El empresario, presidente de Consultatio y mentor de Nordelta y el Malba aseguró que el gobierno seguirá usando el tipo de cambio como un ancla para la inflación. Dijo tener esperanzas en un próximo gobierno, porque "la inflación, un mal negocio político, retrasa el acceso al crédito y atenta contra el ahorro".
Si bien el sector inmobiliario fue uno de los más golpeados por el cepo cambiario, algunos empresarios ya observan una renovada apuesta al ladrillo en un contexto en el que el dólar dejó (por ahora) de moverse. Así, "el propietario que tenía un terreno se pasa de dólares a ladrillos, porque su casa saldrá más en dólares en 2016", según aseguró Eduardo Costantini, referente del sector y presidente de Consultatio.
Costantini, el hombre detrás de Nordelta y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), buscó proyectar qué sucederá con el sector inmobiliario a raíz de los primeros movimientos de reactivación en los primeros meses de este año.
"Vemos mayor cantidad de inicio de obras, aunque la gran deuda pendiente es el acceso al crédito", señaló el empresario a periodistas e interesados en sus palabras -entre ellos un cronista de Infobae- tras participar de un evento del sitio ZonaProp, añadiendo que "hay cosas que sabemos y otras que no" sobre el próximo gobierno.
"Tenemos la esperanza de que la Argentina camina hacia la apertura económica, bajar la inflación, equilibrar las cuentas públicas. Pero la primera etapa es ver quién gana y cuál es la eficacia de instrumentación de las medidas", comentó. En segunda instancia, proyectó que "las propiedades se van a valorizar según el éxito del programa económico". "Bajar la inflación va a poner en caja al valor del dólar", aseguró.
Con el foco en una suba de precios en torno al 25% anual para 2015, el empresario agregó que "la inflación es un mal negocio político, porque retrasa el acceso al crédito y atenta contra el fomento al ahorro".
Pero, ¿por qué en un año electoral los inversores vuelven a apostar al ladrillo? Según Costantini, el Gobierno seguirá utilizando al tipo de cambio oficial como un ancla para que la inflación no suba, y sentenció: "El dólar no se va a disparar, la gente tiene la expectativa de un dólar estable. Se empezó a vivir un verano económico porque hubo un cambio para que el mercado de capitales financiara el programa de gastos e inversión del Gobierno".
El ejemplo que pone Costantini es Nordelta: en los últimos tres años se presentaron pocas oportunidades de venta, pero "ahora vendimos 80 terrenos por US$ 18 millones, y por ahora no queremos vender más. Nos vamos a reunir (con mi equipo) para aumentar los precios", dijo.
El empresario insistió que la propiedad aún es la "mejor manera de protegerse en las crisis" porque sus valores bajan menos en esos momentos, aunque la ubicación es fundamental. "Las propiedades de segunda calidad son más elásticas", explicó, en referencia a aquellos lugares alejados de grandes centros urbanos.
Mientras que el aumento de población en la zona norte está absorbido por Pilar, Tigre y Escobar, el empresario aseguró que la ciudad de Buenos Aires "no tiene tierra para crecer, por eso no hubo un aumento poblacional en los últimos años. Hay que estudiar mejor hacia dónde se va a expandir la Capital".
Hacia delante, Costantini asegura que la "efectividad" del próximo programa económico y el "timing con el que se apliquen las medidas" serán definitorios para el éxito del próximo presidente. "Es un problema tener tipos de cambio múltiples. El mercado libre es la mejor asignación de recursos", concluyó. (Empresas News).
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