El aumento estipulado para febrero o marzo, finalmente se llevaría a cabo este mes. El Gobierno quiere aprovechar que Mauricio Macri ya elevó el subte y de esa formar diluir el costo político. El boleto mínimo del colectivo alcanzaría los $2 y el de tren $1,40.
Tras el aumento del 127% que aprobó la administración de Mauricio Macri para el boleto del subte, el gobierno nacional comenzó a evaluar la posibilidad de adelantar el ajuste tarifario que tiene en carpeta para los colectivos y trenes metropolitanos y que está pautado para fines de febrero y principios de marzo, según publicó el diario Clarín.
Sin perder de vista las reacciones de los usuarios que va cosechando la decisión porteña, los técnicos del área de Transporte comenzaron ayer a barajar una nueva hipótesis de trabajo que prevé anticipar para mediados de enero la aplicación de las subas tarifarias que están pendientes para las líneas de ómnibus y los servicios ferroviarios.
Al momento de anunciar a principios de noviembre la puesta en marcha del plan de eliminación de subsidios a los servicios esenciales, tanto el ministro de Planificación, Julio De Vido, como el titular de Transporte, Juan Pablo Schiavi habían señalado que en el caso del transporte público las actualizaciones tarifarias iban a definirse hacia febrero y marzo de este año. De acuerdo con lo indicado por los funcionarios, el esquema en juego apunta a cambiar el actual esquema masivo de subsidios por una distribución “personalizada” de los aportes estatales con el fin de beneficiar solamente a los usuarios de bajos recursos económicos.
Si bien ese criterio de “redireccionamiento” de los subsidios se mantiene en pie para los próximos meses, ahora la intención del Gobierno sería aprovechar la senda abierta por Macri con el aumento de los subtes e implementar un ajuste generalizado para colectivos y trenes que le permita empezar a reducir los millonarios subsidios que destina al transporte.
Por mes, el Estado desembolsa unos $1.100 millones para cubrir los costos operativos y salariales de los ómnibus y ferrocarriles de la región metropolitana.
El posible adelantamiento de las subas tarifarias se sustentaría en dos razones clave.
Una política, que consiste en “acoplar” los aumentos al que dispuso la Ciudad de Buenos Aires para reducir las críticas y cuestionamientos a la medida.
Y otra técnica, que responde a la necesidad de tener las tarifas de los medios de transporte público “alineadas” para que no se produzca un traspaso de usuarios a los más económicos con el riesgo de que colapsen los servicios que ya están operando al límite.
Según la evaluación que hacen los técnicos de Transporte “con el subte a $2,50, el mínimo del colectivo no puede seguir mucho tiempo más en el valor actual de $ 1,10 (aunque el más usado es el de $1,20 ) porque en menos de un mes la mayor parte de los usuarios de la Capital Federal se volcarían a ese medio que no está en condiciones de afrontar un marcado incremento de la demanda”.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín , para las tarifas de los colectivos habría dos variantes de aumentos bajo estudio.
La primera contempla un ajuste que oscila entre el 75% y 82% y llevaría el boleto mínimo de $ 1,10 a $ 2 y el correspondiente a la primera sección de $ 1,20 a $ 2,10.
La segunda alternativa prevé incrementar 118% el mínimo que pasaría de $1,10 a $2,40 y un 108% el pasaje de la primera sección que de $ 1,20 se iría a $ 2,50 para quedar igualado con el subte.
Por el lado de los trenes, los cálculos en danza contemplan elevar la tarifa mínima de los ramales eléctricos de $0,80 a $ 1,40 (75%). En tanto, el boleto actual de tres secciones que está en $1,35 pasaría a $ 2 (48%).
La decisión política de adelantar los aumentos depende ahora de Planificación y la Casa Rosada. Si el ajuste del subte se aplica sin contratiempos, las subas en colectivos y trenes regirían antes de la segunda quincena de enero. (La Política OnLine).
Tras el aumento del 127% que aprobó la administración de Mauricio Macri para el boleto del subte, el gobierno nacional comenzó a evaluar la posibilidad de adelantar el ajuste tarifario que tiene en carpeta para los colectivos y trenes metropolitanos y que está pautado para fines de febrero y principios de marzo, según publicó el diario Clarín.
Sin perder de vista las reacciones de los usuarios que va cosechando la decisión porteña, los técnicos del área de Transporte comenzaron ayer a barajar una nueva hipótesis de trabajo que prevé anticipar para mediados de enero la aplicación de las subas tarifarias que están pendientes para las líneas de ómnibus y los servicios ferroviarios.
Al momento de anunciar a principios de noviembre la puesta en marcha del plan de eliminación de subsidios a los servicios esenciales, tanto el ministro de Planificación, Julio De Vido, como el titular de Transporte, Juan Pablo Schiavi habían señalado que en el caso del transporte público las actualizaciones tarifarias iban a definirse hacia febrero y marzo de este año. De acuerdo con lo indicado por los funcionarios, el esquema en juego apunta a cambiar el actual esquema masivo de subsidios por una distribución “personalizada” de los aportes estatales con el fin de beneficiar solamente a los usuarios de bajos recursos económicos.
Si bien ese criterio de “redireccionamiento” de los subsidios se mantiene en pie para los próximos meses, ahora la intención del Gobierno sería aprovechar la senda abierta por Macri con el aumento de los subtes e implementar un ajuste generalizado para colectivos y trenes que le permita empezar a reducir los millonarios subsidios que destina al transporte.
Por mes, el Estado desembolsa unos $1.100 millones para cubrir los costos operativos y salariales de los ómnibus y ferrocarriles de la región metropolitana.
El posible adelantamiento de las subas tarifarias se sustentaría en dos razones clave.
Una política, que consiste en “acoplar” los aumentos al que dispuso la Ciudad de Buenos Aires para reducir las críticas y cuestionamientos a la medida.
Y otra técnica, que responde a la necesidad de tener las tarifas de los medios de transporte público “alineadas” para que no se produzca un traspaso de usuarios a los más económicos con el riesgo de que colapsen los servicios que ya están operando al límite.
Según la evaluación que hacen los técnicos de Transporte “con el subte a $2,50, el mínimo del colectivo no puede seguir mucho tiempo más en el valor actual de $ 1,10 (aunque el más usado es el de $1,20 ) porque en menos de un mes la mayor parte de los usuarios de la Capital Federal se volcarían a ese medio que no está en condiciones de afrontar un marcado incremento de la demanda”.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín , para las tarifas de los colectivos habría dos variantes de aumentos bajo estudio.
La primera contempla un ajuste que oscila entre el 75% y 82% y llevaría el boleto mínimo de $ 1,10 a $ 2 y el correspondiente a la primera sección de $ 1,20 a $ 2,10.
La segunda alternativa prevé incrementar 118% el mínimo que pasaría de $1,10 a $2,40 y un 108% el pasaje de la primera sección que de $ 1,20 se iría a $ 2,50 para quedar igualado con el subte.
Por el lado de los trenes, los cálculos en danza contemplan elevar la tarifa mínima de los ramales eléctricos de $0,80 a $ 1,40 (75%). En tanto, el boleto actual de tres secciones que está en $1,35 pasaría a $ 2 (48%).
La decisión política de adelantar los aumentos depende ahora de Planificación y la Casa Rosada. Si el ajuste del subte se aplica sin contratiempos, las subas en colectivos y trenes regirían antes de la segunda quincena de enero. (La Política OnLine).
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