miércoles, enero 08, 2014

Las asambleas vecinales de inundados se fortalecen y mantienen en alto sus reclamos en La Plata

El pasado 18 de diciembre la Universidad Nacional de la Plata y la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Tolosa inauguraron la Cátedra Libre “Inundación y Ciudadanía” con una mesa redonda muy concurrida realizada en el edificio de la Presidencia. El Vicepresidente  de la Universidad, Raúl Perdomo, explicó los motivos que llevaron a la institución a impulsar la propuesta y fue muy claro en plantear la necesidad de una sólida vinculación entre  comunidad y Universidad. La mesa contó con las exposiciones de Eduardo Reese que aportó una perspectiva sobre los procesos socioespaciales y su relación con los problemas ambientales. Ramiro Sarandon mostró los resultados de investigación sobre cambio climático en la Región y criterios de manejo del riesgo. Finalmente, los coordinadores de la Asamblea, Pablo Celi y Benjamín Palumbo presentaron brevemente a la organización.
La Cátedra Libre es un espacio que nace de la necesidad de fortalecer el papel de la ciudadanía en la construcción de una sólida agenda urbana en torno al manejo del riesgo, las formas de crecimiento de la ciudad, y la calidad de vida con equidad social. Sus objetivos concretos son, entre otros: a) promover la divulgación pública del conocimiento sobre riesgo hídrico y gestión sustentable del agua en la región de La Plata, Ensenada y Berisso; b) impulsar el fortalecimiento de las redes ciudadanas y el involucramiento de la comunidad en todos los aspectos de la gestión del riesgo hídrico; c) promover el diálogo intersectorial entre Universidad, organizaciones sociales urbanas y estructuras de gobierno; d) Impulsar el debate y conocimiento sobre las relaciones entre transformaciones territoriales y gestión sustentable del agua.
La Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Tolosa es una organización pluralista surgida espontáneamente a raíz de la tragedia. Desde el principio ha planteado que se formalice un canal de participación constructiva de los ciudadanos de la región para afrontar un futuro que se presenta incierto. La Asamblea levanta en primer lugar una demanda de verdad y justicia por respeto a tantas víctimas. ¿Qué pide para reparar aunque sea en mínima parte, el impacto de lo ocurrido?Esclarecimiento de las muertes, apoyo a la reconstrucción, incentivación de la memoria por las víctimas y para mantener viva la conciencia pública del riesgo. Quienes la integran esperan para las próximas semanas conclusiones definitivas de las investigaciones judiciales sobre la trágica pérdida de vidas humanas y consideran que todavía está pendiente una adecuada reparación y ayuda en la reconstrucción, y que los subsidios entregados por la Municipalidad han sido casi irrelevantes y discrecionales, dado que además la Legislatura nunca votó el proyecto de ley provincial de subsidios. 
Hacia adelante, la Asamblea pide la formulación de un verdadero Plan Maestro de manejo de los drenajes urbanos con las pautas a que la propia Provincia se obligó por el Decreto 2647/06. Eso incluye:
  1. El debate público, participativo y transparente respecto de qué nivel de protección pueden tener los ciudadanos de la región. Hoy se anuncian licitaciones de grandes obras de conducción que por supuesto son bienvenidas. Pero nadie ha podido conocer los niveles de riesgo que consideran las autoridades según las distintas hipótesis ni se han podido ver modelos que muestren el comportamiento del sistema de drenajes frente a distintas solicitaciones. No se espera evitar daños frente a un evento tan extremo como el que padecimos. El problema es que frente a eventos mucho menores, alguna parte de la ciudad siempre sufre consecuencias severas como se viene verificando sistemáticamente. Por otro lado, no se ha completado todavía el esquema de financiamiento que autorizó la Legislatura para las obras que se anuncian. Sólo se ha suscripto un convenio general entre la Provincia y el Ministerio de Economía de la Nación.
  2. El diseño de la actuación frente a la contingencia, que es parte integrante de cualquier plan. A 9 meses de la catástrofe, frente a otro evento grave la sociedad no tendría pistas de cómo puede ser la dinámica de las aguas, qué riesgos corre, qué puede esperar de las autoridades y cómo debiera comportarse. 
  3. El diseño de drenajes urbanos con criterios actualizados y amigables ambientalmente, es decir con el máximo posible de retención del agua en las fuentes o cerca de ellas y no sólo privilegiando las obras de rápida conducción que son las únicas que figuran en los anuncios realizados por el Ministerio de Infraestructura. ¿Cómo? promoviendo innumerables formas de almacenamiento en lugares públicos y edificios privados; favoreciendo los mecanismos naturales de escurrimiento e infiltración; combinando medidas estructurales (las que siguen modificando el sistema hídrico) con las no estructurales (las que buscan convivir con él tal como está allí donde es posible). Hoy las autoridades del organismo provincial de obras hidráulicas renuncian expresamente a considerar sistemas de retención, además de las obras de conducción. El planteo de una clara estrategia de manejo de la relación entre la expansión urbana y el sistema hídrico, y de los efectos de la hiperdensificación en el sistema de drenajes pluviales. La población de La Plata crece más y la zona urbanizada se expande muy rápidamente en todos los formatos: barrios cerrados, viejos loteos que se van ocupando, asentamientos informales, conjuntos habitacionales. Proteger los valles de inundación en los tramos medios y altos de nuestras cuencas (la cuenca del arroyo Del Gato mantiene todavía amplísimas áreas libres cerca de los cursos en su tramo medio y alto), asegura no seguir reproduciendo y agravando los problemas. Hoy hay varias áreas inundables que se siguen ocupando legal o ilegalmente aun cuando figuran como zonas de riesgo hasta para el propio código urbano, y no hay previsiones para ofrecer suelo correctamente urbanizado que evite que el único recurso de muchas familias siga siendo la ocupación informal en los peores lugares. Por otro lado no se conoce el estado de la red de alcantarillas y los daños de todo tipo que se derivan de la enorme actividad constructiva en el área central. Las obras que se anuncian renuncian por anticipado a toda consideración de los escenarios reales de crecimiento urbano.
  4. La revisión y consistencia de todas las normas de manejo hídrico de los distintos organismos provinciales y la municipalidad. Los permisos para relleno de terrenos alterando totalmente las dinámicas de las cuencas nace de muy cuestionables interpretaciones de las normas existentes. En este aspecto existen sólo algunas señales frente a casos puntuales.
  5. La construcción de una “institucionalidad” adecuada en la gestión de los drenajes, es decir que organice los mecanismos de coordinación intersectorial, las formas de participación de la sociedad, el control público, la comunicación. Los niveles de coordinación son muy incipientes pero se han abierto algunas puertas para el control ciudadano de obras y la participación en el Comité de Cuencas de la región capital.
  6. La definición de los mecanismos con los que se repartirán los costos del Plan. Quienes desarrollan la explosiva y destructiva densificación del centro de La Plata deben contribuir no sólo a superar la congestión de servicios que generan sino también a mejorar la infraestructura en toda la ciudad. La Asamblea levanta paralelamente la demanda para que se implementen otras formas de densificación de la ciudad, que no lesionen de manera tan indiscriminada su identidad.
La demanda central es por un salto de calidad en las políticas urbanas. El desencadenante ha sido una tragedia, pero aun así desde la Asamblea no renuncian a sentirlo como una oportunidad. (Informe Digital Metropolitano).

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