sábado, agosto 31, 2013

De José C. Paz a la oración por la Paz en Siria.

El jueves 29 de agosto se llevó a cabo en la Catedral Metropolitana frente a la Plaza de Mayo, la oración por la paz en Siria y la escalada de violencia en ese país de oriente. 
En la misma se reunieron representantes del islam, el rabino, Dr. Abraham Skorka por el judaísmo, un representante de monseñor Siluan, arzobispo de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquia, monseñor Vartan Boghossian de la comunidad armenia y representantes de las iglesias pentecostales y luteranas. 
Monseñor Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, quien encabezó la oración de la comunidad católica apostólica romana, resaltó que: "El enfrentamiento no ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas; es, sobre todo, la capacidad de encuentro y de diálogo” en referencia a recientes declaraciones del Papa Francisco.
El Dr. Prof. Carlos Víctor Zalazar participó y transmitió personalmente al arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, y demás presenteslos los saludos del director de Cultos y del intendente de José C. Paz, Jorge Sánchez y Carlos N. Urquiaga respectivamente, resaltando que "con este gesto, en el que cada representante religioso oro según su tradición, se busca mostrar la cercanía en solidaridad para todas las víctimas de este conflicto y a todos aquellos que sufren, especialmente a los niños; teniendo siempre encendida la esperanza y compromiso por la paz”.
Monseñor Mario Aurelio Poli,  arzobispo de Buenos Aires, destacó que: “hay que dar a la paz armas morales, que den fuerza y prestigio al derecho internacional, como lo señalaba Pablo VI”.
agregó que: “Se trata de momentos en que los  hermanos sirios sufren el flagelo del enfrentamiento mutuo y la desolación, y ante una inminente escalada de violencia en esa nación”.
Participaron además de la ceremonia el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; el exarca en la Argentina de la Iglesia católica greco melquita, monseñor Abdo Arbac; el pastor Norberto Saracco, de la Iglesia Pentecostal “Buenas Nuevas”; el pastor David Calvo, de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU), el rabino Abraham Skorka, de la comunidad Benei Tikva, y el sheij Abdel Nabi, del Centro Islámico de la República Argentina.
Julia Torres, de la Pastoral Social, comenzó la celebración: “Nos encontramos esta tarde en súplica al Señor con una sola voz: Paz, Shalom, Salam!”.
Monseñor Poli también pidió: “observar los pactos internacionales preexistentes, que rigen la convivencia internacional.
Y recordó que: “el Papa Francisco manifestó el pasado domingo, durante el tradicional Ángelus en la Plaza de San Pedro, su dolor y cercanía al pueblo sirio”.
“Que nuestras oraciones se eleven y lleguen al corazón pacífico del único Dios y Padre, Clemente y misericordioso, y ya que su providencia nos sorprende cada día, no dejemos de levantar nuestras manos para pedir que se cumpla lo que Él puso en labios de Isaías: ‘Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra’”.
El pastor Norberto Saracco, de la Iglesia Pentecostal Buenas Nuevas, pidió: “al buen Dios el don de la paz y que sostenga a quienes están dispuestos a hacer la paz”.
El pastor David Calvo recordó palabras de Jesús a sus discípulos: “Les doy mi paz, pero no como la da el mundo”,  “cuando los conflictos llegan, es cuando necesitamos esa paz que surge de Dios”.
Puso como ejemplo a María, que pudo haberse lamentado, pero “caminaba sostenida por la misericordia del Altísimo, enfrentando su vida como un llamado de Dios a cumplir una tarea en su designio de paz para el mundo”.
El rabino Abraham Skorka, de la comunidad Benei Tikva, hizo una reflexión sobre el designio de Dios al crear el mundo y cómo los hombres deben actuar buscando respetar la voluntad de Creador.
El arzobispo Siluan Muci, metropolita de la Iglesia apostólica ortodoxa del patriarcado de Antioquía, arzobispo de Buenos Aires y toda Argentina, que no pudo asistir, envió un emotivo mensaje que leyó el padre Gabriel Coronel, rector de la catedral de San Jorge: “Nos duele el corazón ante la perspectiva de la realización de operaciones militares extranjeras inminentes en Siria”.




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