BUENOS AIRES, Marzo 03, (PUNTO CERO) "La presidenta ofreció un discurso directo y claro en donde hizo un balance de su primer año de gobierno, complementado con algunas reflexiones conceptuales acerca de la orientación de su gobierno frente a la crisis mundial y una auto alabanza sobre el proyecto que ella misma integra. No mucho más que eso en cuanto a lo noticioso y un señalamiento de lo que calificó como una deuda de la democracia: la revisión de la ley de radiodifusión con todo lo que eso sugiere.
Al respecto convendría concentrarse en algunos aciertos comunicacionales del evento:
1) No dio pasto a las fieras respecto a qué iba a hacer frente a Cobos. Lo saludo fríamente, pero mantuvo su conducta dentro de lo institucional, teniendo en cuenta toda el agua que ya corrió debajo del puente.
2) No hizo grandes anuncios. Si efectivamente nacionalizará el comercio exterior de granos, no tenía sentido que “quemase” la noticia un domingo por la mañana, teniendo en cuenta que el lunes lo que más interesa de los diarios es la sección deportes. O resaltaba el discurso, o daba la primicia. Sabiamente, optó por lo primero.
3) No fue extensa. Dada su locuacidad natural, al no usar un discurso leído, nadie podría decir que la intervención presidencial fue larga y aburrida.
4) Jugó el rol que más le gusta: la improvisación pautada, con sus consabidas reflexiones intelectuales, dentro de las que le gusta marcar la diferencia de cómo está atravesando la Argentina esta crisis comparada con la de 2001.Este tipo de discursos valen más por la repercusión periodística, que por la audiencia en directo, mucho más un domingo por la mañana ."
Al respecto convendría concentrarse en algunos aciertos comunicacionales del evento:
1) No dio pasto a las fieras respecto a qué iba a hacer frente a Cobos. Lo saludo fríamente, pero mantuvo su conducta dentro de lo institucional, teniendo en cuenta toda el agua que ya corrió debajo del puente.
2) No hizo grandes anuncios. Si efectivamente nacionalizará el comercio exterior de granos, no tenía sentido que “quemase” la noticia un domingo por la mañana, teniendo en cuenta que el lunes lo que más interesa de los diarios es la sección deportes. O resaltaba el discurso, o daba la primicia. Sabiamente, optó por lo primero.
3) No fue extensa. Dada su locuacidad natural, al no usar un discurso leído, nadie podría decir que la intervención presidencial fue larga y aburrida.
4) Jugó el rol que más le gusta: la improvisación pautada, con sus consabidas reflexiones intelectuales, dentro de las que le gusta marcar la diferencia de cómo está atravesando la Argentina esta crisis comparada con la de 2001.Este tipo de discursos valen más por la repercusión periodística, que por la audiencia en directo, mucho más un domingo por la mañana ."
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