LA PLATA, Mayo 15, (PUNTO CERO-Diariohoy.net) Primero se elevó el canon de las boleterías. Y luego se cerró el sector de encomiendas. Los pasajeros padecen demoras y desorientación. Un negocio “interesante” que mueve miles de pesos y genera quejas en los usuarios.
La Terminal de ómnibus de La Plata tiene un tráfico de entre 15 y 18 mil personas por día. Allí, operan 43 empresas de corta, media y larga distancia con un tráfico anual de 220 mil coches. Además del expendio de pasajes, tienen -o mejor dicho, tenían- a su cargo la recepción y el reparto de encomiendas, que mueven entre 3.000 y 4.000 paquetes diarios. Cifras nada despreciables para los intereses municipales.
La estación platense de micros se transformó en un combo ideal para el Municipio: un verdadero Micropack -así, según denunciaron los agencieros que se retiraron de la terminal, se llama la empresa creada por la Comuna local para encargarse del traslado de paquetes a todo el país-.
La ambiciosa transformación de la estación local -tan sólo por las encomiendas mueve más de 300 mil pesos mensuales- terminó por descontrolar el funcionamiento de la estación local. Micros fuera de horario, interminables colas, pocos servicios e información, empresas fuera de la terminal son algunas de las denuncias recibidas en la redacción de Hoy.
Ahora, además de cerrar el sector de encomiendas y habilitar un nuevo espacio con cuatro compañías -el resto se encuentra fuera de la terminal- se instaló un montacargas en medio de la playa de estacionamiento para dejar los paquetes. Juan Carlos Ferretti, vecino de La Loma, denunció a Hoy que “los paquetes se cargan al aire libre, sin protección. Y muchos micros paran en avenida 1 o sobre calle 42 para cargar bultos”.
El desorden en la terminal tiene sus fundamentos... económicos, según los agencieros. El primer paso fue elevar el canon de las empresas que operan en la estación. Hasta el 31 de diciembre de 2007, los concesionarios debían pagar 450 pesos por cada ventanilla al Municipio, y las empresas 2,68 pesos por cada unidad que toque la plataforma (a la Provincia). Con los nuevos contratos, se exigió un canon de 1.800 pesos. En 43 empresas, más de 77 mil pesos para las arcas municipales.
El segundo paso fue la clausura del sector encomiendas, por el que la Comuna local pagaba 7.000 pesos. “Luego se creó Micropack, una empresa propiedad de Mariano Bruera, el hermano del intendente. Este es un buen negocio, ya que se quedan entre el 10 y 15 por ciento de cada paquete que sale o entra en la terminal”, explicó uno de los agencieros que debió abrir un local en las cercanías de la terminal, pero que prefirió mantener sus datos personales en reserva por miedo a sanciones.
El silencio -o la poca resistencia- de los agencieros que operaban en la terminal es comprensible. Al no poder quedarse en la estación, deben reabrir sus locales fuera del edificio y necesitan la habilitación municipal para poder trabajar. “Si hablamos, no tenemos habilitación”, denunciaron.
La Terminal de ómnibus de La Plata tiene un tráfico de entre 15 y 18 mil personas por día. Allí, operan 43 empresas de corta, media y larga distancia con un tráfico anual de 220 mil coches. Además del expendio de pasajes, tienen -o mejor dicho, tenían- a su cargo la recepción y el reparto de encomiendas, que mueven entre 3.000 y 4.000 paquetes diarios. Cifras nada despreciables para los intereses municipales.
La estación platense de micros se transformó en un combo ideal para el Municipio: un verdadero Micropack -así, según denunciaron los agencieros que se retiraron de la terminal, se llama la empresa creada por la Comuna local para encargarse del traslado de paquetes a todo el país-.
La ambiciosa transformación de la estación local -tan sólo por las encomiendas mueve más de 300 mil pesos mensuales- terminó por descontrolar el funcionamiento de la estación local. Micros fuera de horario, interminables colas, pocos servicios e información, empresas fuera de la terminal son algunas de las denuncias recibidas en la redacción de Hoy.
Ahora, además de cerrar el sector de encomiendas y habilitar un nuevo espacio con cuatro compañías -el resto se encuentra fuera de la terminal- se instaló un montacargas en medio de la playa de estacionamiento para dejar los paquetes. Juan Carlos Ferretti, vecino de La Loma, denunció a Hoy que “los paquetes se cargan al aire libre, sin protección. Y muchos micros paran en avenida 1 o sobre calle 42 para cargar bultos”.
El desorden en la terminal tiene sus fundamentos... económicos, según los agencieros. El primer paso fue elevar el canon de las empresas que operan en la estación. Hasta el 31 de diciembre de 2007, los concesionarios debían pagar 450 pesos por cada ventanilla al Municipio, y las empresas 2,68 pesos por cada unidad que toque la plataforma (a la Provincia). Con los nuevos contratos, se exigió un canon de 1.800 pesos. En 43 empresas, más de 77 mil pesos para las arcas municipales.
El segundo paso fue la clausura del sector encomiendas, por el que la Comuna local pagaba 7.000 pesos. “Luego se creó Micropack, una empresa propiedad de Mariano Bruera, el hermano del intendente. Este es un buen negocio, ya que se quedan entre el 10 y 15 por ciento de cada paquete que sale o entra en la terminal”, explicó uno de los agencieros que debió abrir un local en las cercanías de la terminal, pero que prefirió mantener sus datos personales en reserva por miedo a sanciones.
El silencio -o la poca resistencia- de los agencieros que operaban en la terminal es comprensible. Al no poder quedarse en la estación, deben reabrir sus locales fuera del edificio y necesitan la habilitación municipal para poder trabajar. “Si hablamos, no tenemos habilitación”, denunciaron.
En la actualidad quedaron dentro de la estación las empresas Rápido SA, Río Paraná y San José.
También Chevallier y Urquiza pero sin despacho directo. Por fuera se encuentra Vía Bariloche -se ubicó enfrente a encomiendas-, mientras que Dumas, Chevallier, Urquiza, El Pingüino, Automotores La Plata y Andesmar se instalaron en 42 entre 1 y 2.
También Chevallier y Urquiza pero sin despacho directo. Por fuera se encuentra Vía Bariloche -se ubicó enfrente a encomiendas-, mientras que Dumas, Chevallier, Urquiza, El Pingüino, Automotores La Plata y Andesmar se instalaron en 42 entre 1 y 2.
IZ. (PUNTO CERO-Diariohoy.net).
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