(La Política OnLine). La obra tiene un presupuesto de 200 millones de pesos. La sede central se mudará al Distrito Tecnológico de Parque Patricios. Los planes para poner en valor la actual Casa Matriz en el microcentro.
El barrio porteño de Parque Patricios va dejando de a poco su perfil de barrio periférico poblado de galpones y fábricas abandonadas. Esta vez, es el Banco Ciudad la institución que decidió mudarse a la zona, con un proyecto estimado en 200 millones de pesos que propone la construcción de un moderno edificio de 35 mil metros cuadrados.
“La gestión de Federico Sturzenegger evaluó que necesitaban reparación las gerencias generales distribuidas en ocho edificios distintos. Ese trabajo implicaba un gasto de 180 millones. Por eso, se optó por construir un nueva y única sede que reúna todas las áreas dispersas y represente a futuro un ahorro en logística y traslados”, precisaron a LPO voceros del Banco Ciudad.
Con este propósito, el año pasado, la entidad bancaria compró al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), la manzana comprendida entre las calles Uspallata, Atuel, Los Patos e Iguazú, en la suma de 13 millones de pesos.
Luego llamó a concurso, y hubo 17 constructoras anotadas. El jurado falló a favor de CRIBA S.A., una empresa que presentó una propuesta con un presupuesto de 200 millones de pesos y un plazo de obra de 22 meses.
El proyecto que CRIBA planteó –en sociedad con los estudios de arquitectos Foster y Partner, Berdichevsky Cherny y Edgardo Minond- es el de un edificio moderno de cuatro pisos, con capacidad para 1500 empleados y con espacio de cocheras para 400 vehículos.
El edificio histórico
Hacia 1968, el Banco de la Ciudad expandía sus servicios a todo el país y buscaba crearse una nueva imagen.
Con esa premisa, su casa matriz de Florida y Sarmiento se transformó entonces en un edificio innovador para la época, que tuvo como elemento protagonista al ladrillo de vidrio.
Ese material generó ambientes poco comunes para una institución bancaria y permitió una mayor conexión entre el interior del edificio y la concurrida calle peatonal.
La propuesta de las actuales autoridades del Ciudad consiste en mudar la sede operativa y poner en valor este edificio, hoy bastante opacado.
La idea es que la sede del microcentro se utilice a futuro como un centro de remates y subastas de obras de arte provenientes del empeño y como sala de exposición del patrimonio artístico de la entidad.
“Quedará solamente una sede bancaria electrónica, conviviendo con un edificio al que planeamos darle intensa vida cultural”, explicaron desde el Banco.
El barrio porteño de Parque Patricios va dejando de a poco su perfil de barrio periférico poblado de galpones y fábricas abandonadas. Esta vez, es el Banco Ciudad la institución que decidió mudarse a la zona, con un proyecto estimado en 200 millones de pesos que propone la construcción de un moderno edificio de 35 mil metros cuadrados.
“La gestión de Federico Sturzenegger evaluó que necesitaban reparación las gerencias generales distribuidas en ocho edificios distintos. Ese trabajo implicaba un gasto de 180 millones. Por eso, se optó por construir un nueva y única sede que reúna todas las áreas dispersas y represente a futuro un ahorro en logística y traslados”, precisaron a LPO voceros del Banco Ciudad.
Con este propósito, el año pasado, la entidad bancaria compró al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), la manzana comprendida entre las calles Uspallata, Atuel, Los Patos e Iguazú, en la suma de 13 millones de pesos.
Luego llamó a concurso, y hubo 17 constructoras anotadas. El jurado falló a favor de CRIBA S.A., una empresa que presentó una propuesta con un presupuesto de 200 millones de pesos y un plazo de obra de 22 meses.
El proyecto que CRIBA planteó –en sociedad con los estudios de arquitectos Foster y Partner, Berdichevsky Cherny y Edgardo Minond- es el de un edificio moderno de cuatro pisos, con capacidad para 1500 empleados y con espacio de cocheras para 400 vehículos.
El edificio histórico
Hacia 1968, el Banco de la Ciudad expandía sus servicios a todo el país y buscaba crearse una nueva imagen.
Con esa premisa, su casa matriz de Florida y Sarmiento se transformó entonces en un edificio innovador para la época, que tuvo como elemento protagonista al ladrillo de vidrio.
Ese material generó ambientes poco comunes para una institución bancaria y permitió una mayor conexión entre el interior del edificio y la concurrida calle peatonal.
La propuesta de las actuales autoridades del Ciudad consiste en mudar la sede operativa y poner en valor este edificio, hoy bastante opacado.
La idea es que la sede del microcentro se utilice a futuro como un centro de remates y subastas de obras de arte provenientes del empeño y como sala de exposición del patrimonio artístico de la entidad.
“Quedará solamente una sede bancaria electrónica, conviviendo con un edificio al que planeamos darle intensa vida cultural”, explicaron desde el Banco.
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