jueves, junio 07, 2007

BUENOS AIRES. VICE DE LA LEGISLATURA, PUESTO CLAVE. Por Nicolás Florentino

BUENOS AIRES, Junio 07, (PUNTO CERO-La Política OnLine) Uno de los puestos claves que se dimitirá una vez que asuma el nuevo jefe de Gobierno y los legisladores elegidos el pasado fin de semana será la vicepresidencia de la Legislatura de la Ciudad.
El vicepresidente primero de la Legislatura tiene una función altamente trascendental: administra la “casa”, como ellos dicen, que incluye el manejo de su abultado presupuesto. Según advierte la Constitución de la Ciudad en su artículo 75, “el presupuesto de la Legislatura para gastos corrientes de personal no podrá superar el uno y medio por ciento del presupuesto total de la Ciudad”. Hoy, esa suma sería superior a los 100 millones de pesos.
“El vicepresidente administra los gastos de funcionamiento de la Legislatura, como las plantas transitorias de los legisladores o el personal de la casa, como ser el de seguridad o el de mantenimiento, por ejemplo”, adviertió Miguel Talento a La Política Online, hoy uno de los vicepresidentes de la Legislatura.
La vicepresidencia primera administra varias direcciones generales, entre ellas algunas clave, como la administrativa o la de prensa, desde donde se emite toda la información institucional. Función que obviamente permite gozar de los privilegios de un trato aceitado con el periodismo.
Entre otras cosas, dicta resoluciones y firma todas las elevaciones que se realizan al jefe de Gobierno. También realiza funciones protocolares, vitales para aumentar el “conocimiento” y la exposición ante el gran público. “El titular de la casa sale en todas las fotos. Entrega diplomas de ciudadano ilustre, plaquetas, etcétera”, explica un vocero de la Legislatura.
Por su parte, la vicepresidencia segunda tiene a su cargo la Dirección de Cultura. Por allí también pasa bastante dinero que se invierte en conmemoraciones a veces un tanto inéditas con costos altos y muchas veces innecesarios.
Existe también una vicepresidencia tercera, que sólo tiene a su cargo funciones protocolares, sin caja propia.

Los beneficios propios
Tanto la vicepresidencia primera como la segunda cuentan con una “caja chica”, de la cual, como es costumbre en estos casos, pocos dan cuenta de en qué se gastan esos fondos. Las suma para la segunda sería de unos 1.500 pesos por semana, mientras que la primera asciende a, por lo menos, el doble, según advirtieron fuentes internas. “Che, sacá la caja chica que necesito un pantalón” es uno de los tantos chistes internos y comunes en los pasillos de la Legislatura.
Estos puestos institucionales cuentan además con otras ventajas. Por sus oficinas pasa información crítica, que muchas veces ni siquiera es reenviada a las distintas comisiones y bloques. Y, como es sabido, “en política, información es poder”, aclara entre risas la fuente.
También tienen acceso a labor parlamentaria, que es la reunión previa a las sesiones donde los jefes de cada bloque deciden que temas se van a tratar en la sesión. Por esto, los bloques que tienen legisladores ocupando cargos institucionales se permiten tener dos representantes ahí. Por eso también, ningún presidente de bloque puede ocupar vicepresidencias.
Otro dato color es que los tres puestos institucionales más importantes de la legislatura -la presidencia y los dos vices- cuentan con un servicio especial de bar. Pueden pedir cafés, tés, jugos exprimidos, gaseosas, todo absolutamente gratis. Nada comestible, aunque ciertamente termina ocurriendo.
También trabajan en oficinas y despachos donde cualquiera la pasaría bastante mejor: alfombras de lujo, muebles de madera, heladeras con frigobar, mesas amplias y, sobre todo, cuadros millonarios adornando las paredes.

La elección
Según indica el artículo 71 de la carta magna porteña, “la Legislatura tiene un Vicepresidente Primero, que es designado por la misma, quien ejerce su coordinación y administración, suple al Vicejefe de Gobierno en su ausencia y desempeña todas las funciones que le asigna el reglamento”.
La reglamentación indica que se realiza una sesión especial para elegir a las autoridades institucionales, en la cual se sesiona y se designan. Su cargo dura un año, cuando deben ser renovados o reelectos.
Pero la realidad muestra que pocas veces se llega a esa elección, sino que se resuelve internamente, con “rosca” política y negociaciones “diplomáticas”. Así pasó la última vez, cuando el macrismo se quedó con la primera vicepresidencia por ser la primer minoría, en manos de Santiago de Estrada, y el kirchnerismo con la segunda, ocupada por Talento.

Suena Santilli
Hoy, el macrismo no sólo tiene asegurado el envidiado puesto de la vicepresidencia primera, sino que hasta podría darse el lujo de no negociar la segunda, llevarla a sesión, y quedarse con ambas.El que aparece como número puesto para este importante cargo es el legislador de PRO Diego Santilli.
Incluso, La Política Online se comunicó con él y, sin desmentir esta posibilidad, sólo dijo que “no hay nada por ahora”, pero que “si los demás diputados quieren que yo sea, lo voy a ser”. (PUNTO CERO-La Política OnLine).

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