viernes, mayo 16, 2008

SAN ISIDRO HONRÓ A SU PATRONO


SAN ISIDRO, Mayo 16, (PUNTO CERO) Tal como estaba previsto, tuvo lugar el jueves tarde la celebración del patrono de los sanisidrenses, San Isidro Labrador, con la habitual la procesión con la imagen del santo por el casco histórico y la misa que posteriormente se ofició en la iglesia Catedral, con lo que quedaron inauguradas las obras de restauración del templo neogótico.
El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, acompañado de su esposa, Dra. María Fernanda Nuevo, y de sus hijos Melchor y Macarena, participaron de ambas celebraciones y luego, de lo programado por la Dirección de Cultura de la comuna: hubo espectáculos y kermesse.
También estuvieron presentes el intendente de Vicente López, Enrique García, como también los monseñores Justo Laguna –emérito de Morón-, Carlos María Franzini –obispo de Rafaela- y Fernando Bargalló –titular de la Diócesis Merlo-Moreno- y presidente de Cáritas Argentina; representantes de otros municipios de la diócesis, funcionarios de la comuna sanisidrense, miembros de diversas órdenes religiosas y del clero en general.
En el oficio religioso, la homilía estuvo a cargo del párroco de la catedral, padre Pedro Oeyen. Sus palabras tuvieron por objetivo infundir la paz y practicar la paciencia y el diálogo para la resolución de los conflictos.
El párroco se refirió en la oportunidad a la puesta en valor del templo, agradeciendo a todos los que lo hicieron posible y, en especial al intendente Gustavo Posse, pues la comuna –subrayó- concurrió con el 40% de los costos de su financiamiento.
En cada segmento del oficio religioso tuvo participación el coro que cantó diversos temas de la “Misa Criolla”.
La misa fue concelebrada con los obispos invitados y antes de su finalización, monseñor Jorge Casaretto, recibió recuerdos que simbolizan el aniversario de su ministerio, como un ladrillo que perteneció a la capilla donde hace 300 años, en el mismo lugar, el sacerdote Fernando Ruiz Corredor, ofició la primera misa del lugar.
Los festejos centrales al Patrono de los sanisidrenses contaron este año con un marco especial. No sólo desde lo estético y artístico, sino también por la confluencia de otros factores, entre ellos el patrimonio histórico, que cala muy hondo en los sentimientos de la comunidad sanisidrense.
Por un lado, como no podía ser de otra manera, se dio la feliz circunstancia -justo el día de San Isidro Labrador- que fueron habilitadas de manera simbólica y diocesana, las obras de restauración de la histórica Catedral de San Isidro, levantada en el mismo lugar en que el capitán Domingo de Acassuso erigió la primigenia capilla bajo la advocación del santo labriego.
Es por ello que la tradicional misa en honor del Patrono –habitualmente realizada en la plaza Mitre- fue oficiada en el templo mayor sanisidrense. Coincidentemente con ello, se recordó otro hecho no menos histórico. Es que se cumplieron 300 años que en aquella original capilla fundada por el militar español, donde se ofició misa por primera vez.
Por otra parte, confluyó otra circunstancia ligada, aunque más acá en el tiempo, a lo eclesial: Los 25 años de monseñor Jorge Alcides Casaretto como obispo de San Isidro.
En otro orden, la fertilidad de la tierra, el cuidado y la defensa de la naturaleza y sus frutos, la celebración del agua, los valores de la sencillez personal y del amor por el lugar de uno, constituyeron el eje estético que dominó este año los actos centrales de las Fiestas Patronales 2008 San Isidro Labrador.
Es por ello que la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de San Isidro programó estos festejos que, si bien uno de los focos de atención fue la procesión y posterior misa que organizó el Obispado de San Isidro, el otro estuvo en el rescate de los festejos centenarios, reeditando la tradicional kermesse, los pregoneros de la colonia y otras tradiciones que se fueron sucediendo a lo largo de 300 años de historia.

Los actos
La celebración comenzó poco después de las 16 con la habitual procesión con la imagen del Santo Patrono y de su esposa Santa María de la Cabeza, que partió desde Av. del Libertador 16.300 para circular con la imagen del santo labrador por 9 de Julio, Acassuso, Martín y Omar para finalmente retornar a la iglesia catedral de San Isidro.
Durante su recorrida, los feligreses, presididos por diáconos de la diócesis, sacerdotes y obispos, con las imágenes de los santos, efecturaron 6 paradas de oración: frente al palacio municipal, la biblioteca popular “Juan Martín de Pueyrredon”, en el mástil donde confluyen 9 de Julio, Belgrano y Acassuso; en Martín y Omar y Acassuso, lugar donde funcionan varios establecimientos educativos; en el sanatorio San Lucas, por los enfermos y en el seminario de San Isidro.
La salida y el retorno de los procesantes, fueron saludados al grito de “¡Viva Santa María de la Cabeza!, ¡Viva San Isidro Labrador!” acompañados por salvas de bombas de estruendo y pañuelos en alto.
En el templo mayor de la ciudad se desarrolló a continuación una misa solemne, coincidiendo con las Bodas de Plata de monseñor Jorge Casaretto, como Obispo de San Isidro.
En el oficio actuó el Coro de la Catedral de San Isidro, dirigido por el maestro Gustavo Felice, que cantó la “Misa Criolla”. También en esa ocasión fueron inauguradas oficialmente las obras de restauración del templo mayor de la ciudad, luego de 6 años de labor ininterrumpida.
Luego a las 18, con las primeras sombras de un otoño más parecido a un verano (por la temperatura ambiente), en 9 de Julio y Av. del Libertador dio inicio la “Fiesta del Santo Labriego”. Se trató de una performance escénica que incluyó narraciones, teatro callejero, con músicos, pregoneros, saltimbanquis y vendedores ambulantes, a los que se sumó la recreación de una kermesse evocadora de aquellas de antaño.
En efecto, sobre la Plaza Mitre, se instalaron puestos de “Tiro al Blanco” con arco y flechas, “Ruleta de colores”, “Salvar al náufrago” (arrojando salvavidas a un muñeco), embocar una pelotita para que caiga en forma aleatoria por diversos conductos, “La araña en su red” y el denominado “Autopase” con lanzamiento de pelota de fútbol.
La tradición estuvo simbolizada por un retablo del barroco colonial español donde dos actores convertidos en estatuas vivientes representaron a San Isidro Labrador y a su esposa Santa María de la Cabeza.
El guión y narración oral escénica fue de Graciela Deza, la dirección teatral a cargo de Mónica Sallán Mur, Dirección Musical de Juan Pablo Llobet, la coordinación del grupo circense de Javier Zucker y la kermesse y ambientación, de Sebastián Boado Montero.
Por último, a partir de las 20 se desarrolló un recital con la actuación de la destacada folclorista Liliana Herrero, quien acompañada de sus músicos interpretó temas relacionados con el paisaje y la naturaleza.
Desde la narración hasta el teatro callejero hubo un hilo conductor: textos de rogativas (son intenciones, pregones cortos o coplas) dirigidas al santo para pedirle bienestar general, trabajo, los frutos de la tierra y otras necesidades.
Con el fin de sumarse a los festejos, vecinos y devotos del santo labriego enviaron textos de rogativas para ser leídas por los pregoneros, al tiempo que engalanaron las puertas de sus casas con elementos que recrearon bien los frutos de la tierra, bien los atributos del santo patrono (imágenes iconográficas, sembrador, carro de bueyes, etc.). (PUNTO CERO).

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