La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó una iniciativa del diputado provincial por el GEN, Juan Carlos Juárez, que insta al Poder Ejecutivo bonaerense a que “informe cuál es la relación que lo une con el lamentablemente célebre doctor Ricardo Asch, especialista en el área de asistencia a la fertilidad, quien estuviera prófugo de la justicia norteamericana por 15 años por tráfico óvulos”.
Asimismo, consulta qué controles efectúa el gobierno provincial antes de avalar, tan rotundamente como lo ha hecho, a especialistas como el Dr. Asch, con las consecuencias que ello genera en la confianza pública sobre el sistema de salud reproductiva.
Otra pregunta que se realiza el legislador en su iniciativa es que motivó al gobierno provincial a colocar en la página web oficial “www.leydefertilizacion.gba.gov.ar” la conferencia que brindó dicho médico en el Hospital San Martín y los profusos elogios que recibió del gobernador Daniel Scioli, quien se hallaba presente a su lado.
El legislador del GEN sostuvo que “coincidimos con el ministro de Salud, Alejandro Collia, en que Asch puede dar las conferencias que quiera, lo que no podemos comprende es que el gobierno bonaerense, sea por ignorancia, por alguna relación contractual, o por su afán publicitario desmedido, use la imagen de quien ha perdido su reputación en la materia”.
Cabe recordar que tras una mega investigación del FBI, en la que colaboraron el Instituto Nacional de Salud, la dirección impositiva, el servicio aduanero, el ente regulador de drogas y alimentos, el servicio de investigaciones del Departamento de Defensa y el colegio médico de los Estados Unidos, Asch fue procesado por defraudación junto con dos médicos chilenos que colaboraban con él en la clínica, José Balmaceda y Sergio Stone.
Los cargos más graves recayeron sobre Asch: fue acusado de robar de la clínica universitaria los óvulos congelados de sus pacientes y de implantarlos en otras pacientes que buscaban quedar embarazadas. El escándalo fue mayúsculo. Una mujer se enteró de que otra había dado a luz a mellizos con óvulos suyos robados de la clínica; además de demandar a los médicos y la Universidad de California, exigió la custodia compartida de los mellizos.
No obstante “a menos de 2 meses de su salida del penal mexicano y estando prófugo de EEUU, el gobierno de nuestra Provincia le abre las puertas de par en par y lo muestra como un emblema a seguir, rindiéndole todos los honores de boca del propio gobernador”, advirtió Juárez.
Por último, Juárez afirmó que “en un país en el que existe una gran cantidad de profesionales con una vasta experiencia y reconocimiento internacional, dispuestos ellos a colaborar en esta noble causa de la fertilidad asistida (especialmente para los sectores de pocos recursos), el gobernador debería haberse asesorado mejor”
Asimismo, consulta qué controles efectúa el gobierno provincial antes de avalar, tan rotundamente como lo ha hecho, a especialistas como el Dr. Asch, con las consecuencias que ello genera en la confianza pública sobre el sistema de salud reproductiva.
Otra pregunta que se realiza el legislador en su iniciativa es que motivó al gobierno provincial a colocar en la página web oficial “www.leydefertilizacion.gba.gov.ar” la conferencia que brindó dicho médico en el Hospital San Martín y los profusos elogios que recibió del gobernador Daniel Scioli, quien se hallaba presente a su lado.
El legislador del GEN sostuvo que “coincidimos con el ministro de Salud, Alejandro Collia, en que Asch puede dar las conferencias que quiera, lo que no podemos comprende es que el gobierno bonaerense, sea por ignorancia, por alguna relación contractual, o por su afán publicitario desmedido, use la imagen de quien ha perdido su reputación en la materia”.
Cabe recordar que tras una mega investigación del FBI, en la que colaboraron el Instituto Nacional de Salud, la dirección impositiva, el servicio aduanero, el ente regulador de drogas y alimentos, el servicio de investigaciones del Departamento de Defensa y el colegio médico de los Estados Unidos, Asch fue procesado por defraudación junto con dos médicos chilenos que colaboraban con él en la clínica, José Balmaceda y Sergio Stone.
Los cargos más graves recayeron sobre Asch: fue acusado de robar de la clínica universitaria los óvulos congelados de sus pacientes y de implantarlos en otras pacientes que buscaban quedar embarazadas. El escándalo fue mayúsculo. Una mujer se enteró de que otra había dado a luz a mellizos con óvulos suyos robados de la clínica; además de demandar a los médicos y la Universidad de California, exigió la custodia compartida de los mellizos.
No obstante “a menos de 2 meses de su salida del penal mexicano y estando prófugo de EEUU, el gobierno de nuestra Provincia le abre las puertas de par en par y lo muestra como un emblema a seguir, rindiéndole todos los honores de boca del propio gobernador”, advirtió Juárez.
Por último, Juárez afirmó que “en un país en el que existe una gran cantidad de profesionales con una vasta experiencia y reconocimiento internacional, dispuestos ellos a colaborar en esta noble causa de la fertilidad asistida (especialmente para los sectores de pocos recursos), el gobernador debería haberse asesorado mejor”
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