A más de un año de las elecciones de medio término que, en el 2013, redefinirán las composiciones de los cuerpos legislativos, los partidos de la oposición buscan trazar un panorama que los posicione como alternativa apetecible al kirchnerismo.
Lentamente, aún con mucho terreno por recorrer, los potenciales candidatos empiezan a mostrarse, al mismo tiempo que los armadores de los diferentes espacios buscan los mejores horizontes de alianzas.
Anoche, el kirchnerismo antizuccarista –que, en algún sentido, puede también posicionarse en la oposición, aunque sea en lo local- comenzó a andar su camino.
La nave insignia es el Nuevo Encuentro, el partido provincial del diputado Martín Sabbatella. La fuerza inauguró su local partidario en el centro de la ciudad y con él, dio el puntapié inicial de su carrera al 2013.
La ex candidata a la intendencia Mirta Ortega Sanz, líder de los reclamos sindicales de los médicos del Sanguinetti, ya aparece como la posible cabeza de la lista para el año próximo. Pero por el momento asegura que esa historia aún está por escribirse.
“La lista saldrá de la gente que se verá trabajar en este local. Lo hacemos en el marco de la convocatoria de la Presidenta a estar unidos y organizados”, dijo Ortega Sanz.
Así, ya comenzaron los contactos con otros espacios, entre los que aparecen La Cámpora y el Movimiento Evita, así como ya habían ido en acuerdo con el partido Miles, de Luis D’Elía, en el 2011.
Todos por el Pro
Con el macrismo asomando como un espacio aglutinante de buena parte del espectro político que se abre desde el centro hacia la derecha, varios de los espacios locales de la oposición buscan su lugar a la sombra del jefe de gobierno porteño.
El concejal Diego Ranieli, alejado del espacio de Francisco De Narváez, en franca declinación, va dando lentos pasos para ubicarse en el marco del Pro peronismo, un sector de militantes y dirigentes centrifugados del PJ que buscan una estructura en la que seguir en el ruedo.
En los últimos meses, estuvo en el lanzamiento de ese espacio político en la ciudad de Rosario, aunque por ahora insiste en no mostrarse comprometido definitivamente con ninguna agrupación.
Es que ese espacio tiene más de un aspirante. En los últimos días, los concejales Gustavo Trindade y Noemí Barrio, del bloque Unidad Peronista, se mostraron junto al intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, otro que viene pidiendo pista para una eventual alianza con el Pro.
De darse ese escenario, se reeditaría la vieja interna que ya enfrentó a Ranieli con Trindade en el 2009, en aquella precaria alianza que se llamó Unión Pro.
El mismo macrismo busca por estos días su horizonte político. Con una encuesta en la que salió a medir a dirigentes propios y a figuras reconocidas del distrito –incluso comerciantes sin participación política- apuesta a llegar al 2013 con candidatos potables.
Como sea, la interna que se avecina dentro del partido de Macri no parece sencilla.
Frente
El Frente Amplio Progresista, consolidado como segunda fuerza en el 2011, apuesta a cosechar los votos que se le escapan por izquierda al kirchnerismo.
El socialismo, su partido más fuerte, es conducido en Pilar por Pablo Foster y Miguel Gamboa. Aún no termina de madurar la frustración de no haber llegado al Concejo Deliberante en las elecciones del año pasado y están convencidos de salir a buscar revancha en el 2013.
Para eso, buscan fortalecer la estructura partidaria, con campañas de difusión y, sobre todo, de captación de afiliados.
El FAP es uno de los partidos que tiene buena llegada entre los sectores juveniles y, por ende, ve con buenos ojos el proyecto para que se pueda votar desde los 16 años.
El radicalismo, por su parte, todavía no termina de consolidar su recuperación. Con un buen trabajo local, que redundó en volver a tener representación en el Concejo Deliberante, depende sin embargo de las internas que se cocinan fuera de los ámbitos de decisión de los dirigentes pilarenses.
La alternativa de la hora para los radicales es una encrucijada que parecía impensable hace un lustro: profundizar su tradición popular sondeando un acuerdo con el FAP o, por el contrario, convertirse en una fuerza aliada del liberalismo económico y la derecha política junto en con el Pro.
Hasta que esa definición no esté tomada por las estructuras partidarias, es poco lo que podrán definir los pilarenses mirando las elecciones del año que viene.
¿Sin alianza?
Paños fríos al acuerdo UCR-FAP
La diputada nacional Liliana Parada aseguró ayer que el Frente Amplio Progresista (FAP) no busca establecer una alianza electoral con el radicalismo, y pronosticó que el ex gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, tendrá en los comicios del 2013 y del 2015 mejores chances que el resto de los eventuales candidatos opositores.
«No está en la cabeza del FAP la decisión de acordar con el radicalismo; las estructuras de la UCR y el PJ no forman parte del proyecto del Frente, lo que no significa que no puedan sumarse radicales o peronistas», aseguró Parada, en una entrevista con Télam.
Incluso, la diputada nacional del FAP consideró a «la UCR, el PJ y la derecha» como los «límites» de ese espacio a la hora de buscar acuerdos político-electorales de cara al 2013 aunque admitió la posibilidad de establecer libertad de acción en algunos distritos. (Pilar a Diario).
Lentamente, aún con mucho terreno por recorrer, los potenciales candidatos empiezan a mostrarse, al mismo tiempo que los armadores de los diferentes espacios buscan los mejores horizontes de alianzas.
Anoche, el kirchnerismo antizuccarista –que, en algún sentido, puede también posicionarse en la oposición, aunque sea en lo local- comenzó a andar su camino.
La nave insignia es el Nuevo Encuentro, el partido provincial del diputado Martín Sabbatella. La fuerza inauguró su local partidario en el centro de la ciudad y con él, dio el puntapié inicial de su carrera al 2013.
La ex candidata a la intendencia Mirta Ortega Sanz, líder de los reclamos sindicales de los médicos del Sanguinetti, ya aparece como la posible cabeza de la lista para el año próximo. Pero por el momento asegura que esa historia aún está por escribirse.
“La lista saldrá de la gente que se verá trabajar en este local. Lo hacemos en el marco de la convocatoria de la Presidenta a estar unidos y organizados”, dijo Ortega Sanz.
Así, ya comenzaron los contactos con otros espacios, entre los que aparecen La Cámpora y el Movimiento Evita, así como ya habían ido en acuerdo con el partido Miles, de Luis D’Elía, en el 2011.
Todos por el Pro
Con el macrismo asomando como un espacio aglutinante de buena parte del espectro político que se abre desde el centro hacia la derecha, varios de los espacios locales de la oposición buscan su lugar a la sombra del jefe de gobierno porteño.
El concejal Diego Ranieli, alejado del espacio de Francisco De Narváez, en franca declinación, va dando lentos pasos para ubicarse en el marco del Pro peronismo, un sector de militantes y dirigentes centrifugados del PJ que buscan una estructura en la que seguir en el ruedo.
En los últimos meses, estuvo en el lanzamiento de ese espacio político en la ciudad de Rosario, aunque por ahora insiste en no mostrarse comprometido definitivamente con ninguna agrupación.
Es que ese espacio tiene más de un aspirante. En los últimos días, los concejales Gustavo Trindade y Noemí Barrio, del bloque Unidad Peronista, se mostraron junto al intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, otro que viene pidiendo pista para una eventual alianza con el Pro.
De darse ese escenario, se reeditaría la vieja interna que ya enfrentó a Ranieli con Trindade en el 2009, en aquella precaria alianza que se llamó Unión Pro.
El mismo macrismo busca por estos días su horizonte político. Con una encuesta en la que salió a medir a dirigentes propios y a figuras reconocidas del distrito –incluso comerciantes sin participación política- apuesta a llegar al 2013 con candidatos potables.
Como sea, la interna que se avecina dentro del partido de Macri no parece sencilla.
Frente
El Frente Amplio Progresista, consolidado como segunda fuerza en el 2011, apuesta a cosechar los votos que se le escapan por izquierda al kirchnerismo.
El socialismo, su partido más fuerte, es conducido en Pilar por Pablo Foster y Miguel Gamboa. Aún no termina de madurar la frustración de no haber llegado al Concejo Deliberante en las elecciones del año pasado y están convencidos de salir a buscar revancha en el 2013.
Para eso, buscan fortalecer la estructura partidaria, con campañas de difusión y, sobre todo, de captación de afiliados.
El FAP es uno de los partidos que tiene buena llegada entre los sectores juveniles y, por ende, ve con buenos ojos el proyecto para que se pueda votar desde los 16 años.
El radicalismo, por su parte, todavía no termina de consolidar su recuperación. Con un buen trabajo local, que redundó en volver a tener representación en el Concejo Deliberante, depende sin embargo de las internas que se cocinan fuera de los ámbitos de decisión de los dirigentes pilarenses.
La alternativa de la hora para los radicales es una encrucijada que parecía impensable hace un lustro: profundizar su tradición popular sondeando un acuerdo con el FAP o, por el contrario, convertirse en una fuerza aliada del liberalismo económico y la derecha política junto en con el Pro.
Hasta que esa definición no esté tomada por las estructuras partidarias, es poco lo que podrán definir los pilarenses mirando las elecciones del año que viene.
¿Sin alianza?
Paños fríos al acuerdo UCR-FAP
La diputada nacional Liliana Parada aseguró ayer que el Frente Amplio Progresista (FAP) no busca establecer una alianza electoral con el radicalismo, y pronosticó que el ex gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, tendrá en los comicios del 2013 y del 2015 mejores chances que el resto de los eventuales candidatos opositores.
«No está en la cabeza del FAP la decisión de acordar con el radicalismo; las estructuras de la UCR y el PJ no forman parte del proyecto del Frente, lo que no significa que no puedan sumarse radicales o peronistas», aseguró Parada, en una entrevista con Télam.
Incluso, la diputada nacional del FAP consideró a «la UCR, el PJ y la derecha» como los «límites» de ese espacio a la hora de buscar acuerdos político-electorales de cara al 2013 aunque admitió la posibilidad de establecer libertad de acción en algunos distritos. (Pilar a Diario).
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