(La Política OnLine). El intendente de La Plata tiene una alianza con el piquetero Emilio Pérsico que controla los planes de trabajo que recibe la comuna. La oposición denuncia manejos clientelares y la constitución de cooperativas truchas, como mecanismo de financiación política. Aparecen involucrados dirigentes del bruerismo como el vicepresidente del Concejo Deliberante, Germán Céspedes. La estafa a los integrantes de la Nación Toba.
El escándalo de las cooperativas que sacudió la gestión del kirchnerista Rubén Darío Giustozzi en Almirante Brown, tiene un punto de encuentro con la situación actual de la ciudad de La Plata.
Es que tanto el trabajo precario denunciado en el partido del Conurbano como la utilización de estos planes de trabajo como un mecanismo del denominado “clientelismo” político, se reproducen de igual forma en la ciudad de las diagonales, como denunció la oposición a La Política Online.
Al igual que en el distrito del Conurbano, en La Plata el escándalo involucra a funcionarios alineados con el Movimiento Evita que conduce el piquetero Emilio Pérsico, a la sazón, funcionario de Desarrollo Social de Alicia Kirchner. La presencia de esta fuerza política en el Ejecutivo platenese tiene su explicación.
El intendente de la capital provincial, Pablo Bruera, pudo destronar a Julio Alak en 2007 gracias a una serie de alianzas que fue tejiendo en su campaña, puesto que el aparato kirchnerista lo copaban su antecesor y el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto, también candidato a intendente.
Una de esas alianzas fue y sigue siendo la que Bruera estableció con el Movimiento Evita de Pérsico. Eso le permitió al intendente tener el apoyo de una de las organizaciones sociales más populosas de la provincia a cambio de cargos estratégicos en el Ejecutivo y de bancas en el Concejo Deliberante.
Como explicó este medio, Pérsico es funcionario del ministerio que conduce Alicia Kirchner y no sólo es conocido por la tradicional heladería que lleva su apellido sino por tener las principales acciones en el sistema de las cooperativas de trabajo, a lo largo de toda la provincia, esencialmente en el Conurbano y en La Plata, donde de un total de 70 cooperativas, unas 37 pertenecen a su fuerza política, como dijeron fuentes del bruerismo a La Política Online –aunque hasta en los medios ha trascendido que en realidad maneja unas 58-.
El escándalo de las cooperativas que sacudió la gestión del kirchnerista Rubén Darío Giustozzi en Almirante Brown, tiene un punto de encuentro con la situación actual de la ciudad de La Plata.
Es que tanto el trabajo precario denunciado en el partido del Conurbano como la utilización de estos planes de trabajo como un mecanismo del denominado “clientelismo” político, se reproducen de igual forma en la ciudad de las diagonales, como denunció la oposición a La Política Online.
Al igual que en el distrito del Conurbano, en La Plata el escándalo involucra a funcionarios alineados con el Movimiento Evita que conduce el piquetero Emilio Pérsico, a la sazón, funcionario de Desarrollo Social de Alicia Kirchner. La presencia de esta fuerza política en el Ejecutivo platenese tiene su explicación.
El intendente de la capital provincial, Pablo Bruera, pudo destronar a Julio Alak en 2007 gracias a una serie de alianzas que fue tejiendo en su campaña, puesto que el aparato kirchnerista lo copaban su antecesor y el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto, también candidato a intendente.
Una de esas alianzas fue y sigue siendo la que Bruera estableció con el Movimiento Evita de Pérsico. Eso le permitió al intendente tener el apoyo de una de las organizaciones sociales más populosas de la provincia a cambio de cargos estratégicos en el Ejecutivo y de bancas en el Concejo Deliberante.
Como explicó este medio, Pérsico es funcionario del ministerio que conduce Alicia Kirchner y no sólo es conocido por la tradicional heladería que lleva su apellido sino por tener las principales acciones en el sistema de las cooperativas de trabajo, a lo largo de toda la provincia, esencialmente en el Conurbano y en La Plata, donde de un total de 70 cooperativas, unas 37 pertenecen a su fuerza política, como dijeron fuentes del bruerismo a La Política Online –aunque hasta en los medios ha trascendido que en realidad maneja unas 58-.
La complicidad
La Política Online dialogó con quien más denunció irregularidades en el tema de las cooperativas en los últimos años, el concejal y diputado electo del Acuerdo Cívico y Social, Oscar Negrelli.
El concejal explicó a este medio que en La Plata no hay cooperativas independientes, “formadas por trabajadores que eligen sus autoridades, donde hay un estatuto, donde se generan vínculos laborales con el Estado o los privados”.
“Lamentablemente con la complicidad Bruera y de la Dipac (Dirección Provincial de Acción Cooperativa de la Provincia de Buenos Aires) y por ende la complicidad de Daniel Scioli, las cooperativas son fachadas de movimientos políticos o de empleados en negro del Estado municipal”, indicó Negrelli.
El clientelismo
“El primer punto tiene que ver con la falsedad ideológica de las cooperativas, que no encierran la posibilidad de darle trabajo a desocupados a través de una acción cooperativista sino que promueven el trabajo en negro; bajo la fachada de la cooperativa los trabajadores están en las peores condiciones laborales que puede estar cualquier trabajador”, asestó Negrelli.
“El otro punto tiene que ver con algunos actores como el Movimiento Evita que termina utilizando las cooperativas como gran caja de financiamiento, para el reclute de militancia, en términos de si no compartís los actos o las movilizaciones políticas te dejan sin laburo”, explicó Negrelli.
El concejal dijo a este medio que el respaldo político se cambia por convenios o contratos en cooperativas, prácticamente lo mismo que denunció la senadora nacional Hilda “Chiche” Duhalde días atrás, luego de una nota de La Política Online.
“Trabajadores de cooperativas que maneja el Movimiento Evita fueron cesanteados, algo muy raro ya que no se puede echar a nadie de una cooperativa si no es por asamblea, por no ir al acto de Cristina Kirchner en Salta, por ejemplo”, denunció el concejal.
Pero el escándalo excede al Movimiento Evita y golpea muy cerca del depacho del intendente Bruera. Negrelli denunció en su momento a la cooperativa “Melchor Limitada”, adjudicada al vicepresidente del Concejo Deliberante, el bruerista Germán Céspedes. “A la gente se le da un recibo sin ninguna firma de 400 u 800 pesos en concepto de adelanto por futuras liquidaciones con lo cual no hay ningún respaldo legal que tenga que ver con un recibo de sueldo, con un empleador responsable”, acusó el edil.
Negrelli quiso denunciar esta situación en su momento, pero durante la sesión en la que intentó elevar un pedido de informes, recibió un escandaloso ataque de un grupo que se relacionó en su momento con el bruerismo, que le arrojó huevos en pleno recinto.
La Política Online dialogó con quien más denunció irregularidades en el tema de las cooperativas en los últimos años, el concejal y diputado electo del Acuerdo Cívico y Social, Oscar Negrelli.
El concejal explicó a este medio que en La Plata no hay cooperativas independientes, “formadas por trabajadores que eligen sus autoridades, donde hay un estatuto, donde se generan vínculos laborales con el Estado o los privados”.
“Lamentablemente con la complicidad Bruera y de la Dipac (Dirección Provincial de Acción Cooperativa de la Provincia de Buenos Aires) y por ende la complicidad de Daniel Scioli, las cooperativas son fachadas de movimientos políticos o de empleados en negro del Estado municipal”, indicó Negrelli.
El clientelismo
“El primer punto tiene que ver con la falsedad ideológica de las cooperativas, que no encierran la posibilidad de darle trabajo a desocupados a través de una acción cooperativista sino que promueven el trabajo en negro; bajo la fachada de la cooperativa los trabajadores están en las peores condiciones laborales que puede estar cualquier trabajador”, asestó Negrelli.
“El otro punto tiene que ver con algunos actores como el Movimiento Evita que termina utilizando las cooperativas como gran caja de financiamiento, para el reclute de militancia, en términos de si no compartís los actos o las movilizaciones políticas te dejan sin laburo”, explicó Negrelli.
El concejal dijo a este medio que el respaldo político se cambia por convenios o contratos en cooperativas, prácticamente lo mismo que denunció la senadora nacional Hilda “Chiche” Duhalde días atrás, luego de una nota de La Política Online.
“Trabajadores de cooperativas que maneja el Movimiento Evita fueron cesanteados, algo muy raro ya que no se puede echar a nadie de una cooperativa si no es por asamblea, por no ir al acto de Cristina Kirchner en Salta, por ejemplo”, denunció el concejal.
Pero el escándalo excede al Movimiento Evita y golpea muy cerca del depacho del intendente Bruera. Negrelli denunció en su momento a la cooperativa “Melchor Limitada”, adjudicada al vicepresidente del Concejo Deliberante, el bruerista Germán Céspedes. “A la gente se le da un recibo sin ninguna firma de 400 u 800 pesos en concepto de adelanto por futuras liquidaciones con lo cual no hay ningún respaldo legal que tenga que ver con un recibo de sueldo, con un empleador responsable”, acusó el edil.
Negrelli quiso denunciar esta situación en su momento, pero durante la sesión en la que intentó elevar un pedido de informes, recibió un escandaloso ataque de un grupo que se relacionó en su momento con el bruerismo, que le arrojó huevos en pleno recinto.
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