MERCEDES, Agosto 03, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) El tratamiento del expediente ingresado por Marisa Defelippe fue un bochorno. Entredichos por la designación de un empleado en el Concejo Deliberante y el uso que se le da a la legislación sobre discapacidad.
Más allá de las discusiones que se pueden generar en una sesión, el tratamiento del expediente iniciado por Marisa Defelippe (no queda en claro si como concejal o como Delegada Regional de Discapacidad) para que un joven discapacitado ingresara a trabajar en el Cuerpo, fue un bochorno.
Primero, la forma en que se mediatizó un tema -conferencia de prensa incluida- que usualmente se resuelve sin proyecto ni nada que se le parezca. Luego la presencia, claramente solicitada por Defelippe, del joven discapacitado en el recinto.
La edil solicitó que se lea el proyecto de ordenanza y la decisión de la comisión de legislación que por mayoría (se abstuvieron de votar Carlos Ludueña y el propio David Valerga) decidieron que la designación de un empleado dependiente del Concejo Deliberante era potestad de la presidencia. Los vanos intentos de Marisa Defelippe por generar un discurso conmovedor hablándole "al corazón" del presidente del Honorable Concejo Deliberante se hicieron rápidamente trizas cuando comenzó a acusar a los ediles que no apoyaron su iniciativa a pesar de estar relacionados con la problemática de los discapacitados. "Yo no pido que ingrese a planta permanente, que al menos se lo ponga a prueba como personal temporario", insistía Defelippe.
Y tanto insistió en responsabilizar al presidente de la problemática de este joven que Valerga solicitó a Juan Pablo López que lo reemplace en la presidencia para contestar a la edil selvista. Y sucedió lo que siempre sucede cuando Valerga baja a su banca: hubo duros golpes a la concejal y al intendente comunal.
Valerga recordó que había sido una promesa del entonces presidente del Concejo, Carlos Selva, el ingreso del joven en cuestión y aseguró que la concejal se preocupaba por ese discapacitado pero desde el Ejecutivo no se estaba cumpliendo la normativa nacional y provincial sobre el cupo mínimo (del 4 por ciento) de discapacitados en funciones. Valerga aseguró que a raíz de ese expediente se había puesto en contacto con el Delegado Regional de Trabajo, Guillermo Sánchez, para asesorarse sobre el funcionamiento del SECLAS. "Me dijeron que hace mucho tiempo se le pidió al intendente que realice los trámites y no se ha hecho nada", se quejó Valerga y aseguró: "También me dijeron que ya tuvieron problemas con esta concejal", sin nombrarla. Posteriormente fustigó duramente la actitud de la edil Defelippe: "Tuvo mala leche" acusó y aclaró que estaba indignado por esa situación, a la que tildó de "politiquería barata" en sus palabras. "Esto se habla en los despachos, no se expone públicamente la situación de un incapaz", insistió Valerga, "esto es una picardía".
La concejal Marisa Defelippe entonces pidió el uso de la palabra pero Martín Zubeldía solicitó que retirasen al joven discapacitado en cuestión de la sala, porque estaba llorando. "No se puede discutir esto delante de él", dijo en alusión al discapacitado, que desde la segunda fila de la barra estaba sumido en un conmovedor llanto.
Nuevamente la concejal Defelippe -ya sin intentar conmover- acusó al presidente de hacer política con el tema aunque, contradictoriamente, dijo que nunca hubiese hablado con él personalmente la incorporación del joven porque se había sentido traicionada (por la ruptura con el selvismo). Y aclaró que su pelea con el Delegado Regional de Trabajo obedecía a que "el señor Sánchez no está haciendo nada" por los discapacitados.
Fue entonces la oportunidad de Zubeldía, quien refutó a Valerga: "Esto no es una picardía, esto es una canallada", acusó a Defelippe, quien le exigió que diga su opinión. "Usted tiene muchos problemas concejal como para venir a exigirme algo: usted es una caradura", le dijo.
A esa altura de los acontecimientos, el concejal Ludueña (que se había abstenido del despacho de comisión) mocionó el ingreso del discapacitado. Para López, en ejercicio de la presidencia, su moción era improcedente pero luego de pensarlo lo aceptó. Llevado a votación, los presentes (salvo Defelippe, Ludueña y Montoya) aprobaron el despacho de comisión con la abstención del concejal David Valerga, quien aseguró que insistirá ante la Delegación de Trabajo para analizar cómo se articula el Seclas y no descartó tener en cuenta al joven. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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