LUJAN, Mayo 29, (PUNTO CERO-El Civismo) El camarógrafo y productor de Tele Red Noticias fue agredido por un sujeto al finalizar el acto de Scioli. Por la tarde, recibió una amenaza telefónica en su casa. Radicó la denuncia y una fiscal trabaja en la causa.
- ¿Qué fue lo que le sucedió en la jornada de hoy (por el lunes)?
- Lo más importante del trabajo periodístico del día era el acto con la presencia del gobernador Daniel Scioli. Llegué alrededor de las 9.15 a la plaza Belgrano para cubrir lo que sucedía para Tele Red Noticias. Una vez finalizado el acto, la gente del campo quería reunirse con el gobernador, me acerqué a la gente del campo para ver si esa reunión se podía concretar, pero Scioli decidió irse.
Con mi compañera periodista Graciela Villagra comenzamos las notas con los referentes del campo. Primero hablamos con Guillermo Andelique y después con Luis Andrieu. Esa nota llevaba un minuto y vimos que detrás de él los productores estaban discutiendo con una persona que no conozco. En Luján nos conocemos y más si se trata de un funcionario; enseguida sabemos quién es. En un momento me di cuenta que la discusión tomaba más calor. Entonces decidí abandonar el plano de Andrieu y comencé a panear a este señor.
Cuando esta persona advierte que es tomado por la cámara se dio vuelta. Lo seguí cuatro metros y subimos a la vereda del Museo. En ese momento él se dio vuelta y me tiró una trompada. No logró pegarme a mí, pero sí a mi equipo de trabajo, a la cámara.
Fue una situación que se desbordó. Mi compañera gritaba porque en el forcejeo alguien, que tampoco sabemos quién, la empujó y la dejaron contra la pared del Museo. Los colegas se acercaron y también la gente del campo. Los productores trataron de contener a esta persona que intentó pegarme y fue retirado del lugar. Se lo llevaron rápido; la misma gente del campo se ocupó de que no se genere más violencia.
- Sin embargo, el agresor no era alguien que estuviera con la gente del campo.
- No, no, era alguien que se manifestaba y discutía porque tenían una visión contraria a los reclamos de la gente del campo. Finalizado este episodio seguí con mi trabajo y nos fuimos hasta el canal para entregar el material. Así terminó la jornada periodística de la mañana.
- ¿Qué le sucedió a la tarde?
- Al mediodía me dirigí a mi domicilio y siendo las 14.10 aproximadamente recibí una llamada en una de las dos líneas que tengo en mi casa. Atendí, pregunté quién hablaba y me dijeron “¿Habla Luquitas?”. Pregunté qué Luquitas. “¿No habla Luquitas”?, insistió esta persona. Le volví a decir que no, que se estaba equivocando. Y entonces me dijo: “¿No hablo con Luquitas McCain (El Hombre del Rifle)?”. Ahí me di cuenta que se trataba de una cargada o que tenía relación con el episodio ocurrido en la plaza. Le dije que no había ningún Lucas McCain y con tono más firme le dije que se había equivocado. Le pregunté quién hablaba y me respondió: “Te habla Antonio Banderas. Luquitas, ya te vamos a volver a llamar”. Y cortó.
Enseguida, a través de la otra línea, intenté comunicarme con conocidos y colegas para contarles lo que había sucedido y me encontré con la línea muda. Chequeé el teléfono, que es inalámbrico, y estaba cargado.
Mi sospecha fue que me habían cortado la línea telefónica. Intenté varias veces y seguía mudo. Imaginé que si alguien me cortaba la línea podía estar en los techos. Me asomé a la ventana del frente pero no vi ningún movimiento extraño. Lo único que vi fue una ambulancia de los Bomberos que casualmente hacía un traslado frente a mi casa.
Les comenté la situación y como estaba solo en mi casa les pedí si me acercaban hasta su destacamento y de ahí vine a la Comisaría.
- ¿Qué fue lo que le sucedió en la jornada de hoy (por el lunes)?
- Lo más importante del trabajo periodístico del día era el acto con la presencia del gobernador Daniel Scioli. Llegué alrededor de las 9.15 a la plaza Belgrano para cubrir lo que sucedía para Tele Red Noticias. Una vez finalizado el acto, la gente del campo quería reunirse con el gobernador, me acerqué a la gente del campo para ver si esa reunión se podía concretar, pero Scioli decidió irse.
Con mi compañera periodista Graciela Villagra comenzamos las notas con los referentes del campo. Primero hablamos con Guillermo Andelique y después con Luis Andrieu. Esa nota llevaba un minuto y vimos que detrás de él los productores estaban discutiendo con una persona que no conozco. En Luján nos conocemos y más si se trata de un funcionario; enseguida sabemos quién es. En un momento me di cuenta que la discusión tomaba más calor. Entonces decidí abandonar el plano de Andrieu y comencé a panear a este señor.
Cuando esta persona advierte que es tomado por la cámara se dio vuelta. Lo seguí cuatro metros y subimos a la vereda del Museo. En ese momento él se dio vuelta y me tiró una trompada. No logró pegarme a mí, pero sí a mi equipo de trabajo, a la cámara.
Fue una situación que se desbordó. Mi compañera gritaba porque en el forcejeo alguien, que tampoco sabemos quién, la empujó y la dejaron contra la pared del Museo. Los colegas se acercaron y también la gente del campo. Los productores trataron de contener a esta persona que intentó pegarme y fue retirado del lugar. Se lo llevaron rápido; la misma gente del campo se ocupó de que no se genere más violencia.
- Sin embargo, el agresor no era alguien que estuviera con la gente del campo.
- No, no, era alguien que se manifestaba y discutía porque tenían una visión contraria a los reclamos de la gente del campo. Finalizado este episodio seguí con mi trabajo y nos fuimos hasta el canal para entregar el material. Así terminó la jornada periodística de la mañana.
- ¿Qué le sucedió a la tarde?
- Al mediodía me dirigí a mi domicilio y siendo las 14.10 aproximadamente recibí una llamada en una de las dos líneas que tengo en mi casa. Atendí, pregunté quién hablaba y me dijeron “¿Habla Luquitas?”. Pregunté qué Luquitas. “¿No habla Luquitas”?, insistió esta persona. Le volví a decir que no, que se estaba equivocando. Y entonces me dijo: “¿No hablo con Luquitas McCain (El Hombre del Rifle)?”. Ahí me di cuenta que se trataba de una cargada o que tenía relación con el episodio ocurrido en la plaza. Le dije que no había ningún Lucas McCain y con tono más firme le dije que se había equivocado. Le pregunté quién hablaba y me respondió: “Te habla Antonio Banderas. Luquitas, ya te vamos a volver a llamar”. Y cortó.
Enseguida, a través de la otra línea, intenté comunicarme con conocidos y colegas para contarles lo que había sucedido y me encontré con la línea muda. Chequeé el teléfono, que es inalámbrico, y estaba cargado.
Mi sospecha fue que me habían cortado la línea telefónica. Intenté varias veces y seguía mudo. Imaginé que si alguien me cortaba la línea podía estar en los techos. Me asomé a la ventana del frente pero no vi ningún movimiento extraño. Lo único que vi fue una ambulancia de los Bomberos que casualmente hacía un traslado frente a mi casa.
Les comenté la situación y como estaba solo en mi casa les pedí si me acercaban hasta su destacamento y de ahí vine a la Comisaría.
Acá radiqué la denuncia. Hay una fiscal trabajando en la causa y tendré custodia.
Yo trabajo en los medios de Luján hace mucho tiempo, entre nosotros nos conocemos todos, mi familia es de Luján, pasé por situaciones difíciles, como todos, pero siempre con respeto hacia todos los sectores. Jamás me ocurrió lo que me pasó hoy, jamás. (PUNTO CERO-El Civismo).
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