Estiman que por el granizo se rompieron millones de tejas y hay dificultades para conseguirlas.
Según estimaciones del sector, en el país se venden por año unos 50 millones de tejas de sus distintos tipos, y la caída de granizo que afectó principalmente a Vicente López, se habrían roto unos 10 millones de unidades.
Los comercios de la zona no dan abasto, ya que por estar en pleno desarrollo la cosecha gruesa en los campos, faltan camiones para abastecer la demanda.
Y la fabricación de una partida demanda al menos 48 horas y las principales fábricas de tejas se encuentran en el interior.
También hay una cuestión relacionada con el tipo de edificaciones que predominan en la zona norte, que datan de los años 50, cuando los barcos traían tejas francesas como lastre y luego partían a Europa cargados principalmente de granos, por lo que los techos de tejas francesas de esa época son difíciles de reponer, ya que con el avance de la tecnología cambiaron las medidas y los tipos.
En la oferta están las clásicas, la francesa, colonial, americana, romana, con distintos subtipos y terminaciones de colores o esmaltes.
Otra dificultad es que cada fábrica tiene sus propios modelos y medidas, por lo cual conseguir la teja adecuada se convierte en estos momentos en una especie de odisea.
Desde Cerro Negro que comercializa su marca de tejas Calvú Olavarría, aseguran que cuentan con stock para toda su línea y recomiendan “no aceptar otras versiones.”
Poco a poco Vicente López intenta retomar la normalidad, pero el granizo dejó sus secuelas en las casas, y aquellos que tienen que deshacerse de las tejas rotas en muchos casos las dejan en sus veredas, y el servicio de recolección no da abasto, generando la acumulación de montículos. Otros optaron por ponerse de acuerdo con sus vecinos y contratar volquetes, que también escasean por la demanda.
El panorama se repite en los comercios de recambio de parabrisas ya que el proceso para colocar un cristal nuevo demanda al menos 5 horas, y también por el faltante de entrega de los principales proveedores de parabrisas y lunetas. La demora en los turnos hoy ronda en las dos semanas.
Ante este panorama el Concejo Deliberante aprobó un proyecto de resolución facultando al intendente para que gestione ayudas tanto al gobierno nacional como provincial, y créditos blandos para los afectados.
Por lo menos según el Servicio Meteorológico, no hay lluvias en el horizonte durante los próximos días.
Según estimaciones del sector, en el país se venden por año unos 50 millones de tejas de sus distintos tipos, y la caída de granizo que afectó principalmente a Vicente López, se habrían roto unos 10 millones de unidades.
Los comercios de la zona no dan abasto, ya que por estar en pleno desarrollo la cosecha gruesa en los campos, faltan camiones para abastecer la demanda.
Y la fabricación de una partida demanda al menos 48 horas y las principales fábricas de tejas se encuentran en el interior.
También hay una cuestión relacionada con el tipo de edificaciones que predominan en la zona norte, que datan de los años 50, cuando los barcos traían tejas francesas como lastre y luego partían a Europa cargados principalmente de granos, por lo que los techos de tejas francesas de esa época son difíciles de reponer, ya que con el avance de la tecnología cambiaron las medidas y los tipos.
En la oferta están las clásicas, la francesa, colonial, americana, romana, con distintos subtipos y terminaciones de colores o esmaltes.
Otra dificultad es que cada fábrica tiene sus propios modelos y medidas, por lo cual conseguir la teja adecuada se convierte en estos momentos en una especie de odisea.
Desde Cerro Negro que comercializa su marca de tejas Calvú Olavarría, aseguran que cuentan con stock para toda su línea y recomiendan “no aceptar otras versiones.”
Poco a poco Vicente López intenta retomar la normalidad, pero el granizo dejó sus secuelas en las casas, y aquellos que tienen que deshacerse de las tejas rotas en muchos casos las dejan en sus veredas, y el servicio de recolección no da abasto, generando la acumulación de montículos. Otros optaron por ponerse de acuerdo con sus vecinos y contratar volquetes, que también escasean por la demanda.
El panorama se repite en los comercios de recambio de parabrisas ya que el proceso para colocar un cristal nuevo demanda al menos 5 horas, y también por el faltante de entrega de los principales proveedores de parabrisas y lunetas. La demora en los turnos hoy ronda en las dos semanas.
Ante este panorama el Concejo Deliberante aprobó un proyecto de resolución facultando al intendente para que gestione ayudas tanto al gobierno nacional como provincial, y créditos blandos para los afectados.
Por lo menos según el Servicio Meteorológico, no hay lluvias en el horizonte durante los próximos días.
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