La crisis económica que sacude a varias provincias y distritos del interior podría replicarse en el Conurbano. Por caso, en Vicente López, Jorge Macri, no renovó el contrato de unos 200 empleados y la situación financiera es “delicada”. En San Vicente, ruegan porque la Provincia no corte la coparticipación, mientras que en Brown y Lomas de Zamora creen que tendrán un año “ordenado”.
El año comenzó con algunas complicaciones tanto para las administraciones provinciales como para las municipales. Santa Cruz es el caso más visible donde la crisis económica y el ajuste que intentó llevar adelante el gobernador Daniel Peralta avivó la crisis política del territorio de los Kirchner. Sin embargo, la situación se repite, por caso, en Río Negro, y el Municipio de Córdoba, donde el intendente Ramón Mestre hace malabares para pagar los sueldos.
El Conurbano no escapa de esa realidad nacional y aunque desde varios municipios afirman que la situación económica es “sostenible”, desde otros admiten que “podrá haber complicaciones” a lo largo del año.
Uno de los casos más concretos es el de Vicente López, donde hace menos de dos meses asumió Jorge Macri. Según contaron fuentes comunales, la situación económica del partido de zona norte es “delicada”. De todos modos, no quisieron ahondar sobre la ingeniería financiera para este año ni sobre la posibilidad de pedirle una ayuda extra a Daniel Scioli o la Nación cuando el 80 por ciento del presupuesto se va en Recursos Humanos y en el contrato de recolección de residuos.
Igualmente, con esa situación económica y la prometida reestructuración, Macri decidió cortar a unos 200 trabajadores. En ese sentido, la concejala Graciela Aleña denunció que “el 3 de enero, varios empleado fueron a trabajar y no pudieron ingresar a sus lugares de trabajo”.
Con todo, desde el Municipio explicaron “no se echó a nadie sino que no se renovaron los contratos”. “Había 2100 contratos que se vencieron el 31 de diciembre, de esos renovamos 1900 y 211 no se renovaron. Desde fines de octubre, empezamos a hacer un estudio caso por caso, serio y responsable de la situación de los contratados y después de eso vimos que muchos no cumplían ninguna función o habían ingresado en el último tiempo”, indicaron las fuentes.
Del otro lado del Conurbano, en San Vicente, esperan unos doce meses “ordenados” pero advierten que “normalmente” el Municipio necesita sí o sí de la ayuda financiera de la Provincia.
“Con lo que se recauda es imposible mantener toda la estructura. A nosotros, por ejemplo, el hospital municipal nos consume el 40 por ciento del Presupuesto”, contó un funcionario. Sin embargo, desde la comuna que conduce Daniel Di Sabatino aseguran que el pago para los 700 empleados está garantizado aunque para ello el intendente tuvo que recurrir a un aumento de tasas del 30 por ciento.
Por otro lado, en Almirante Brown apuestan también al aumento de tasas escalonado y a los 600 millones de pesos con los que contará en el Presupuesto el jefe comunal Darío Giustozzi. “Con el tema sueldos no tendremos problemas. En el distrito, el pago de salarios representa el 25 por ciento de las erogaciones, un nivel mucho más bajo que en otros municipios”, dijeron fuentes a LPO.
Misma situación esperan en Lomas de Zamora, donde el intendente, Martín Insaurralde, también apeló a un aumento de impuestos para atenuar la crisis. Sin embargo, no hubo ni habrá despidos de personal y destacaron que por el aporte que Nación hace en obras públicas, la comuna destina ese dinero a mantener las cuentas propias ordenadas.
“Acá hubo un cambio de política. Martín no hace actos ni tampoco pintadas. Es un ejemplo, pero ya no se necesita plata para eso”, señalaron. (La Política OnLine).
El año comenzó con algunas complicaciones tanto para las administraciones provinciales como para las municipales. Santa Cruz es el caso más visible donde la crisis económica y el ajuste que intentó llevar adelante el gobernador Daniel Peralta avivó la crisis política del territorio de los Kirchner. Sin embargo, la situación se repite, por caso, en Río Negro, y el Municipio de Córdoba, donde el intendente Ramón Mestre hace malabares para pagar los sueldos.
El Conurbano no escapa de esa realidad nacional y aunque desde varios municipios afirman que la situación económica es “sostenible”, desde otros admiten que “podrá haber complicaciones” a lo largo del año.
Uno de los casos más concretos es el de Vicente López, donde hace menos de dos meses asumió Jorge Macri. Según contaron fuentes comunales, la situación económica del partido de zona norte es “delicada”. De todos modos, no quisieron ahondar sobre la ingeniería financiera para este año ni sobre la posibilidad de pedirle una ayuda extra a Daniel Scioli o la Nación cuando el 80 por ciento del presupuesto se va en Recursos Humanos y en el contrato de recolección de residuos.
Igualmente, con esa situación económica y la prometida reestructuración, Macri decidió cortar a unos 200 trabajadores. En ese sentido, la concejala Graciela Aleña denunció que “el 3 de enero, varios empleado fueron a trabajar y no pudieron ingresar a sus lugares de trabajo”.
Con todo, desde el Municipio explicaron “no se echó a nadie sino que no se renovaron los contratos”. “Había 2100 contratos que se vencieron el 31 de diciembre, de esos renovamos 1900 y 211 no se renovaron. Desde fines de octubre, empezamos a hacer un estudio caso por caso, serio y responsable de la situación de los contratados y después de eso vimos que muchos no cumplían ninguna función o habían ingresado en el último tiempo”, indicaron las fuentes.
Del otro lado del Conurbano, en San Vicente, esperan unos doce meses “ordenados” pero advierten que “normalmente” el Municipio necesita sí o sí de la ayuda financiera de la Provincia.
“Con lo que se recauda es imposible mantener toda la estructura. A nosotros, por ejemplo, el hospital municipal nos consume el 40 por ciento del Presupuesto”, contó un funcionario. Sin embargo, desde la comuna que conduce Daniel Di Sabatino aseguran que el pago para los 700 empleados está garantizado aunque para ello el intendente tuvo que recurrir a un aumento de tasas del 30 por ciento.
Por otro lado, en Almirante Brown apuestan también al aumento de tasas escalonado y a los 600 millones de pesos con los que contará en el Presupuesto el jefe comunal Darío Giustozzi. “Con el tema sueldos no tendremos problemas. En el distrito, el pago de salarios representa el 25 por ciento de las erogaciones, un nivel mucho más bajo que en otros municipios”, dijeron fuentes a LPO.
Misma situación esperan en Lomas de Zamora, donde el intendente, Martín Insaurralde, también apeló a un aumento de impuestos para atenuar la crisis. Sin embargo, no hubo ni habrá despidos de personal y destacaron que por el aporte que Nación hace en obras públicas, la comuna destina ese dinero a mantener las cuentas propias ordenadas.
“Acá hubo un cambio de política. Martín no hace actos ni tampoco pintadas. Es un ejemplo, pero ya no se necesita plata para eso”, señalaron. (La Política OnLine).
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