LUJAN, Mayo 14, (PUNTO CERO-El Civismo) El ejercicio de la prostitución en un lugar usurpado, donde funcionó un restaurante, fue denunciado por uno de los dueños del lugar.
Detrás de este tema hay un viejo litigio familiar que involucra a un conocido empresario del sector inmobiliario.
Fabián Vidale, un vecino de la localidad de Open Door, denunció a una mujer -en la Fiscalía Nº 15- por usurpación, y la acusó de regentear un prostíbulo. A tres meses de llevar el caso por última vez a la Justicia, el denunciante amplió sus dichos ante EL CIVISMO.
Los hechos que ahora empiezan a tomar estado público no serían nuevos. Existen denuncias del mismo tenor por parte de Vidale desde 1998. En enero de 2007, describió detalladamente el lugar, como así también el horario de las actividades que allí se llevaban a cabo en forma diaria desde que se pone el sol.
El prostíbulo se encontraría pegado a una vieja gasolinera hoy fuera de servicio que perteneció a su padre. Se trata de “un local cuyo frente está pintado de rosa y las paredes laterales de blanco. En el lateral derecho posee una inscripción que dice “La Estrella”, con una puerta de acceso sobre el mismo lateral, una puerta trasera que se halla simulada y da al terreno lindante baldío propiedad del declarante y atravesando éste se halla otra edificación, también propiedad del deponente, que se halla usurpada y donde se encuentra un quincho. Allí, existen habitaciones que son utilizadas por los clientes. El horario de funcionamiento es esporádico durante el día, pero pasadas las 23 y hasta las 5 funciona corrido”, dijo en la seccional Primera de Policía.
Vidale hoy está desocupado y vive en forma precaria en lo que fue una oficina de la desmantelada estación de servicio que supo funcionar en el estratégico cruce de ruta 6 y Avenida Cabred.
Con relativa frecuencia, este medio ha difundido operativos municipales y policiales en el lugar en cuestión que terminaron con la faja de clausura. Uno de los más resonantes ocurrió en 2006, cuando los inspectores y los oficiales encontraron mujeres de nacionalidad dominicana que trabajaban como prostitutas.
Sin embargo, en lo que fue un bar y restaurante –clausurado en no menos de cinco oportunidades por la Municipalidad- en horas de la noche continuaría ejerciéndose la prostitución, según afirmó Vidale ante este medio, y se quejó porque nadie hace nada al respecto para impedir que esto deje de ocurrir.
Detrás de este tema hay un viejo litigio familiar que involucra a un conocido empresario del sector inmobiliario.
Fabián Vidale, un vecino de la localidad de Open Door, denunció a una mujer -en la Fiscalía Nº 15- por usurpación, y la acusó de regentear un prostíbulo. A tres meses de llevar el caso por última vez a la Justicia, el denunciante amplió sus dichos ante EL CIVISMO.
Los hechos que ahora empiezan a tomar estado público no serían nuevos. Existen denuncias del mismo tenor por parte de Vidale desde 1998. En enero de 2007, describió detalladamente el lugar, como así también el horario de las actividades que allí se llevaban a cabo en forma diaria desde que se pone el sol.
El prostíbulo se encontraría pegado a una vieja gasolinera hoy fuera de servicio que perteneció a su padre. Se trata de “un local cuyo frente está pintado de rosa y las paredes laterales de blanco. En el lateral derecho posee una inscripción que dice “La Estrella”, con una puerta de acceso sobre el mismo lateral, una puerta trasera que se halla simulada y da al terreno lindante baldío propiedad del declarante y atravesando éste se halla otra edificación, también propiedad del deponente, que se halla usurpada y donde se encuentra un quincho. Allí, existen habitaciones que son utilizadas por los clientes. El horario de funcionamiento es esporádico durante el día, pero pasadas las 23 y hasta las 5 funciona corrido”, dijo en la seccional Primera de Policía.
Vidale hoy está desocupado y vive en forma precaria en lo que fue una oficina de la desmantelada estación de servicio que supo funcionar en el estratégico cruce de ruta 6 y Avenida Cabred.
Con relativa frecuencia, este medio ha difundido operativos municipales y policiales en el lugar en cuestión que terminaron con la faja de clausura. Uno de los más resonantes ocurrió en 2006, cuando los inspectores y los oficiales encontraron mujeres de nacionalidad dominicana que trabajaban como prostitutas.
Sin embargo, en lo que fue un bar y restaurante –clausurado en no menos de cinco oportunidades por la Municipalidad- en horas de la noche continuaría ejerciéndose la prostitución, según afirmó Vidale ante este medio, y se quejó porque nadie hace nada al respecto para impedir que esto deje de ocurrir.
LA HORA DE HABLAR
El promotor de la denuncia decidió que era el momento para que el caso tomara estado público debido a las penurias económicas que está sufriendo, sumado a problemas de salud contraídos en las últimas semanas a raíz de esta situación.
La denuncia tiene varias aristas. Apunta a un conocido empresario del sector inmobiliario, a su propio padre y a una persona llamada Amelia Clementina Ayala, con quien protagonizó un incidente a mediados de marzo. En esa oportunidad, Vidale apareció en los medios como victimario por agredir a Ayala. Sin embargo, dijo no haber hecho otra cosa que defenderse ante el ataque a ladrillazos que estaba recibiendo y así evitar que lo siguieran despojando de lo que le pertenece.
Acerca de la presunta “madame”, Fabián Vidale sostuvo en la Fiscalía que Ayala se encuentra usurpando el restaurante desde hace, al menos, dos años y “verificó que se encontraba en posesión del mencionado comercio sin contrato de alquiler y sin permiso suyo”, además de agregar que “en lugar de restaurante funciona un prostíbulo”.
No fue la primera vez que recurrió a la Justicia por un asunto similar. En agosto de 2006 hizo saber a la Policía que “desde el año 1998” las instalaciones en cuestión “se encuentra habitado (por) personas que no son de la localidad, las cuales utilizan como pantalla dicho comercio pero en realidad funciona un prostíbulo”. Para entonces, ya había efectuado una denuncia por usurpación en la UFI Nº 6 de Mercedes al tiempo que en la denuncia quedó asentado: “El dicente está cansado de ver todas estas cosas injustas y que no lleguen a buen puerto”.
El promotor de la denuncia decidió que era el momento para que el caso tomara estado público debido a las penurias económicas que está sufriendo, sumado a problemas de salud contraídos en las últimas semanas a raíz de esta situación.
La denuncia tiene varias aristas. Apunta a un conocido empresario del sector inmobiliario, a su propio padre y a una persona llamada Amelia Clementina Ayala, con quien protagonizó un incidente a mediados de marzo. En esa oportunidad, Vidale apareció en los medios como victimario por agredir a Ayala. Sin embargo, dijo no haber hecho otra cosa que defenderse ante el ataque a ladrillazos que estaba recibiendo y así evitar que lo siguieran despojando de lo que le pertenece.
Acerca de la presunta “madame”, Fabián Vidale sostuvo en la Fiscalía que Ayala se encuentra usurpando el restaurante desde hace, al menos, dos años y “verificó que se encontraba en posesión del mencionado comercio sin contrato de alquiler y sin permiso suyo”, además de agregar que “en lugar de restaurante funciona un prostíbulo”.
No fue la primera vez que recurrió a la Justicia por un asunto similar. En agosto de 2006 hizo saber a la Policía que “desde el año 1998” las instalaciones en cuestión “se encuentra habitado (por) personas que no son de la localidad, las cuales utilizan como pantalla dicho comercio pero en realidad funciona un prostíbulo”. Para entonces, ya había efectuado una denuncia por usurpación en la UFI Nº 6 de Mercedes al tiempo que en la denuncia quedó asentado: “El dicente está cansado de ver todas estas cosas injustas y que no lleguen a buen puerto”.
UN VIEJO RECLAMO
Desde hace varios años, el lugar está inmerso en un litigio judicial que tiene su origen hace 15 años en una disputa familiar. Las partes enfrentadas son Ernesto Vidale, padre del denunciante y dueño de la propiedad, y su hijo Fabián, quien viene reclamando la parte proporcional que le corresponde de un sitio codiciado por muchos y en el que están en juego fuertes sumas de dinero.
“Inicié una causa en el fuero civil que se caratuló ‘Rendición de cuentas, daños y perjuicios’ contra mi padre”, contó a este medio. Ese episodio dio lugar a una causa en el Juzgado Civil Nº 8 de Mercedes que terminó en 2003 con un fallo a su favor en sentencia de primera instancia y confirmada luego en 2005 en segunda instancia. Pero a pesar del fallo favorable de la Justicia, los problemas para Fabián Vidale no terminaron y la parte que pretende, hasta ahora, no la recibió.
Recordó en esa oportunidad que su padre “transfirió el 50 por ciento del comercio de manera ilegal” para no reconocerlo como propietario.
“Con sentencia a favor, enajenó el 50 por ciento del bien indiviso” y lo puso a nombre del empresario de Open Door dedicado al rubro inmobiliario y de dos familiares. “Lo puso a nombre de Gustavo Destuest, Elsa Vidale, es decir mi tía, y Mirta Courtade que es la concubina o esposa de mi padre”, relató, y cargó contra Destuest a quien le endilgó el desmantelamiento de la estación de servicio para que el sitio perdiera valor, además de haber tasado el lugar llamativamente por un monto inferior al esperado a través de una maniobra que el denunciante afirma haber sido orquestada en complicidad con su padre con la intención de damnificarlo.
En medio de todo, hubo una serie de actos poco claros que son motivo de investigación en la Justicia. “En 1995, mi padre transfirió el fondo de comercio y declaró que era viudo (su esposa murió en 1971 en un accidente automovilístico), pero el funcionario municipal no le pidió la declaratoria de herederos cuando la sentencia es clara y dice que el 50 por ciento es mío y el otro 50 por ciento es de mi padre pero transfirieron el 100 por ciento y hoy me veo en una situación de debacle financiera porque la Municipalidad, en su momento, no frenó la trasferencia del fondo de comercio, lo que hubiese significado que no se hacía la operación inmobiliaria”, puso como ejemplo, y manifestó que “es obvia la maniobra fraudulenta contra mí. Se da cuenta hasta el que no entiende nada de derecho”, expresó Fabián Vidale.
Mientras no cesa en el reclamo legal por recuperar el capital que le corresponde y la deuda se agranda con el paso del tiempo, por estos días el denunciante exige acciones concretas de la Justicia. De conseguir el desalojo de Ayala, afirma que eso implicaría el cese de las actividades prostibularias al tiempo que anhela que empiecen a resolverse algunos de los caminos legales en los que derivó el viejo litigio que mantiene con su padre.
Números que valen
- 1.700.000 aproximadamente es lo que le reclama en concepto de deuda por alquileres Fabián Vidale a su padre.
- 500.000 dólares es la tasación del predio en disputa.
Desde hace varios años, el lugar está inmerso en un litigio judicial que tiene su origen hace 15 años en una disputa familiar. Las partes enfrentadas son Ernesto Vidale, padre del denunciante y dueño de la propiedad, y su hijo Fabián, quien viene reclamando la parte proporcional que le corresponde de un sitio codiciado por muchos y en el que están en juego fuertes sumas de dinero.
“Inicié una causa en el fuero civil que se caratuló ‘Rendición de cuentas, daños y perjuicios’ contra mi padre”, contó a este medio. Ese episodio dio lugar a una causa en el Juzgado Civil Nº 8 de Mercedes que terminó en 2003 con un fallo a su favor en sentencia de primera instancia y confirmada luego en 2005 en segunda instancia. Pero a pesar del fallo favorable de la Justicia, los problemas para Fabián Vidale no terminaron y la parte que pretende, hasta ahora, no la recibió.
Recordó en esa oportunidad que su padre “transfirió el 50 por ciento del comercio de manera ilegal” para no reconocerlo como propietario.
“Con sentencia a favor, enajenó el 50 por ciento del bien indiviso” y lo puso a nombre del empresario de Open Door dedicado al rubro inmobiliario y de dos familiares. “Lo puso a nombre de Gustavo Destuest, Elsa Vidale, es decir mi tía, y Mirta Courtade que es la concubina o esposa de mi padre”, relató, y cargó contra Destuest a quien le endilgó el desmantelamiento de la estación de servicio para que el sitio perdiera valor, además de haber tasado el lugar llamativamente por un monto inferior al esperado a través de una maniobra que el denunciante afirma haber sido orquestada en complicidad con su padre con la intención de damnificarlo.
En medio de todo, hubo una serie de actos poco claros que son motivo de investigación en la Justicia. “En 1995, mi padre transfirió el fondo de comercio y declaró que era viudo (su esposa murió en 1971 en un accidente automovilístico), pero el funcionario municipal no le pidió la declaratoria de herederos cuando la sentencia es clara y dice que el 50 por ciento es mío y el otro 50 por ciento es de mi padre pero transfirieron el 100 por ciento y hoy me veo en una situación de debacle financiera porque la Municipalidad, en su momento, no frenó la trasferencia del fondo de comercio, lo que hubiese significado que no se hacía la operación inmobiliaria”, puso como ejemplo, y manifestó que “es obvia la maniobra fraudulenta contra mí. Se da cuenta hasta el que no entiende nada de derecho”, expresó Fabián Vidale.
Mientras no cesa en el reclamo legal por recuperar el capital que le corresponde y la deuda se agranda con el paso del tiempo, por estos días el denunciante exige acciones concretas de la Justicia. De conseguir el desalojo de Ayala, afirma que eso implicaría el cese de las actividades prostibularias al tiempo que anhela que empiecen a resolverse algunos de los caminos legales en los que derivó el viejo litigio que mantiene con su padre.
Números que valen
- 1.700.000 aproximadamente es lo que le reclama en concepto de deuda por alquileres Fabián Vidale a su padre.
- 500.000 dólares es la tasación del predio en disputa.
- Además del sitio estratégico donde está ubicado, el destino comercial del lugar es codiciado, ya que podría volver a instalarse una estación de servicio como así también es ideal para poner un restaurante u otro emprendimiento comercial a la vera de la ruta y justo en uno de los accesos al pueblo. (PUNTO CERO-El Civsmo).
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