de una menor cantidad de tomas que debe realizar el paciente dado que en general es polimedicado”, explicó el doctor Augusto Riopedre, médico reumatólogo del Hospital Argerich y vicepresidente de la Asociación de Reumatología de la Ciudad de Buenos Aires. La combinación de ambos medicamentos en una cápsula simplifica la toma para el paciente y evita olvidos o errores de dosificación, lo que constituye una ventaja para lograr una mayor adherencia al tratamiento.
“Si bien la simultánea administración del omeprazol con un AINE reduce el riesgo de complicaciones digestivas, la adherencia de los pacientes a tomar dos medicamentos por separado es sub óptima. Esta nueva asociación de fármacos permite mejorar la adherencia y lograr así de un modo más efectivo reducir el riesgo de las complicaciones”, indicó el doctor Soifer.
“La ventaja para la adherencia está en la disminución del número de tomas de medicamentos y de la reducción de la posibilidad de olvidos del horario de las mismas por parte principalmente de los pacientes ancianos”, agregó Riopedre.
Por su parte el doctor Arnoldo Albero, fundador y ex-presidente de la Sociedad Argentina de Traumatología del Deporte y director del Departamento Médico de la Selección Argentina de Vóley Femenino, resaltó que la asociación de diclofenac y omeprazol en una misma cápsula es también una opción para deportistas jóvenes para quienes la protección gástrica es fundamental ya que están sometidos a actividades estresantes que exigen una alta demanda física.
“Permite también extender las indicaciones de diclofenac en procesos inflamatorios crónicos a todo paciente con labilidad gastrointestinal y medicar a pacientes mayores que son más propensos a desarrollar lesiones digestivas.”, agregó.
El diclofenac es el AINE número uno y el octavo fármaco más vendido en todo el mundo. Es el analgésico más utilizado para el tratamiento del dolor, sobre todo en aquellos cuadros en que es la inflamación la causante del mismo. Entre sus múltiples usos se incluyen las enfermedades reumáticas, tendinitis, bursitis, ciática, mialgia, cefaleas, esguinces y torceduras, así como también dolor postoperatorio, dentario o vinculado a afecciones ginecológicas, entre otros.
El omeprazol es el fármaco de mayor uso mundial en el tratamiento y prevención de la enfermedad ulcerosa duodenal y gástrica.
Un innovador desarrollo argentino
La nueva asociación de los medicamentos diclofenac y omeprazol en una única cápsula, que asocia novedosamente la tecnología de sistemas multipartículados, es un desarrollo de Laboratorios Bagó, una multinacional argentina presente en más de 45 países del mundo.
“Este producto, combinación de dos activos, es una respuesta innovadora a un nicho terapéutico que no tiene similar ni en el país ni en el mundo. Combinarlos en un una sola capsula tiene la importante ventaja de que el médico podrá tener un mejor seguimiento de la eficacia del tratamiento y del cumplimiento del esquema posológico”, explicó el doctor Luis Dall, Químico a cargo de Desarrollo de Productos Especiales de Bagó.
Para lograr combinar ambos activos en un único producto, fue necesario sortear distintos desafíos técnico-farmacéuticos. “La primera consideración a tener en cuenta fue que ambos principios activos debían formularse como sistemas de liberación retardada (entéricos), y siguiendo las últimas tendencias del mercado y desde el punto de vista innovador, dicho sistema debía ser multiparticulado. Utilizamos así dos sistemas entéricos multiparticulados de los cuales ya teníamos experiencia: diclofenac sódico entérico multiparticulado y omeprazol sódico entérico multiparticulado”, describió Dall.
En la tecnología de multipartículas (múltiples unidades que suman la dosis) la medicación se libera a través de pequeñas y múltiples microesferas, en la que cada una de ellas funciona como una unidad, lo que permite una liberación y absorción más regular del fármaco durante el trayecto gastro-intestinal y también una menor influencia de la presencia de alimentos. Esto significa una clara ventaja biofarmacéutica respecto al clásico comprimido con recubrimiento entérico o inclusive cápsula blanda entérica.
Estudios demostraron que el sistema multiparticulado entérico, comparado con el comprimido entérico clásico, brinda una absorción más rápida y regular de los activos al permitir, por su reducido tamaño, un paso más ágil del nivel gástrico, al intestinal. (Asteriscos Tv).
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