BUENOS AIRES, Junio 19, (PUNTO CERO-La Política OnLIne) El creciente deterioro que sufre el gobierno, multiplicado por la velocidad de la luz que estos tiempos imprimen a los acontecimientos políticos –tesis desarrollada por Paul Virilio-, están agitando las usinas de politólogos y consultores que imaginan posible que surja un Fujimori argentino que sobre el filo de la elección se quede con la Presidencia, capitalizando las ansias de recambio que imperan en amplios sectores de la sociedad.
Uno de los más importantes garúes de la política nacional se reunió hace tres semanas con un hombre de peso en el peronismo para analizar este escenario. Allí se coincidió en el siguiente diagnóstico:
1- Que el kirchnerismo está en franco retroceso en la sociedad y aumentando de manera alarmante su tradicional porcentaje de desaciertos políticos.
2- Que hasta ahora ninguno de los candidatos presidenciales opositores lanzados, Roberto Lavagna, Ricardo López Murphy, Ramón Puerta o Lilita Carrió, está capitalizando ese descontento.
3- Que hay margen para instalar un candidato presidencial alternativo que venga de “afuera” de la política tradicional, pero que tenga alto conocimiento público y simpatía y reconocimiento popular.
Se analizó en ese encuentro –y en otros- el fenómeno de Fujimori en Perú, cuando subido al cansancio de la sociedad de los políticos tradicionales pasó en pocos meses, de una intención de voto de menos de un dígito a ganar la Presidencia.
En ese sentido, el primer nombre que surgió fue el de Daniel Scioli –quien mide mejor que Cristina Kirchner en los dos distritos donde se define la elección, esto es Capital Federal y provincia de Buenos Aires-, pero esta claro que el actual vicepresidente, no cuenta con la audacia o las ganas necesarias para enfrentar al matrimonio presidencial. Esto pese a que de lanzarse contaría inmediatamente con el respaldo de Eduardo Duhalde y buena parte del peronismo nacional que aguanta a desgano a Kirchner.
Luego se valuó el nombre de José Manuel de la Sota. Este sí con experiencia y capacidad de aguantar peleas duras, pero lamentablemente el calendario electoral no lo ayuda. Antes de imaginar una disputa presidencial debe garantizarse el triunfo en Córdoba y estas elecciones son en septiembre. No queda tiempo para instalar una candidatura presidencial.
Juan Carlos Blumberg dejó de ser un proyecto serio luego del escándalo por su supuesto título de ingeniero –incidente que agravó gratuitamente con su vergonzante silencio-, y entonces fue así que otro surgió inesperadamente: Gabriela Michetti.
La compañera de fórmula de Mauricio Macri se ha convertido en la nueva estrella de la política nacional, desbordando los límites de la Capital Federal. Dueña de un discurso creíble, una cara preciosa y un carisma fresco, Michetti encandila hoy a los medios y a dirigentes de todo el arco político. Desde Lilita Carrió a López Murphy le han llovido elogios.
Como se sabe Macri en octubre deberá presentar listas de candidatos a diputados nacionales y a senador por la Capital Federal. Una parada difícil antes de su asunción en diciembre –si es que gana el ballotage, como todo indica-. Si no acompaña sus candidatos con un postulante presidencial de arrastre, podría sufrir una derrota de importancia antes de arribar al gobierno.
Uno de los más importantes garúes de la política nacional se reunió hace tres semanas con un hombre de peso en el peronismo para analizar este escenario. Allí se coincidió en el siguiente diagnóstico:
1- Que el kirchnerismo está en franco retroceso en la sociedad y aumentando de manera alarmante su tradicional porcentaje de desaciertos políticos.
2- Que hasta ahora ninguno de los candidatos presidenciales opositores lanzados, Roberto Lavagna, Ricardo López Murphy, Ramón Puerta o Lilita Carrió, está capitalizando ese descontento.
3- Que hay margen para instalar un candidato presidencial alternativo que venga de “afuera” de la política tradicional, pero que tenga alto conocimiento público y simpatía y reconocimiento popular.
Se analizó en ese encuentro –y en otros- el fenómeno de Fujimori en Perú, cuando subido al cansancio de la sociedad de los políticos tradicionales pasó en pocos meses, de una intención de voto de menos de un dígito a ganar la Presidencia.
En ese sentido, el primer nombre que surgió fue el de Daniel Scioli –quien mide mejor que Cristina Kirchner en los dos distritos donde se define la elección, esto es Capital Federal y provincia de Buenos Aires-, pero esta claro que el actual vicepresidente, no cuenta con la audacia o las ganas necesarias para enfrentar al matrimonio presidencial. Esto pese a que de lanzarse contaría inmediatamente con el respaldo de Eduardo Duhalde y buena parte del peronismo nacional que aguanta a desgano a Kirchner.
Luego se valuó el nombre de José Manuel de la Sota. Este sí con experiencia y capacidad de aguantar peleas duras, pero lamentablemente el calendario electoral no lo ayuda. Antes de imaginar una disputa presidencial debe garantizarse el triunfo en Córdoba y estas elecciones son en septiembre. No queda tiempo para instalar una candidatura presidencial.
Juan Carlos Blumberg dejó de ser un proyecto serio luego del escándalo por su supuesto título de ingeniero –incidente que agravó gratuitamente con su vergonzante silencio-, y entonces fue así que otro surgió inesperadamente: Gabriela Michetti.
La compañera de fórmula de Mauricio Macri se ha convertido en la nueva estrella de la política nacional, desbordando los límites de la Capital Federal. Dueña de un discurso creíble, una cara preciosa y un carisma fresco, Michetti encandila hoy a los medios y a dirigentes de todo el arco político. Desde Lilita Carrió a López Murphy le han llovido elogios.
Como se sabe Macri en octubre deberá presentar listas de candidatos a diputados nacionales y a senador por la Capital Federal. Una parada difícil antes de su asunción en diciembre –si es que gana el ballotage, como todo indica-. Si no acompaña sus candidatos con un postulante presidencial de arrastre, podría sufrir una derrota de importancia antes de arribar al gobierno.
De manera que el nombre de Michetti comenzó a rodar y ya son varios los que se entusiasman con una boleta que la lleve como candidata a la Presidencia, y detrás de ella a López Murphy como postulante a senador. (PUNTO CERO-La Política OnLIne).
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