miércoles, julio 06, 2011

De Narváez: “Cuando llego a Luján me guardo en el campo”

En la vivienda campestre que tiene en Luján desde 1977, el precandidato a gobernador Francisco De Narváez se prestó a un diálogo abierto. Habló de su relación con la ciudad; su posición ante la impugnación de la lista de Luciani y sus críticas a la gestión de Scioli.
Esta charla se da en la casa por la cual usted dice ser lujanense.
- Aquí llegamos en 1977. Primero Carlos, mi hermano, que tiene un campo más cerca del río, y después yo. Cuando con mis hijos nos decimos ‘nos vemos en casa’, es porque nos vemos acá, en Luján. No es sólo donde uno duerme, porque muchas noches estamos en Capital, pero mi casa es ésta. Aquí nacieron mis hijos, vienen mis nietos, estamos en familia. Por este lugar tengo un enorme cariño y amor. Me siento lujanense.
¿Cuál es su relación con la ciudad?
- En la semana estoy en Buenos Aires. Y como vengo saturado del cemento, cuando llego acá prefiero cerrar la tranquera y casi no salgo. Llego los sábados y el domingo me quedo hasta que volvemos a Buenos Aires. La verdad, salgo muy poco cuando vengo por acá. A Luján voy menos de lo que me gustaría, pero voy. Normalmente, cuando hay un evento que tiene que ver con la Basílica. Pero de verdad cuando llego a Luján prefiero quedarme acá, guardado en el campo.
¿Qué problemas vislumbra en la ciudad?
- Primero, hacer de Luján una ciudad del siglo XXI y recuperar también todo lo que tiene que ver con nuestra historia. Por eso lo elegí a Pablo (Tonini) para que juntos construyamos un proyecto para todos los lujanenses, más de 40 mil familias que viven en todo el ámbito de Luján, en la mezcla de ciudad, de pueblo, en zona rural. El desafío es darle a los lujanenses nuevamente seguridad, las viviendas que necesitamos, el saneamiento ambiental porque no podemos seguir teniendo un basural a cielo abierto y un río contaminado. Luján tiene un enorme potencial a partir del parque industrial, la universidad, el turismo religioso. Creo que hay mucho más por hacer de lo que se está haciendo. Por eso hemos planteado un Luján 20-20: cómo va a ser en el 2020. Eso es lo que vamos a construir.
Hace unos cuatro años le realicé una nota en la que mencionaba los mismos problemas.
- No nos gusta hacer política criticando. Lo que sí creo es que Luján necesita un impulso de un buen intendente como va a ser Pablo, con un programa de gobierno, porque no se puede improvisar. Tampoco se puede esperar que otros hagan por nosotros lo que los lujanenses vamos a hacer por Luján. Por eso, como futuro gobernador, tomo un compromiso con todos los lujanenses. En esto no sólo cuenta el dinero, sino la vocación de construir con nuestros equipos, con nuestra gente de gobierno. Aspirando que nuestra gobernación pise permanentemente la tierra de la provincia de Buenos Aires. Ustedes han visto que en los proyectos que Pablo ha presentado en estos últimos cuatro años como concejal, tiene una visión de cómo él siente que vamos a reconstruir Luján.
Sabrá que en estos días hay una lista de Luján que en la UDESO fue rechazada . Se lo pregunto a usted o sólo  Tonini (sentado a su lado) conoce el tema.
- Si me permitís la respondo yo, porque Pablo no tiene nada que ver. Hay un reclamo dentro de la Junta Electoral que resuelve estos problemas. La situación está totalmente ajena a nosotros como candidatos. En realidad queremos que haya la mayor participación posible, y espero que esto se resuelva favorablemente. Por el vecinalismo sentimos un enorme respeto y esperamos que ellos también puedan competir. Hay ciertas reglas que se tienen que cumplir, por eso está la ley. Esperamos que en las próximas horas tengan un dictamen positivo para que el electorado de Luján pueda elegir en la gama más amplia de propuestas posibles.
Tiene relación con este tema. La UDESO, según consta en su página, tiene el apoyo de muchos partidos vecinales.
- Sí. No soy un especialista en esto, pero debe existir un vínculo jurídico anterior y por ahí está el inconveniente. Pero nuestra vocación es para la mayor participación y en ella del vecinalismo. La política se enriquece de ese modo. En Luján creo que hay 14 propuestas. En buena hora, porque los lujanenses tendrán una amplia gama para elegir. Y más el 14 de agosto, donde más que una primaria es una primera vuelta.
En las últimas noticias suyas aparece su deseo de debatir con Scioli.
- Creo que es una obligación para los que están gobernando y los que queremos gobernar. El votante tiene que tener la mayor cantidad de información posible. Nada más genuino que los debates, que pueden ser temáticos o generales. (...) Los debates enriquecen y negarse es un enorme error. Por eso lo pedimos y esperamos que Scioli elija el día y el lugar. Vamos a donde sea, sin limitaciones. Eso es propio de la verdadera democracia.
¿Cuáles cree que son los flancos más débiles de Scioli a la hora de defenderlos en un debate?
- Lo más difícil es que Cristina le dé permiso.
Hay candidatos que se suelen referenciar en diferentes gestiones. Socialistas con Binner, el kirchnerismo con la gestión nacional. Usted no tiene esa herramienta. ¿Es una ventaja o una desventaja?
- Hay que aprender de todas las gestiones. La dirigencia es gestión y plantear el futuro, sin repetir errores del pasado porque creo que la Provincia retrocedió. Depende de Nación y es usada por Nación. Vienen por los votos de los bonaerenses y la noche de la elección pasamos a ser el furgón de cola. Pero la Provincia se construye distrito por distrito, articulado con cada intendente. Y no voy a quitarme la responsabilidad de la seguridad. Eso no se puede delegar. Hay que defender los recursos provinciales y en eso contamos con el compromiso de Ricardo Alfonsín. En el tema recursos, hace años que los bonaerenses somos el hijo de la pavota. Son cuestiones sobre las que los bonaerenses ya se expresaron hace dos años y que volverá a expresarse el 23 de octubre.
Quizás los votos de Stolbizer definan una segunda vuelta. Ante esa hipótesis, ¿cómo toma la expresión de muchos dirigentes del GEN que afirman “el límite de un acuerdo es De Narváez”?  
- (Responde Tonini). Yo encuentro que Francisco es un candidato de todos, de cada partido. Normalmente, sabemos que a él lo votaron ciudadanos de todos los partidos.
Habrá escuchado que a su proyecto se lo etiqueta como de derecha. ¿Por qué cree recibir esa etiqueta?
- Es una mirada antigua. Hoy los gobiernos no son ni de derecha ni de izquierda. O van para adelante o van para atrás. Esas lecturas son del siglo pasado. Yo creo en el rol del Estado que regula, equilibra, cede y concede a quien necesita. Pero también el sector privado necesita reglas claras y estables. Eso sería un buen gobierno, ni de derecha ni de izquierda. Yo no entiendo qué ideología sostiene que mitad de los patrulleros no funciona o que para que caminen hay que manguear a la gente. O que muera gente de hambre. En Luján hay desnutrición. Hay 500 familias que tienen viviendas que dan vergüenzas en su modo de vivir. Por eso defiendo la intervención del Estado, pero sin corrupción, sin clientelismo, sin amiguismo, sin intendentes súbditos de una gestión nacional.  
¿A su compañera de fórmula la eligió usted?
- La militancia de Mónica (López) está fuera de cuestión. Es una militante del peronismo y como mujer tendrá un rol protágonico, algo fundamental para gobernar. La elección que viene es una elección de valores, de cómo criar a nuestra familias y nadie mejor que una mujer para eso que tienen arraigado en su gen. Además, tendrá a cargo un Senado que legislará mucho y bien. Y perdón, la elegí yo, no me la mandaron. No es una chicana, pero que un gobernador del estado más importante de Argentina haya tenido que aceptar sin chistar a quien le asignaron como vice demuestra que no está con capacidad para gobernar. Punto. Es así. Es haber renunciado a cualquier condición de gobernabilidad. Es una vergüenza.  (El Civismo).

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