(La Política On Line). El gobernador y su familia recibieron al multimillonario mexicano dueño de Telmex, quien pelea con el grupo Clarín por el control de Telecom. Se trata de un empresario excéntrico que, a contramano de la política kirchnerista, dice que la pobreza no se combate con dádivas ni bolsones de comida, sino creando empleo.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, abrió el quincho de su casa La Ñata en Benavídez (Tigre), sobre el río Luján, para recibir a uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, dueño de Telmex, o sea de la telefónica Claro, a quien le brindó un asado junto a Karina Rabolini y su hija Lorena, informa Ámbito Financiero.
Slim está considerado -lo dice Bill Clinton- como el filántropo más importante del mundo y desarrolla tareas con gente de su nivel. Por ejemplo, ha promovido ya varios congresos secretos de millonarios de América Latina, a quienes intenta comprometer en tareas a favor de los pobres. No se despega de estrellas como Shakira, a quien ayuda en su fundación Alas, y desarrolla argumentos que podrían irritar a los populistas criollos como que la pobreza no se combate con dádivas ni bolsones de comida, sino creando empleo.
Scioli busca adaptar al lenguaje del kirchnerismo supérstite esas consignas que, si las hiciera suyas, entraría en contradicción con el populismo de mercado que despliega el Gobierno nacional.
Slim no dijo nada del motivo del viaje a Buenos Aires, y explica las reuniones que mantendrá: su interés en las acciones de Telecom que están en manos de Telecom Italia, trámite enredado como pocos. Allí pelea mano a mano con el grupo Clarín.
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