miércoles, octubre 14, 2009

La batalla por cargos en la Legislatura hace explotar la oposición porteña.

(La Política OnLIne). Se trata de la estratégica vicepresidencia segunda, que permitirá quedar a cargo del Poder Legislativo cuando Macri se ausente. Ofrece además una interesante caja chica y una buena nómina para asesores. Qué nombres se barajan, la pelea de Proyecto Sur y las ansias kirchneristas.
Las internas en la oposición porteña prometen agudizarse hacia el 10 de diciembre. El tema en cuestión es la sucesión de la Legislatura, en especial la pelea es por la vicepresidencia segunda, cargo que ocupa históricamente la segunda fuerza del cuerpo legislativo.

Según pudo saber LPO, ya se anotaron cinco candidatos para esa silla y la batalla promete ser dura.

La vicepresidencia segunda es un lugar estratégico, en especial en la próxima Legislatura. En primer lugar porque quien se siente en ella tendrá a cargo “la casa” en muchas oportunidades ya que si Mauricio Macri entra en campaña en 2011, será el viceprimero quien ocupe la jefatura de gobierno en ausencia del ex presidente de Boca.

En segundo lugar, desde 2003 posee una nada despreciable caja chica y además permite contratar el doble de asesores que cualquier legislador llano. Por supuesto, también quien la ocupe tendrá un lugar institucional en el manejo de cuestiones burocráticas y administrativas.

El cargo actualmente es ocupado por Juan Manuel Olmos, titular del PJ y hombre del sindicato de porteros (Suterh), quien suele ser clave para alcanzar mayorías parlamentarias.

Los candidatos
El primero que aparece en la lista de aspirantes es Diego Kravetz, quien actualmente ostenta un bloque con cuatro legisladores más, y quien fuera presidente de un bloque kirchnerista muy poderoso. Sin embargo, si bien tiene mandato hasta 2011, los otros se irán a fin de año.

En la Legislatura dicen que en los pasillos repite que tiene los votos del PJ, de la UCR y del PRO, que podría incentivar su candidatura dados los buenos oficios para votar leyes que necesita el Ejecutivo.

Por otro lado, Proyecto Sur tiene dos pre - candidatos: el legislador Martín Hourest y el electo Julio Raffo. El economista es el candidato natural. Es quien tiene el “know how” de la Legislatura, inclusive les dio consejos a los electos, y aporta la experiencia de dos años en Perú 160.

En cambio, Raffo cuenta con ser el hombre de mayor confianza de Pino Solanas. Fue su productor en sus películas y es amigo personal del cineasta.

Proyecto Sur contará desde el 10 de diciembre con nueve legisladores (ocho electos más Hourest) y será la segunda fuerza. Con eso, creen, tendrían derecho a hacerse cargo de la vicesegunda.

Otro candidato que ronda los pasillos es Sergio Abrevaya de la Coalición Cívica. El diputado, mano derecha de Enrique Olivera desde hace por lo menos 10 años, no será presidente del bloque (el lugar está reservado para la cabeza de lista y “lilito” Fernando Sánchez), y podría recalar allí. Según cuentan en la CC el cálculo que hacen es que el socialismo (con Julián D´Ángelo) los acompañará en la cruzada a partir de un interbloque y que por eso serían la segunda minoría también con nueve legisladores.

Un último candidato se desprende: el ex jefe de gabinete de Aníbal Ibarra y funcionario de Jorge Telerman, Raúl Fernández. El “colorado” es impulsado por los independientes como opción que logre nuclear a otras fuerzas dispersas para lograr la mayoría necesaria. Con amplia experiencia, Fernández tiene una muy buena relación con el macrismo y ha colaborado activamente para la sanción de leyes clave para el PRO.

Lo cierto es que el oficialismo todavía no tiene una decisión tomada. En principio en Proyecto Sur analizan que si no se les da la vicepresidencia segunda podrían no votar a la persona elegida por Macri como vicepresidente primero (seguramente Oscar Moscariello).

Sin embargo en el PRO temen por la posibilidad de que la “auditoria permanente” que prometen en las huestes de Pino se pueda desbandar con semejante cargo. “Imagínate que uno de ellos quede a cargo de la Legislatura y encuentre irregularidades con los empleados contratados, sería una crisis institucional por minuto”, razona un legislador opositor que conoce las negociaciones.

Como sea, la guerra está abierta y puede ser muy dura ya que la paridad de bancas entre las fuerzas opositoras será notoria. A tal punto que hasta María José Lubertino se dio el gusto de soñar con la vicesegunda.

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