BUENOS AIRES, Junio 19, (PUNTO CERO-La Política OnLIne) Tendrá que dar algún tipo de explicaciones si se conforma que el ex obispo castrense, Antonio Baseotto, cobró durante algún tiempo una suma no especificada de dinero en cheques, que eran un "aporte" que el gobierno nacional canalizaba a través de una fuerza de seguridad hacia la entidad eclesiástica.
Por ahora, se trata solo de un rumor, pero ya habría una investigación en marcha, y se comenta que una fotocopia de algunos de estos cheques estaría en manos de un importante medio. De ser cierto, se trataría, verdaderamente, de un escándalo, ya que es difícil explicar por qué motivo una fuerza de seguridad le entregaba dinero a un obispo.
Baseotto fue uno de los hombres de la Iglesia argentina que tuvo cruces más fuertes con el gobierno de Kirchner, que desde su llegada al poder mantuvo una relación fría con la cúpula eclesiástica.
En abril de este año, el Papa Benedicto XVI le envió una carta de puño y letra en latín donde lo elogiaba al obispo castrense Antonio Baseotto por su "recta interpretación de la doctrina de la Iglesia" pese a que fue cuestionado desde hace dos años por el gobierno de Néstor Kirchner cuando sugirió que había que tirar al mar al ministro de Salud, el electo diputado porteño Ginés González García, por favorecer la despenalización del aborto y el uso de preservativos.
El conflicto entre Baseotto y el Ejecutivo estalló en febrero de 2005, cuando trascendió una carta que el obispo castrense le envió a Ginés. Allí, apelando a una frase bíblica, sugería que había que "tirar al mar" a quienes propugnen esas medidas.
El Gobierno entendió que la frase evocaba los "vuelos de la muerte" de la pasada dictadura, por lo que le sacó a Baseotto el rango de subsecretario y el sueldo, y pidió al Vaticano que lo separara del cargo, pero la Santa Sede se negó.
Por ahora, se trata solo de un rumor, pero ya habría una investigación en marcha, y se comenta que una fotocopia de algunos de estos cheques estaría en manos de un importante medio. De ser cierto, se trataría, verdaderamente, de un escándalo, ya que es difícil explicar por qué motivo una fuerza de seguridad le entregaba dinero a un obispo.
Baseotto fue uno de los hombres de la Iglesia argentina que tuvo cruces más fuertes con el gobierno de Kirchner, que desde su llegada al poder mantuvo una relación fría con la cúpula eclesiástica.
En abril de este año, el Papa Benedicto XVI le envió una carta de puño y letra en latín donde lo elogiaba al obispo castrense Antonio Baseotto por su "recta interpretación de la doctrina de la Iglesia" pese a que fue cuestionado desde hace dos años por el gobierno de Néstor Kirchner cuando sugirió que había que tirar al mar al ministro de Salud, el electo diputado porteño Ginés González García, por favorecer la despenalización del aborto y el uso de preservativos.
El conflicto entre Baseotto y el Ejecutivo estalló en febrero de 2005, cuando trascendió una carta que el obispo castrense le envió a Ginés. Allí, apelando a una frase bíblica, sugería que había que "tirar al mar" a quienes propugnen esas medidas.
El Gobierno entendió que la frase evocaba los "vuelos de la muerte" de la pasada dictadura, por lo que le sacó a Baseotto el rango de subsecretario y el sueldo, y pidió al Vaticano que lo separara del cargo, pero la Santa Sede se negó.
Finalmente, a mediados de mayo, el Papa aceptó la renuncia de Baseotto por límite de edad, sobre la base del canon 401 del código de derecho canónico. (PUNTO CERO-La Política OnLIne).
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