BUENOS AIRES, Abril 16, (PUNTO CERO) La sabiduría es la aceptación que todos los seres humanos tenemos limitaciones. Es comprender la vida, no haber leído libros. Salvo en las abstracciones matemáticas, donde dos mas dos es igual a cuatro, en el resto de las llamadas ciencias, la posibilidad de saber está condicionada por las insuperables limitaciones del hombre, siempre tratando de descubrir la verdad y el camino. Al profundiza en su búsqueda, le aparecen nuevos interrogantes.
Esto es evidente en las llamadas ciencias sociales, entre las que se encuentra la economía, y resulta crítico en las llamadas ciencias del comportamiento humano y psicología, donde la ignorancia es casi absoluta.
Se entiende la inseguridad de los estudiosos para ofrecer caminos de solución a los problemas sociales y existenciales.
Ante la falta de certezas sobre que hay que hacer para mejorar la vida del ser humano, el tema cae en manos de fascinadores, que proponen soluciones superficiales, primitivas y falsas, pero que son anímicamente impactantes y terminan perturbando el lento y trabajoso proceso de progreso social.
Esto es evidente en las llamadas ciencias sociales, entre las que se encuentra la economía, y resulta crítico en las llamadas ciencias del comportamiento humano y psicología, donde la ignorancia es casi absoluta.
Se entiende la inseguridad de los estudiosos para ofrecer caminos de solución a los problemas sociales y existenciales.
Ante la falta de certezas sobre que hay que hacer para mejorar la vida del ser humano, el tema cae en manos de fascinadores, que proponen soluciones superficiales, primitivas y falsas, pero que son anímicamente impactantes y terminan perturbando el lento y trabajoso proceso de progreso social.
La sociedad perfecta y el paraíso terrenal son ensueños. La civilización que nos enorgullece, no puede eludir el espinoso camino de prueba y error para ir superando las biológicas falencias humanas. (PUNTO CERO).
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