El empresario pidió por Gonzalo Atanasof pero la UCR insiste en tener candidato propio. Sólo acordaron que quede como último distrito para decidir candidaturas, con el riesgo de tener que definirla en una interna.
Radicales y denarvaístas comenzaron a negociar listas de acuerdo para los 135 distritos y las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires y, del primer punteo, surgió un escollo de difícil solución: la candidatura a intendente de La Plata.
Es que la UCR anunció con conferencia de prensa incluida que pretende un candidato propio para la capital bonaerense, que puede ser el ex concejal Dardo Pérez, impulsado por el presidente del Comité provincia Miguel Bazze; o el diputado Sergio Panella.
La Plata es uno de los cinco distritos que De Narváez pidió para poner el candidato a intendente del Frente, donde pretende al diputado provincial Gonzalo Atanasof, hijo del ex ministro de Eduardo Duhalde y actual diputado nacional. Los radicales fueron más pretenciosos: pidieron la reelección de sus 43 jefes comunales.
Pero de las comunas exigidas fue la que, por ahora, la UCR respondió con un no rotundo. Tal es así que, según confirmaron a LPO voceros de esa fuerza, acordaron dejar esa discusión para el final de las negociaciones.
Dardo Pérez se lanzó a la intendencia por gestión de Bazze con la idea de acercarlo a su espacio y bajarle las chances a Panella, quien supo enfrentar al alfonsinismo en las últimas internas.
Pero al margen de los periplos internos, los radicales aseguran que si no tienen candidato propio no podrán traccionar votos de las bases, que, suponen, se mudarían hacia el candidato de la Coalición Cívica, el senador Javier Mor Roig, con mucha historia radical.
Otro de los distritos que pidió De Narváez fue Avellaneda, donde milita la pareja del sindicalista del petróleo Alberto Roberti y la diputada provincial Mónica López, fieles seguidores del empresario.
Aunque la UCR no pondría objeciones a ese requerimiento ya recibió una dura réplica de la juventud alfonsinista de Avellaneda, agrupada en el Movimiento de Renovación Radical (MORENA).
“La actual conducción partidaria y los dirigentes que en su nombre negocian este acuerdo tendrán que hacerse cargo de la ruptura de la sociedad ideológica con el Partido Socialista y el GEN, de la aniquilación de una propuesta progresista que enfrente a la gestión del ex menemista Daniel Scioli, de la diáspora de los votantes de centroizquierda y del éxodo de militantes desilusionados de un proyecto que se abraza a la derecha por temor a perder una elección”, dispararon en un comunicado.
Las negociaciones por las listas la encabezará por la UCR Miguel Bazze y por el denarvaísmo el diputado Gustavo Ferrari y el legislador porteño Daniel Amoroso.
El objetivo es evitar las internas y para eso ya adoptar una medida: al momento de definir las reglas de juego del Frente (que se llamaría Frente para el progreso) dispondrán como norma que sólo una alta cantidad de votos permita acceder al reparto de cargos legislativos.
Esa opción la abrió una ley sancionada en la Legislatura bonaerense hasta ahora no sancionada por Scioli, que le devuelve a los partidos o frentes la opción de definir sus reglas de juego para la interna del 14 de agosto.
La ley original establecía para ese día la modalidad D’Hont, utilizada para las internas radicales, que le da escaños a quien consiga un 10% de los sufragios alentando así la participación en las primarias. (La Política OnLine).
Radicales y denarvaístas comenzaron a negociar listas de acuerdo para los 135 distritos y las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires y, del primer punteo, surgió un escollo de difícil solución: la candidatura a intendente de La Plata.
Es que la UCR anunció con conferencia de prensa incluida que pretende un candidato propio para la capital bonaerense, que puede ser el ex concejal Dardo Pérez, impulsado por el presidente del Comité provincia Miguel Bazze; o el diputado Sergio Panella.
La Plata es uno de los cinco distritos que De Narváez pidió para poner el candidato a intendente del Frente, donde pretende al diputado provincial Gonzalo Atanasof, hijo del ex ministro de Eduardo Duhalde y actual diputado nacional. Los radicales fueron más pretenciosos: pidieron la reelección de sus 43 jefes comunales.
Pero de las comunas exigidas fue la que, por ahora, la UCR respondió con un no rotundo. Tal es así que, según confirmaron a LPO voceros de esa fuerza, acordaron dejar esa discusión para el final de las negociaciones.
Dardo Pérez se lanzó a la intendencia por gestión de Bazze con la idea de acercarlo a su espacio y bajarle las chances a Panella, quien supo enfrentar al alfonsinismo en las últimas internas.
Pero al margen de los periplos internos, los radicales aseguran que si no tienen candidato propio no podrán traccionar votos de las bases, que, suponen, se mudarían hacia el candidato de la Coalición Cívica, el senador Javier Mor Roig, con mucha historia radical.
Otro de los distritos que pidió De Narváez fue Avellaneda, donde milita la pareja del sindicalista del petróleo Alberto Roberti y la diputada provincial Mónica López, fieles seguidores del empresario.
Aunque la UCR no pondría objeciones a ese requerimiento ya recibió una dura réplica de la juventud alfonsinista de Avellaneda, agrupada en el Movimiento de Renovación Radical (MORENA).
“La actual conducción partidaria y los dirigentes que en su nombre negocian este acuerdo tendrán que hacerse cargo de la ruptura de la sociedad ideológica con el Partido Socialista y el GEN, de la aniquilación de una propuesta progresista que enfrente a la gestión del ex menemista Daniel Scioli, de la diáspora de los votantes de centroizquierda y del éxodo de militantes desilusionados de un proyecto que se abraza a la derecha por temor a perder una elección”, dispararon en un comunicado.
Las negociaciones por las listas la encabezará por la UCR Miguel Bazze y por el denarvaísmo el diputado Gustavo Ferrari y el legislador porteño Daniel Amoroso.
El objetivo es evitar las internas y para eso ya adoptar una medida: al momento de definir las reglas de juego del Frente (que se llamaría Frente para el progreso) dispondrán como norma que sólo una alta cantidad de votos permita acceder al reparto de cargos legislativos.
Esa opción la abrió una ley sancionada en la Legislatura bonaerense hasta ahora no sancionada por Scioli, que le devuelve a los partidos o frentes la opción de definir sus reglas de juego para la interna del 14 de agosto.
La ley original establecía para ese día la modalidad D’Hont, utilizada para las internas radicales, que le da escaños a quien consiga un 10% de los sufragios alentando así la participación en las primarias. (La Política OnLine).
1 comentario:
cuanta interna inútil para acordar
con un traficante como De Narvaez
que verguenza para la Argentina!!!
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