LA PLATA, Marzo 06, (PUNTO CERO-Diario Hoy) Será la primera vez en 16 años que el intendente no participará de la contienda. Por ahora, Carlos Bonicatto es el bendecido por Alak, pero Carlos Martínez también tendría chances. Igualmente, dentro del kirchnerismo también tienen aspiraciones Carlos Castagnetto, Oscar Vaudagna y Guillermo Chávez.
La carrera por la intendencia de La Plata ya tiene varios competidores anotados. El abanico incluye a peronistas, kirchneristas, independientes, aristas, radicales y socialistas. La elección que se hará dentro de nueve meses tendrá una característica atípica: por primera vez, en 16 años, el intendente Julio Alak no estará entre los aspirantes. Pero el alakismo tendrá sucesor, eso está claro: por ahora, el intendente ha bendecido al diputado provincial Carlos Bonicatto. Sin embargo, las cosas todavía no están definidas en el oficialismo.
Las encuestas, la opinión de Kirchner y los acuerdos políticos serán factores clave en la definición del postulante oficial. La Plata no es una ciudad fácil de gobernar. Tiene un presupuesto superior a los 200 millones de pesos, es la capital provincial, el centro político del territorio bonaerense. Además de la Gobernación, en la ciudad también funciona la Legislatura y la sede del Poder Judicial, incluida la Suprema Corte.
Con 600 mil habitantes, es también una de las más importantes en cuanto a cantidad de electores. El sector que conduce el jefe comunal es el que cuenta con la mejor y más aceitada estructura: tiene equipo de gobierno en funcionamiento y sabe lo que es una elección en La Plata. Las ha ganado sucesivamente desde 1991, cuando Alak se convirtió en el intendente más joven de la Provincia.
Bonicatto es leal al intendente. Hace campaña como candidato desde hace tiempo, porque el jefe comunal repite que será él quien se siente en el sillón cuando se termine su mandato.
Actualmente se desempeña como vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, con un papel protagónico. Y con su nombre, más allá de las especulaciones, Alak contiene las aspiraciones internas de distintos grupos alakistas. Carlos Martínez es otro alakista puro. El ex diputado nacional pertenece al círculo cerrado del espacio de Alak y desde hace un tiempo el intendente lo repatrió al gabinete. Su llegada no es casual. Si la “estrategia Bonicatto” no funciona, el intendente tendrá otra carta para jugar. “Nunca voy a ser candidato en contra de Alak”, suele repetir Martínez a sus allegados, lo que significa que sólo jugará si el jefe comunal se lo pide.
Pero no es el único candidato kirchnerista o peronista. También está el actual concejal Oscar Vaudagna. El edil, que está en el cuerpo legislativo desde hace nueve años, es abogado e inauguró una escuela de derecho municipal de La Plata, en diagonal 73 y 11. Allí, sus equipos de gobierno comenzarán a elaborar una propuesta para la ciudad. Participan profesionales de la Universidad Católica de La Plata y la Universidad pública. Tiene resuelto que va a ser candidato, pero no de qué sector ni en qué contexto. Por lo pronto, se posiciona con propaganda y presencia pública, aunque sin referenciarse con Kirchner directamente. En su entorno, resaltan el hecho de que su figura crece en las encuestas pese a no “colgarse” de la imagen del Presidente.
Vaudagna fue presidente del bloque peronista hasta el año pasado, cuando le pasó la posta a Guido Carlotto, electo en las últimas legislativas. No es un alakista puro, pero siempre tejió acuerdos con el oficialismo. “Yo quiero ser candidato a intendente, pero no otra cosa”, afirma.
Hugo Mársico, otro concejal del Frente para la Victoria, que no es del riñón del intendente, tiene pretensiones. No es la primera vez que se lanza como candidato a jefe comunal.
La carrera por la intendencia de La Plata ya tiene varios competidores anotados. El abanico incluye a peronistas, kirchneristas, independientes, aristas, radicales y socialistas. La elección que se hará dentro de nueve meses tendrá una característica atípica: por primera vez, en 16 años, el intendente Julio Alak no estará entre los aspirantes. Pero el alakismo tendrá sucesor, eso está claro: por ahora, el intendente ha bendecido al diputado provincial Carlos Bonicatto. Sin embargo, las cosas todavía no están definidas en el oficialismo.
Las encuestas, la opinión de Kirchner y los acuerdos políticos serán factores clave en la definición del postulante oficial. La Plata no es una ciudad fácil de gobernar. Tiene un presupuesto superior a los 200 millones de pesos, es la capital provincial, el centro político del territorio bonaerense. Además de la Gobernación, en la ciudad también funciona la Legislatura y la sede del Poder Judicial, incluida la Suprema Corte.
Con 600 mil habitantes, es también una de las más importantes en cuanto a cantidad de electores. El sector que conduce el jefe comunal es el que cuenta con la mejor y más aceitada estructura: tiene equipo de gobierno en funcionamiento y sabe lo que es una elección en La Plata. Las ha ganado sucesivamente desde 1991, cuando Alak se convirtió en el intendente más joven de la Provincia.
Bonicatto es leal al intendente. Hace campaña como candidato desde hace tiempo, porque el jefe comunal repite que será él quien se siente en el sillón cuando se termine su mandato.
Actualmente se desempeña como vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, con un papel protagónico. Y con su nombre, más allá de las especulaciones, Alak contiene las aspiraciones internas de distintos grupos alakistas. Carlos Martínez es otro alakista puro. El ex diputado nacional pertenece al círculo cerrado del espacio de Alak y desde hace un tiempo el intendente lo repatrió al gabinete. Su llegada no es casual. Si la “estrategia Bonicatto” no funciona, el intendente tendrá otra carta para jugar. “Nunca voy a ser candidato en contra de Alak”, suele repetir Martínez a sus allegados, lo que significa que sólo jugará si el jefe comunal se lo pide.
Pero no es el único candidato kirchnerista o peronista. También está el actual concejal Oscar Vaudagna. El edil, que está en el cuerpo legislativo desde hace nueve años, es abogado e inauguró una escuela de derecho municipal de La Plata, en diagonal 73 y 11. Allí, sus equipos de gobierno comenzarán a elaborar una propuesta para la ciudad. Participan profesionales de la Universidad Católica de La Plata y la Universidad pública. Tiene resuelto que va a ser candidato, pero no de qué sector ni en qué contexto. Por lo pronto, se posiciona con propaganda y presencia pública, aunque sin referenciarse con Kirchner directamente. En su entorno, resaltan el hecho de que su figura crece en las encuestas pese a no “colgarse” de la imagen del Presidente.
Vaudagna fue presidente del bloque peronista hasta el año pasado, cuando le pasó la posta a Guido Carlotto, electo en las últimas legislativas. No es un alakista puro, pero siempre tejió acuerdos con el oficialismo. “Yo quiero ser candidato a intendente, pero no otra cosa”, afirma.
Hugo Mársico, otro concejal del Frente para la Victoria, que no es del riñón del intendente, tiene pretensiones. No es la primera vez que se lanza como candidato a jefe comunal.
Aunque en otros casos finalmente acordó integrar la lista de concejales. Otro que quiere pelear por el sillón es Carlos Castagnetto, funcionario del ministerio de Desarrollo Social y hombre de confianza de Alicia Kirchner, que busca coronarse por primera vez en un cargo electivo. El ex arquero de Gimnasia y Esgrima La Plata empezó su campaña hace meses. (PUNTO CERO-Diario Hoy).
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