El aumento de las temperaturas favorece la aparición de animales ponzoñosos cuyas picaduras pueden llegar a ser letales. A las especies conocidas se suman otras, en apariencia inofensivas, pero capaces de generar cuadros graves. Cómo reconocerlas. Recomendaciones de los especialistas del Ministerio de Salud provincial para evitar riesgos.
Los casos de picaduras en niños y adultos ocasionadas por insectos y animales ponzoñosos comenzaron a multiplicarse desde el mes pasado y continuarán en ascenso a lo largo del verano. Arañas, alacranes y víboras son, en ese orden, las especies que motivan la mayor cantidad de consultas por envenenamiento en centros de salud de la Provincia.
Los meses de calor, especialmente a partir de noviembre, son los más riesgosos ya que confluyen dos factores básicos: las altas temperaturas que favorecen la aparición de estos animales, la proliferación de insectos, y la mayor exposición de las personas a picaduras porque pasan más tiempo al aire libre.
Hay ofidios, arañas y escorpiones que con sólo una picadura pueden poner en riesgo la vida de las personas. Pero también hay insectos como polillas y orugas -en apariencia inofensivos- capaces de generar reacciones alérgicas y graves cuadros de dolor.
El servicio de Toxicología del Hospital provincial de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata es el centro de referencia a nivel provincial y recibe derivaciones de pacientes de todas las regiones de la provincia y asesora a médicos de todo el país.
Según indicó la jefa de Toxicología del establecimiento, Ana María Girardelli, se atienden en ese servicio unos 800 casos anuales mientras las consultas de emergencia de pacientes afectados por animales e insectos ponzoñosos corresponden al 6 por ciento del total del hospital.
Distribuidos en las diferentes regiones de la provincia hay 23 centros antiponzoñosos que son provistos de sueros por el Laboratorio Central de Salud Pública Instituto Biológico "Tomás Perón” que depende de la cartera sanitaria provincial.
Dos especies de araña y una de víbora tienen importancia médico-toxicológica en la Provincia. Según explicó Carlos Grisolía, coordinador de los centros antiponzoñosos que dependen del área de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud, si de arañas se trata hay que tener especial cuidado con la “viuda negra” (latrodectus) y sobre todo con la llamada “araña de los rincones o de los cuadros” (loxosceles); cuyas picaduras provocaron los únicos casos mortales de los últimos años.
Los casos de viuda negra se concentran en el sudoeste de la provincia. El 90 por ciento se producen de noviembre a marzo y la enorme mayoría de ellos en la zona de Pedro Luro, partido de Villarino. “Las arañas nacen en invierno y comienzan a producir accidentes a partir del verano” indicó Grisolía y añadió que la mayoría de los casos se concentran en los partidos de Villarino y Patagones por su condición de zona cebollera y ajera.
“Las arañas viven en estas plantas y pican a los operarios durante la cosecha. Su presencia también es constante en los depósitos y en los camiones que transportan la producción” sostuvo el especialista.
En los primeros 10 meses del año se notificaron 90 casos de picaduras de arañas de los cuales 89 correspondieron a viuda negra y sólo un caso a loxosceles. Del total, 68 casos se produjeron en Pedro Luro.
En cuanto a ofidios, la yarará (bothrops) es la más preocupante. Las zonas donde se registran la mayor cantidad de casos son el litoral provincial (Zárate-Tigre-San Pedro) y las regiones serranas como Torquinst, Azul y Tandil. Entre enero y octubre de este año se registraron 6 casos de picaduras de ofidios, ninguno de ellos letales.
Otro animal peligroso es el alacrán Tytyus trivittatus cuyo veneno es capaz de provocar la muerte en sólo dos horas. Esta especie de escorpión está presente en zonas urbanas y cada vez hay más casos. Por efecto del cambio climático, en los últimos años y de manera sostenida, este animal viene “bajando” de las provincias del norte y es cada vez más común su presencia en el conurbano y capital federal.
Los casos de picaduras en niños y adultos ocasionadas por insectos y animales ponzoñosos comenzaron a multiplicarse desde el mes pasado y continuarán en ascenso a lo largo del verano. Arañas, alacranes y víboras son, en ese orden, las especies que motivan la mayor cantidad de consultas por envenenamiento en centros de salud de la Provincia.
Los meses de calor, especialmente a partir de noviembre, son los más riesgosos ya que confluyen dos factores básicos: las altas temperaturas que favorecen la aparición de estos animales, la proliferación de insectos, y la mayor exposición de las personas a picaduras porque pasan más tiempo al aire libre.
Hay ofidios, arañas y escorpiones que con sólo una picadura pueden poner en riesgo la vida de las personas. Pero también hay insectos como polillas y orugas -en apariencia inofensivos- capaces de generar reacciones alérgicas y graves cuadros de dolor.
El servicio de Toxicología del Hospital provincial de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata es el centro de referencia a nivel provincial y recibe derivaciones de pacientes de todas las regiones de la provincia y asesora a médicos de todo el país.
Según indicó la jefa de Toxicología del establecimiento, Ana María Girardelli, se atienden en ese servicio unos 800 casos anuales mientras las consultas de emergencia de pacientes afectados por animales e insectos ponzoñosos corresponden al 6 por ciento del total del hospital.
Distribuidos en las diferentes regiones de la provincia hay 23 centros antiponzoñosos que son provistos de sueros por el Laboratorio Central de Salud Pública Instituto Biológico "Tomás Perón” que depende de la cartera sanitaria provincial.
Dos especies de araña y una de víbora tienen importancia médico-toxicológica en la Provincia. Según explicó Carlos Grisolía, coordinador de los centros antiponzoñosos que dependen del área de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud, si de arañas se trata hay que tener especial cuidado con la “viuda negra” (latrodectus) y sobre todo con la llamada “araña de los rincones o de los cuadros” (loxosceles); cuyas picaduras provocaron los únicos casos mortales de los últimos años.
Los casos de viuda negra se concentran en el sudoeste de la provincia. El 90 por ciento se producen de noviembre a marzo y la enorme mayoría de ellos en la zona de Pedro Luro, partido de Villarino. “Las arañas nacen en invierno y comienzan a producir accidentes a partir del verano” indicó Grisolía y añadió que la mayoría de los casos se concentran en los partidos de Villarino y Patagones por su condición de zona cebollera y ajera.
“Las arañas viven en estas plantas y pican a los operarios durante la cosecha. Su presencia también es constante en los depósitos y en los camiones que transportan la producción” sostuvo el especialista.
En los primeros 10 meses del año se notificaron 90 casos de picaduras de arañas de los cuales 89 correspondieron a viuda negra y sólo un caso a loxosceles. Del total, 68 casos se produjeron en Pedro Luro.
En cuanto a ofidios, la yarará (bothrops) es la más preocupante. Las zonas donde se registran la mayor cantidad de casos son el litoral provincial (Zárate-Tigre-San Pedro) y las regiones serranas como Torquinst, Azul y Tandil. Entre enero y octubre de este año se registraron 6 casos de picaduras de ofidios, ninguno de ellos letales.
Otro animal peligroso es el alacrán Tytyus trivittatus cuyo veneno es capaz de provocar la muerte en sólo dos horas. Esta especie de escorpión está presente en zonas urbanas y cada vez hay más casos. Por efecto del cambio climático, en los últimos años y de manera sostenida, este animal viene “bajando” de las provincias del norte y es cada vez más común su presencia en el conurbano y capital federal.
PICO MÁXIMO
"El ritmo de las consultas sigue el ritmo biológico de los animales", señaló Ana Girardelli y agregó que a la mayor actividad de los animales e insectos durante los meses de calor se suma el mayor contacto de las personas con la naturaleza en esta época del año.
Los casos, que son prácticamente inexistentes durante los meses de frío, comienzan a aumentar lentamente a partir de septiembre, se multiplican en noviembre y alcanzan su pico máximo entre diciembre y febrero.
El 25 por ciento de los casos atendidos en el Hospital de Niños de La Plata corresponden a picaduras de arañas, un 15 por ciento a alacranes, 10 por ciento a ofidios, y el resto se distribuye a cuadros producidos por múltiples tipos de animales e insectos, como lesiones por tábanos, afectaciones por las mariposas nocturnas, orugas, sapos y rayas, entre otros.
La peligrosidad de estos cuadros no depende directamente del tipo de animal que haya producido la inoculación; intervienen otros factores, como cantidad de veneno inoculado, zona corporal de inoculación o la edad del paciente.
"El ritmo de las consultas sigue el ritmo biológico de los animales", señaló Ana Girardelli y agregó que a la mayor actividad de los animales e insectos durante los meses de calor se suma el mayor contacto de las personas con la naturaleza en esta época del año.
Los casos, que son prácticamente inexistentes durante los meses de frío, comienzan a aumentar lentamente a partir de septiembre, se multiplican en noviembre y alcanzan su pico máximo entre diciembre y febrero.
El 25 por ciento de los casos atendidos en el Hospital de Niños de La Plata corresponden a picaduras de arañas, un 15 por ciento a alacranes, 10 por ciento a ofidios, y el resto se distribuye a cuadros producidos por múltiples tipos de animales e insectos, como lesiones por tábanos, afectaciones por las mariposas nocturnas, orugas, sapos y rayas, entre otros.
La peligrosidad de estos cuadros no depende directamente del tipo de animal que haya producido la inoculación; intervienen otros factores, como cantidad de veneno inoculado, zona corporal de inoculación o la edad del paciente.
REDUCIR RIESGOS
Ante accidentes con un animal ponzoñoso los especialistas aconsejan:
-No intentar cazar el ejemplar.
-Aflojar la ropa de la víctima y retirar toda prenda o adorno (cinturón, pulsera, anillo) que pueda impedir la distensión en caso de edema.
-Mantener al paciente en reposo y administrarle abundante agua. No alcohol.
-No realizar ninguna maniobra destinada a extraer el veneno o impedir su circulación, como laceraciones, aspiración, torniquetes, ya que resultan perjudiciales.
-El accidentado debe ser trasladado al centro asistencial más cercano para su evaluación y profilaxis antitetánica.
-Aplicación del suero: nunca debe aplicarse a campo y es imprescindible que si el médico no está seguro del diagnóstico no suministre el antídoto. Los sueros pueden generar un shock anafiláctico, una reacción alérgica severa y generalizada que pone en peligro la vida si no se trata al paciente con urgencia.
Ante accidentes con un animal ponzoñoso los especialistas aconsejan:
-No intentar cazar el ejemplar.
-Aflojar la ropa de la víctima y retirar toda prenda o adorno (cinturón, pulsera, anillo) que pueda impedir la distensión en caso de edema.
-Mantener al paciente en reposo y administrarle abundante agua. No alcohol.
-No realizar ninguna maniobra destinada a extraer el veneno o impedir su circulación, como laceraciones, aspiración, torniquetes, ya que resultan perjudiciales.
-El accidentado debe ser trasladado al centro asistencial más cercano para su evaluación y profilaxis antitetánica.
-Aplicación del suero: nunca debe aplicarse a campo y es imprescindible que si el médico no está seguro del diagnóstico no suministre el antídoto. Los sueros pueden generar un shock anafiláctico, una reacción alérgica severa y generalizada que pone en peligro la vida si no se trata al paciente con urgencia.
LOS MÁS PELIGROSOS
-Viuda Negra (Latrodectus): especie de araña reconocible por una marca roja en su abdomen. Genera un cuadro de hipertonía en los distintos tipos de grupos musculares y dolor abdominal muy fuerte. Aunque existe un antídoto específico, muchas veces el cuadro puede superarse sólo con el tratamiento sintomático, y raras veces es mortal.
-Araña de los rincones (Loxosceles): es una araña domiciliaria, llamada de esa manera porque habita en lugares oscuros, que no tienen demasiado movimiento, ni ventilación (detrás del machimbre, cuadros, en altillos, leñeras, galpones). Además de un dolor muy intenso, su mordedura ocasiona una tumefacción, un edema duro en el lugar donde ha dejado el veneno. Sin el suero específico, el paciente puede llegar a la muerte en menos de 48 horas.
-Yarará: La víbora más peligrosa de la provincia. La intoxicación con el veneno de esta especie produce un cambio de coloración en la zona, dolor, y lo más característico es que algunas horas después de la inoculación, esa puntura sangra espontánemente.
-Alacranes (tityus trivittatus): Es la especie más riesgosa dentro de la amplia variedad de alacranes que existen. Tiene una coloración acaramelada, no es de gran tamaño y su estructura es más delicada que la de otras especies que tienen apariencia más "terrorífica" (negros, grandes, groseros), pero que no son tan peligrosos. El veneno del tityus trivittatus puede dar un cuadro con afectación neurológica y compromiso general, y puede ocasionar la muerte en 30 minutos.
-Orugas: Pueden provocar lesiones locales por sustancias irritantes que eliminan de sus espículas. No pone en riesgo la vida pero son muy dolorosos. La paederius (bicho quemador o “gata peluda”) deja una sustancia irritante al contacto con la piel que suele ser arrastrada al rascarse por la persona picada. Toda la zona afectada se observa como el efecto de una quemadura.
-Polilla negra: este insecto lleva un polvo en sus alas que al contacto con la piel provoca una reacción con picazón. Si la polilla cae en el agua, por ejemplo de una pileta, suele afectar la cavidad bucal (y derivar en angina) si la persona traga agua. Hace unos años, se eliminó su depredador y la polilla negra proliferó en la franja de distritos entre La Plata y San Pedro generando cientos de consultas en los hospitales de la región.
El servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata atiende las 24 horas, todos los días del año, y la consulta puede hacerse desde cualquier punto de la provincia o del país en forma telefónica a través del (0221) 451-5555 o del 0-800-222-9911.
-Viuda Negra (Latrodectus): especie de araña reconocible por una marca roja en su abdomen. Genera un cuadro de hipertonía en los distintos tipos de grupos musculares y dolor abdominal muy fuerte. Aunque existe un antídoto específico, muchas veces el cuadro puede superarse sólo con el tratamiento sintomático, y raras veces es mortal.
-Araña de los rincones (Loxosceles): es una araña domiciliaria, llamada de esa manera porque habita en lugares oscuros, que no tienen demasiado movimiento, ni ventilación (detrás del machimbre, cuadros, en altillos, leñeras, galpones). Además de un dolor muy intenso, su mordedura ocasiona una tumefacción, un edema duro en el lugar donde ha dejado el veneno. Sin el suero específico, el paciente puede llegar a la muerte en menos de 48 horas.
-Yarará: La víbora más peligrosa de la provincia. La intoxicación con el veneno de esta especie produce un cambio de coloración en la zona, dolor, y lo más característico es que algunas horas después de la inoculación, esa puntura sangra espontánemente.
-Alacranes (tityus trivittatus): Es la especie más riesgosa dentro de la amplia variedad de alacranes que existen. Tiene una coloración acaramelada, no es de gran tamaño y su estructura es más delicada que la de otras especies que tienen apariencia más "terrorífica" (negros, grandes, groseros), pero que no son tan peligrosos. El veneno del tityus trivittatus puede dar un cuadro con afectación neurológica y compromiso general, y puede ocasionar la muerte en 30 minutos.
-Orugas: Pueden provocar lesiones locales por sustancias irritantes que eliminan de sus espículas. No pone en riesgo la vida pero son muy dolorosos. La paederius (bicho quemador o “gata peluda”) deja una sustancia irritante al contacto con la piel que suele ser arrastrada al rascarse por la persona picada. Toda la zona afectada se observa como el efecto de una quemadura.
-Polilla negra: este insecto lleva un polvo en sus alas que al contacto con la piel provoca una reacción con picazón. Si la polilla cae en el agua, por ejemplo de una pileta, suele afectar la cavidad bucal (y derivar en angina) si la persona traga agua. Hace unos años, se eliminó su depredador y la polilla negra proliferó en la franja de distritos entre La Plata y San Pedro generando cientos de consultas en los hospitales de la región.
El servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata atiende las 24 horas, todos los días del año, y la consulta puede hacerse desde cualquier punto de la provincia o del país en forma telefónica a través del (0221) 451-5555 o del 0-800-222-9911.
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