“Las puertas deben estar abiertas para todos los que tengan intenciones de trabajar por un cambio de políticas en el país”, dijo a NOVA el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
De esta manera, el mandatario comunal de mayor peso y renombre entre los municipios del Conurbano Norte, se refirió al acuerdo que la Unión Cívica Radical (UCR) teje con el Peronismo Federal, que lidera Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Posse consideró que “De Narváez puede hacer una muy buena elección si comparte programas y proyectos con la UCR” y respecto de las conversaciones que existen subrayó que “hoy tenemos suerte de haber encontrado un primer eje, un espectro valioso para una sociedad que está muy expectante y con necesidad de cambio”.
Ese cambio lo circunscribe a su vez a la necesidad de muchos argentinos de tener trabajo, educación y seguridad, al mismo tiempo que cuestiona con dureza al flagelo de la inflación porque “al que más degrada es al asalariado”, una crítica que pronunció en el diálogo que mantuvo con NOVA el último viernes, justo en la jornada en que el Indec daba a conocer que la inflación oficial de abril fue del 0,8 por ciento.
El mismo viernes en que, una vez más desde la intervención de Guillermo Moreno a ese organismo, los empleados y técnicos enrolados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizaron un acto en repudio a la metodología con la cual se calcula la inflación desde enero de 2007 y que ejecuta la “patota de Moreno”.
Que las puertas de la UCR deben estar abiertas para todos, fue la respuesta que Posse vertió cuando NOVA le preguntó qué piensa de las diferencias que existen con el GEN que lidera Margarita Stolbizer, que se opone a cualquier acuerdo con las filas de De Narváez.
El intendente de San Isidro se refirió a la necesidad de ir incorporando, camino a los comicios de octubre, la visión de dirigentes de otras fuerzas políticas, trabajadores enrolados en distintos gremios que tengan una posición diferente de la CGT oficial, Organizaciones No Gubernamentales y diferentes sectores sociales.
Sobre por qué ve con agrado un acercamiento con Francisco De Narváez, el mandatario sanisidrense especificó que en la provincia se tomó como referencia una prueba -a manera de encuesta-, por la que una gran mayoría de bonaerenses debía resignarse a no tener posibilidades de aspirar un cambio si no hubiera una reacción en la oposición, para hacer frente al 30 ó 35 por ciento que obtendría Cristina Fernández de Kirchner.
En cambio, la respuesta de la gente fue diferente frente a la posibilidad de que esa porción del electorado, que oscila entre un 65 ó 70 por ciento, tuviera la alternativa de contar con la opción de una coalición que encabece Francisco De Narváez, en la provincia de Buenos Aires, y Ricardo Alfonsín, en todo el territorio nacional.
Para el primer caso, Posse advirtió que “es muy triste” que la gente no tenga alternativas pero la realidad cambia radicalmente en el segundo muestreo. “Porque, además de tener una alternativa, la gente va a votar con dos hombres honestos que cuentan con excelentes antecedentes”, resaltó en alusión a Alfonsín y De Narváez.
“Y no hay que tener miedo de las diferencias ideológicas, bienvenidas esas diferencias”, enfatizó. Por ello, hace poco más de un mes atrás, comenzó a afirmar en declaraciones a diferentes medios periodísticos, que no tiene "prejuicios" con que Francisco De Narváez sea el candidato a gobernador del radicalismo en la Provincia si “todos pertenecemos al campo democrático”.
Cuando se le preguntó si una decisión en ese sentido podría ser rechazada por la UCR, Posse respondió que “no creo, me parece que son prejuicios muy antiguos” y remarcó: “El radicalismo es un partido que tiene que gravitar siempre en las elecciones, tiene que volver a ser el partido de la movilidad social ascendente”.
En este sentido evaluó que De Narváez puede llegar a hacer “una muy buena elección si comparte programas y proyectos con la UCR”.
Y aclaró: “De todas formas todos me conocen, mi criterio es absolutamente abierto dentro del campo democrático para seguir sumando los esfuerzos de todos. Hay que producir una conducción sinérgica para tanta gente en la sociedad que puede gustarle un candidato u otro, pero que está de acuerdo en que el país necesita un cambio”, para terminar por asegurar que, definitivamente, “estamos concentrados en sumar a Francisco De Narváez”.
Entre los puntos negativos de la gestión del gobierno nacional, el jefe comunal de San Isidro apuntó a “la falta de empleo industrial”, las casi nulas posibilidades laborales para la mano de obra calificada y la falta de llegada a cualquier tipo de empleo. “Además, la inflación que, insisto, al que más degrada es al asalariado, y la inseguridad”.
La inseguridad la grafica en un sinnúmero de familias mutiladas, y refiere a “un flagelo que está tapado no por intención de nadie sino porque, lamentablemente, todos se acostumbran a convivir con la falta de seguridad”.
Oscar Aguad también hizo punta para los acuerdos
A la par que Gustavo Posse dio la puntada inicial para la apertura del radicalismo a un diálogo con Francisco De Narváez, desde Córdoba el candidato a gobernador por el radicalismo, Oscar Aguad, exhibió idéntica posición una vez que mantuvo una reunión con Mauricio Macri.
Es más, anticipó que el jefe de Gobierno porteño iba a declinar su candidatura a Presidente y advirtió que tras esa decisión (que Macri anunció el pasado sábado) veía con muy buenos ojos y expectativas de que “si Macri no es finalmente candidato a Presidente, el PRO pueda acordar con el programa del radicalismo".
Y, al parecer, el paso siguiente a la consolidación de un acuerdo de la UCR con De Narváez será la concreción de un acercamiento con el macrismo. Si hasta se dijo y se escribió diez días atrás, en distintos medios periodísticos, sobre la posibilidad de que se consensúe una fórmula Alfonsín-Michetti… cuando ya Ricardo Alfonsín había jurado y perjurado que “yo no dije nunca ‘mi límite’ es Macri" porque "me parece de un mal gusto y de una agresividad tremenda".
Fue cuando el candidato a Presidente por el radicalismo, al opinar sobre la negativa del GEN a sellar un acuerdo con el candidato del Peronismo Federal en la provincia de Buenos Aires en el marco del frente progresista, refirió a “las razones por las cuales si una fuerza provincial o municipal quiere acompañar al radicalismo a nivel nacional, ¿por qué no lo puede hacer?".
Es que Alfonsín, Aguad y Posse están convencidos de la necesidad de un acuerdo general en el país, y de que una estrategia para la búsqueda de un cambio de rumbo en la Argentina no se puede hacer con un solo partido o con un solo dirigente".
En este sentido, Aguad ya lo había anticipado cuando advirtió que "no es un problema de juntarse, no es un problema de amontonarse, en un problema de visualizar el problema, de establecer el problema y decir cómo se lo va solucionar" y remató: "La Alianza fue un amontonamiento, la Alianza no tenía un programa de gobierno".
A la hora de la publicación de este Panorama Político Nacional, puede confirmarse que hay en un 99 por ciento un acuerdo sellado entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez.
Ese ínfimo uno por ciento tiene que ver con que el radicalismo aguardará el resultado de la elección primaria del socialismo santafecino para saber definitivamente qué hará Hermes Binner con el frente progresista, mientras que, Margarita Stolbizer evalúa en estas horas la estrategia y posición definitiva del GEN que, al parecer, también está ligada a la suerte de Binner en los comicios del socialismo. Por Pedro Noel Romero, de la redacción de NOVA
De esta manera, el mandatario comunal de mayor peso y renombre entre los municipios del Conurbano Norte, se refirió al acuerdo que la Unión Cívica Radical (UCR) teje con el Peronismo Federal, que lidera Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Posse consideró que “De Narváez puede hacer una muy buena elección si comparte programas y proyectos con la UCR” y respecto de las conversaciones que existen subrayó que “hoy tenemos suerte de haber encontrado un primer eje, un espectro valioso para una sociedad que está muy expectante y con necesidad de cambio”.
Ese cambio lo circunscribe a su vez a la necesidad de muchos argentinos de tener trabajo, educación y seguridad, al mismo tiempo que cuestiona con dureza al flagelo de la inflación porque “al que más degrada es al asalariado”, una crítica que pronunció en el diálogo que mantuvo con NOVA el último viernes, justo en la jornada en que el Indec daba a conocer que la inflación oficial de abril fue del 0,8 por ciento.
El mismo viernes en que, una vez más desde la intervención de Guillermo Moreno a ese organismo, los empleados y técnicos enrolados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizaron un acto en repudio a la metodología con la cual se calcula la inflación desde enero de 2007 y que ejecuta la “patota de Moreno”.
Que las puertas de la UCR deben estar abiertas para todos, fue la respuesta que Posse vertió cuando NOVA le preguntó qué piensa de las diferencias que existen con el GEN que lidera Margarita Stolbizer, que se opone a cualquier acuerdo con las filas de De Narváez.
El intendente de San Isidro se refirió a la necesidad de ir incorporando, camino a los comicios de octubre, la visión de dirigentes de otras fuerzas políticas, trabajadores enrolados en distintos gremios que tengan una posición diferente de la CGT oficial, Organizaciones No Gubernamentales y diferentes sectores sociales.
Sobre por qué ve con agrado un acercamiento con Francisco De Narváez, el mandatario sanisidrense especificó que en la provincia se tomó como referencia una prueba -a manera de encuesta-, por la que una gran mayoría de bonaerenses debía resignarse a no tener posibilidades de aspirar un cambio si no hubiera una reacción en la oposición, para hacer frente al 30 ó 35 por ciento que obtendría Cristina Fernández de Kirchner.
En cambio, la respuesta de la gente fue diferente frente a la posibilidad de que esa porción del electorado, que oscila entre un 65 ó 70 por ciento, tuviera la alternativa de contar con la opción de una coalición que encabece Francisco De Narváez, en la provincia de Buenos Aires, y Ricardo Alfonsín, en todo el territorio nacional.
Para el primer caso, Posse advirtió que “es muy triste” que la gente no tenga alternativas pero la realidad cambia radicalmente en el segundo muestreo. “Porque, además de tener una alternativa, la gente va a votar con dos hombres honestos que cuentan con excelentes antecedentes”, resaltó en alusión a Alfonsín y De Narváez.
“Y no hay que tener miedo de las diferencias ideológicas, bienvenidas esas diferencias”, enfatizó. Por ello, hace poco más de un mes atrás, comenzó a afirmar en declaraciones a diferentes medios periodísticos, que no tiene "prejuicios" con que Francisco De Narváez sea el candidato a gobernador del radicalismo en la Provincia si “todos pertenecemos al campo democrático”.
Cuando se le preguntó si una decisión en ese sentido podría ser rechazada por la UCR, Posse respondió que “no creo, me parece que son prejuicios muy antiguos” y remarcó: “El radicalismo es un partido que tiene que gravitar siempre en las elecciones, tiene que volver a ser el partido de la movilidad social ascendente”.
En este sentido evaluó que De Narváez puede llegar a hacer “una muy buena elección si comparte programas y proyectos con la UCR”.
Y aclaró: “De todas formas todos me conocen, mi criterio es absolutamente abierto dentro del campo democrático para seguir sumando los esfuerzos de todos. Hay que producir una conducción sinérgica para tanta gente en la sociedad que puede gustarle un candidato u otro, pero que está de acuerdo en que el país necesita un cambio”, para terminar por asegurar que, definitivamente, “estamos concentrados en sumar a Francisco De Narváez”.
Entre los puntos negativos de la gestión del gobierno nacional, el jefe comunal de San Isidro apuntó a “la falta de empleo industrial”, las casi nulas posibilidades laborales para la mano de obra calificada y la falta de llegada a cualquier tipo de empleo. “Además, la inflación que, insisto, al que más degrada es al asalariado, y la inseguridad”.
La inseguridad la grafica en un sinnúmero de familias mutiladas, y refiere a “un flagelo que está tapado no por intención de nadie sino porque, lamentablemente, todos se acostumbran a convivir con la falta de seguridad”.
Oscar Aguad también hizo punta para los acuerdos
A la par que Gustavo Posse dio la puntada inicial para la apertura del radicalismo a un diálogo con Francisco De Narváez, desde Córdoba el candidato a gobernador por el radicalismo, Oscar Aguad, exhibió idéntica posición una vez que mantuvo una reunión con Mauricio Macri.
Es más, anticipó que el jefe de Gobierno porteño iba a declinar su candidatura a Presidente y advirtió que tras esa decisión (que Macri anunció el pasado sábado) veía con muy buenos ojos y expectativas de que “si Macri no es finalmente candidato a Presidente, el PRO pueda acordar con el programa del radicalismo".
Y, al parecer, el paso siguiente a la consolidación de un acuerdo de la UCR con De Narváez será la concreción de un acercamiento con el macrismo. Si hasta se dijo y se escribió diez días atrás, en distintos medios periodísticos, sobre la posibilidad de que se consensúe una fórmula Alfonsín-Michetti… cuando ya Ricardo Alfonsín había jurado y perjurado que “yo no dije nunca ‘mi límite’ es Macri" porque "me parece de un mal gusto y de una agresividad tremenda".
Fue cuando el candidato a Presidente por el radicalismo, al opinar sobre la negativa del GEN a sellar un acuerdo con el candidato del Peronismo Federal en la provincia de Buenos Aires en el marco del frente progresista, refirió a “las razones por las cuales si una fuerza provincial o municipal quiere acompañar al radicalismo a nivel nacional, ¿por qué no lo puede hacer?".
Es que Alfonsín, Aguad y Posse están convencidos de la necesidad de un acuerdo general en el país, y de que una estrategia para la búsqueda de un cambio de rumbo en la Argentina no se puede hacer con un solo partido o con un solo dirigente".
En este sentido, Aguad ya lo había anticipado cuando advirtió que "no es un problema de juntarse, no es un problema de amontonarse, en un problema de visualizar el problema, de establecer el problema y decir cómo se lo va solucionar" y remató: "La Alianza fue un amontonamiento, la Alianza no tenía un programa de gobierno".
A la hora de la publicación de este Panorama Político Nacional, puede confirmarse que hay en un 99 por ciento un acuerdo sellado entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez.
Ese ínfimo uno por ciento tiene que ver con que el radicalismo aguardará el resultado de la elección primaria del socialismo santafecino para saber definitivamente qué hará Hermes Binner con el frente progresista, mientras que, Margarita Stolbizer evalúa en estas horas la estrategia y posición definitiva del GEN que, al parecer, también está ligada a la suerte de Binner en los comicios del socialismo. Por Pedro Noel Romero, de la redacción de NOVA
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