Las espontáneas manifestaciones multitudinarias de ciudadanos y la de los sindicalistas, rechazaron las políticas del Gobierno. Los ciudadanos por razones dispares y hasta contradictorias y los sindicalistas para liberarse del impuesto a las ganancias. Fue una reacción social que se mostró con la caída en las encuestas de opinión, la que puede revertirse en las próximas elecciones
Hay quienes creen que el ciclo cristinista se terminó, pero no pasa de ser un deseo. El 2013 y 2015 habrá elecciones y el Gobierno ya elabora el plan para ganarlas, que se basará en lo habitual: mentiras y deformaciones de la realidad; enfrentar a ricos y pobres; el Estado todopoderoso; dilapidar recursos en maniobras electorales, regalos, publicidad y corrupción; comprar voluntades, contubernios, etc. Para esa caricatura de democracia el Gobierno no tiene limitaciones.
La oposición es un rejuntado barrial de caudillos, o herederos peronistas, radicales, y socialistas o estatizantes, desconfiados entre ellos e incompatibles políticamente.
Hasta tanto se instaure legalmente un sistema bipartidista de pacífica alternancia política en la conducción de la Nación, el desorden institucional no podrá ser evitado. El país necesita un movimiento que aglutine el pensamiento de centro derecha y otro que aglutine el de centro izquierda y dejar a la ciudadanía que democráticamente decida.
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