Las altas temperaturas multiplican la aparición de gérmenes y, por esa razón, los especialistas del Ministerio de Salud provincial recomiendan extremar los recaudos para evitar diarreas. Cómo combatir la enfermedad comiendo todo tipo de alimentos.
La multiplicación de gérmenes y bacterias a causa de las altas temperaturas convierte a los meses de verano –especialmente diciembre y enero- en un período donde deben extremarse los recaudos para evitar enfermedades diarreicas que causan anualmente la muerte de miles de niños en todo el mundo.
A partir de diciembre, según informó la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, los casos de diarreas se incrementarán fuertemente. Se estima que entre diciembre y enero se producirá el pico máximo de afecciones por esta causa.
El año pasado se registraron en hospitales y centros de salud pública un total de 232.000 casos mientras que a la fecha se llevan notificados 210.700 y se estima que a fin de año se alcanzará una cifra similar a la de 2007.
De los casos totales notificados este año, un 45,47% (95.800) correspondió al segmento de chicos menores de cuatro años: el dato da cuenta de que son los niños más pequeños quienes constituyen la población más vulnerable ante diarreas.
Los guarismos indican que de los 95.800 menores, 24.000 no habían cumplido un año, 31.800 niños tenían un año, y 40.000 casos correspondieron al segmento de entre 2 y 4 años.
“Cuánto más chico, más peligrosa la enfermedad. Los lactantes son los más vulnerables” sostuvo el ministro de Salud provincial, Claudio Zin, y recomendó la inmediata consulta médica en caso de diarrea.
La multiplicación de gérmenes y bacterias a causa de las altas temperaturas convierte a los meses de verano –especialmente diciembre y enero- en un período donde deben extremarse los recaudos para evitar enfermedades diarreicas que causan anualmente la muerte de miles de niños en todo el mundo.
A partir de diciembre, según informó la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, los casos de diarreas se incrementarán fuertemente. Se estima que entre diciembre y enero se producirá el pico máximo de afecciones por esta causa.
El año pasado se registraron en hospitales y centros de salud pública un total de 232.000 casos mientras que a la fecha se llevan notificados 210.700 y se estima que a fin de año se alcanzará una cifra similar a la de 2007.
De los casos totales notificados este año, un 45,47% (95.800) correspondió al segmento de chicos menores de cuatro años: el dato da cuenta de que son los niños más pequeños quienes constituyen la población más vulnerable ante diarreas.
Los guarismos indican que de los 95.800 menores, 24.000 no habían cumplido un año, 31.800 niños tenían un año, y 40.000 casos correspondieron al segmento de entre 2 y 4 años.
“Cuánto más chico, más peligrosa la enfermedad. Los lactantes son los más vulnerables” sostuvo el ministro de Salud provincial, Claudio Zin, y recomendó la inmediata consulta médica en caso de diarrea.
CAMBIO DE HÁBITOS
Zin señaló además que el paradigma según el cual una diarrea se combate con dieta estricta es una vieja creencia que debe desterrarse. “El concepto del tratamiento de la diarrea ha cambiado: un niño con diarrea tiene que comer y tomar mucho líquido. Si esto no ocurre, se corre el riesgo de la deshidratación e inanición”, advirtió.
Por sí sola, una diarrea común –muchas veces acompañada por vómitos- genera la pérdida de líquidos y sales. Si a esto se suma una dieta estricta el chico complica aún más el cuadro de deshidratación. “En casos mortales, no es la diarrea en sí la causante del fallecimiento sino la deshidratación e inanición”, dijo la coordinadora del Programa Materno-Infantil del Ministerio de Salud, Flavia Raineri.
Por esa razón, según indicó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Mario Masana Wilson, si se trata de un niño pequeño, y especialmente un lactante, se recomienda hacer la consulta médica de inmediato.
“En menores de cinco años, la madre tiene que realizar la consulta cuando empieza la diarrea, fundamentalmente si hay sangre, porque eso significa que la bacteria está comprometiendo el aparato digestivo de una manera mucha más agresiva”.
En ningún caso las madres deben dejar de amamantar al niño. La leche materna es el único alimento que el pequeño es capaz de absorber aún con diarrea. “Darle el pecho cura la diarrea y evita la deshidratación” sostuvo Raineri.
Las nuevas prácticas médicas para tratar las diarreas permiten que los niños afectados continúen con su alimentación normal, con unas pocas excepciones. “Hay que fraccionar las comidas: en vez de darle de comer todo de una vez hay que hacerlo en varios momentos del día. De este modo, el chico no se satura y así se evitan los vómitos” explicó la profesional.
Bajo este método de segmentación de los alimentos, el chico puede comer prácticamente de todo lo que habitualmente come. Luego de la enfermedad, puede continuar ingiriendo todo tipo de alimentos siempre eligiendo en función de sus componentes nutritivos y con el criterio del fraccionamiento hasta que el chico recupere el peso previo a la diarrea.
En cambio, están contraindicadas las frituras, frutas y verduras crudas (por sus componentes fibrosos que aceleran el tránsito intestinal) así como las gaseosas, jugos, té de yuyos e infusiones similares y golosinas, ya que el exceso de azúcares tampoco es recomendable en estos casos.
Zin señaló además que el paradigma según el cual una diarrea se combate con dieta estricta es una vieja creencia que debe desterrarse. “El concepto del tratamiento de la diarrea ha cambiado: un niño con diarrea tiene que comer y tomar mucho líquido. Si esto no ocurre, se corre el riesgo de la deshidratación e inanición”, advirtió.
Por sí sola, una diarrea común –muchas veces acompañada por vómitos- genera la pérdida de líquidos y sales. Si a esto se suma una dieta estricta el chico complica aún más el cuadro de deshidratación. “En casos mortales, no es la diarrea en sí la causante del fallecimiento sino la deshidratación e inanición”, dijo la coordinadora del Programa Materno-Infantil del Ministerio de Salud, Flavia Raineri.
Por esa razón, según indicó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Mario Masana Wilson, si se trata de un niño pequeño, y especialmente un lactante, se recomienda hacer la consulta médica de inmediato.
“En menores de cinco años, la madre tiene que realizar la consulta cuando empieza la diarrea, fundamentalmente si hay sangre, porque eso significa que la bacteria está comprometiendo el aparato digestivo de una manera mucha más agresiva”.
En ningún caso las madres deben dejar de amamantar al niño. La leche materna es el único alimento que el pequeño es capaz de absorber aún con diarrea. “Darle el pecho cura la diarrea y evita la deshidratación” sostuvo Raineri.
Las nuevas prácticas médicas para tratar las diarreas permiten que los niños afectados continúen con su alimentación normal, con unas pocas excepciones. “Hay que fraccionar las comidas: en vez de darle de comer todo de una vez hay que hacerlo en varios momentos del día. De este modo, el chico no se satura y así se evitan los vómitos” explicó la profesional.
Bajo este método de segmentación de los alimentos, el chico puede comer prácticamente de todo lo que habitualmente come. Luego de la enfermedad, puede continuar ingiriendo todo tipo de alimentos siempre eligiendo en función de sus componentes nutritivos y con el criterio del fraccionamiento hasta que el chico recupere el peso previo a la diarrea.
En cambio, están contraindicadas las frituras, frutas y verduras crudas (por sus componentes fibrosos que aceleran el tránsito intestinal) así como las gaseosas, jugos, té de yuyos e infusiones similares y golosinas, ya que el exceso de azúcares tampoco es recomendable en estos casos.
RECOMENDACIONES:
Cómo actuar ante las diarreas:
SI:
-Continuar la lactancia materna.
-Alimentación habitual fraccionada (6 comidas al día), en pequeñas porciones.
-Darle más líquido
-Agua de red o agua hervida con el agregado de 2 gotas de lavandina cada litro.
-Llevarlo inmediatamente al centro de salud. Hemos observado una merma en el nivel de alarma; los chicos son llevados tarde a la consulta.
NO:
-Gaseosas y jugos.
-Tés caseros (yuyos e infusiones)
-Golosinas o comidas elaboradas fuera de casa.
-Edulcorantes o bebidas alcohólicas.
Cómo actuar ante las diarreas:
SI:
-Continuar la lactancia materna.
-Alimentación habitual fraccionada (6 comidas al día), en pequeñas porciones.
-Darle más líquido
-Agua de red o agua hervida con el agregado de 2 gotas de lavandina cada litro.
-Llevarlo inmediatamente al centro de salud. Hemos observado una merma en el nivel de alarma; los chicos son llevados tarde a la consulta.
NO:
-Gaseosas y jugos.
-Tés caseros (yuyos e infusiones)
-Golosinas o comidas elaboradas fuera de casa.
-Edulcorantes o bebidas alcohólicas.
SÍNTOMAS
Entre otros, estos son los signos que ameritan una consulta pediátrica urgente:
-El chico hace caca con sangre.
-No hace pis por mucho tiempo.
-Duerme más de lo acostumbrado.
-Tiene la boca seca.
-Llora sin lágrimas.
-No come.
Entre otros, estos son los signos que ameritan una consulta pediátrica urgente:
-El chico hace caca con sangre.
-No hace pis por mucho tiempo.
-Duerme más de lo acostumbrado.
-Tiene la boca seca.
-Llora sin lágrimas.
-No come.
PAUTAS DE PREVENCIÓN:
Las diarreas pueden producirse por infecciones a causa de alguna bacteria o virus o por contaminación con algún alimento ingerido. En ese sentido, los especialistas sugieren las siguientes medidas de prevención:
-Usar agua potable para beber y cocinar. También para lavar platos, cubiertos, y todo utensilio que se usa para la comida.
-Si hay dudas sobre la calidad del agua, ésta debe hervirse o colocarle dos gotas de lavandina por litro, media hora antes de beberla.
-Lavarse muy bien las manos con abundante agua y jabón después de ir al baño y antes de cocinar.
-Lavar frutas y verduras con agua limpia y cocinar la carne hasta que no esté rosada.
-Mantener los baños limpios, y la basura alejada de los alimentos y los niños.
Las diarreas pueden producirse por infecciones a causa de alguna bacteria o virus o por contaminación con algún alimento ingerido. En ese sentido, los especialistas sugieren las siguientes medidas de prevención:
-Usar agua potable para beber y cocinar. También para lavar platos, cubiertos, y todo utensilio que se usa para la comida.
-Si hay dudas sobre la calidad del agua, ésta debe hervirse o colocarle dos gotas de lavandina por litro, media hora antes de beberla.
-Lavarse muy bien las manos con abundante agua y jabón después de ir al baño y antes de cocinar.
-Lavar frutas y verduras con agua limpia y cocinar la carne hasta que no esté rosada.
-Mantener los baños limpios, y la basura alejada de los alimentos y los niños.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario