Oficializado el acuerdo entre radicales y peronistas disidentes luego del acto que Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez compartieron el sábado pasado en el Club Atenas, las condiciones de uno y otro espacio empiezan a adquirir peso en el seno de un pacto provincial que ya va definiendo la base sobre la cual se construirá la campaña destinada a desbancar al kirchnerismo del poder.
La confluencia entre los hombres de Alem y los representantes de Unión Celeste y Blanco se propone acatar lo acordado en los 135 distritos bonaerenses. “Hay lineamientos básicos que se deben respetar”, explican desde ambos sectores.
Así, el panorama ya presenta más de una cuenta clara en ambas direcciones. Lo acordado por los radicales y los denarvaístas es presentarse a las elecciones de octubre con lista única, sin internas y, desde luego, sin listas colectoras, rebautizada por necesidades coyunturales en “de adhesión”. “Así es el acuerdo y nosotros no nos vamos a correr un centímetro”, señaló a NOVA una alta fuente de Unión Celeste y Blanco.
Otro de los puntos alcanzados por “consenso” entre Alfonsín y De Narváez es que van a respetarse las intendencias radicales, en tanto que Unión Celeste y Blanco “buscará hacerse fuerte en el Conurbano y en ciudades 'clave' como La Plata”.
Precisamente, la marcha de las negociaciones indica que los radicales podrían terminar resignando sus cuatro candidatos en la capital bonaerense en pos de la postulación de Gonzalo Atanasof, quien les llevaría una amplia ventaja en las encuestas. Ese mismo escenario, además, se repetiría en varias de las ciudades más populosas de la Provincia. “Lo nuestro está mucho más armado”, se ilusionan desde el denarvaísmo.
¿Y el Pro? Envalentonados, los peronistas de Unión Celeste y Blanco no descartan que, a la hora de presentarse a las elecciones, el partido que a nivel nacional conduce Mauricio Macri busque portección en el ámbito bonaerense bajo el ala denarvaísta. Aunque -advierten- "eso va a pasar mucho más adelante".
“No les va a quedar otro remedio”, analizan ante este medio, no sin antes aclarar que, de todos modos, “la idea no es reeditar la sociedad del 2009, que no existe más”. “Hoy estamos ante otra sociedad política”, dicen en las filas de Francisco De Narváez, expectantes sobre la marcha del flamante acuerdo.
La confluencia entre los hombres de Alem y los representantes de Unión Celeste y Blanco se propone acatar lo acordado en los 135 distritos bonaerenses. “Hay lineamientos básicos que se deben respetar”, explican desde ambos sectores.
Así, el panorama ya presenta más de una cuenta clara en ambas direcciones. Lo acordado por los radicales y los denarvaístas es presentarse a las elecciones de octubre con lista única, sin internas y, desde luego, sin listas colectoras, rebautizada por necesidades coyunturales en “de adhesión”. “Así es el acuerdo y nosotros no nos vamos a correr un centímetro”, señaló a NOVA una alta fuente de Unión Celeste y Blanco.
Otro de los puntos alcanzados por “consenso” entre Alfonsín y De Narváez es que van a respetarse las intendencias radicales, en tanto que Unión Celeste y Blanco “buscará hacerse fuerte en el Conurbano y en ciudades 'clave' como La Plata”.
Precisamente, la marcha de las negociaciones indica que los radicales podrían terminar resignando sus cuatro candidatos en la capital bonaerense en pos de la postulación de Gonzalo Atanasof, quien les llevaría una amplia ventaja en las encuestas. Ese mismo escenario, además, se repetiría en varias de las ciudades más populosas de la Provincia. “Lo nuestro está mucho más armado”, se ilusionan desde el denarvaísmo.
¿Y el Pro? Envalentonados, los peronistas de Unión Celeste y Blanco no descartan que, a la hora de presentarse a las elecciones, el partido que a nivel nacional conduce Mauricio Macri busque portección en el ámbito bonaerense bajo el ala denarvaísta. Aunque -advierten- "eso va a pasar mucho más adelante".
“No les va a quedar otro remedio”, analizan ante este medio, no sin antes aclarar que, de todos modos, “la idea no es reeditar la sociedad del 2009, que no existe más”. “Hoy estamos ante otra sociedad política”, dicen en las filas de Francisco De Narváez, expectantes sobre la marcha del flamante acuerdo.
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