(Inforegión). Un colectivero de la región otra vez fue blanco de un hecho delictivo. Se trata de Ángelo Selarrayán, un chofer de la línea 501 de Monte Grande que debió ser intervenido quirúrgicamente, luego de que un grupo de asaltantes intentara apuntarle los dedos de una mano para robarle sus pertenencias y la recaudación. Tras el violento episodio desde la Jefatura Distrital de Esteban Echeverría se comprometieron a “intensificar los controles en la zona”. Sus compañeros, en tanto, realizaron un paro de actividades para exigir seguridad.
El violento asalto a un colectivero de la línea 501 de Monte Grande, que debió ser intervenido quirúrgicamente luego de que un grupo de asaltantes intentara apuntarle los dedos de una mano, reavivó el pedido de mayor seguridad por parte de los choferes de transporte público. Tras el robo, sus compañeros interrumpieron ayer el servicio durante cuatro horas.
En tanto, delegados de la empresa se reunieron con el titular de la Jefatura Distrital de Esteban Echeverría, inspector Javier Hermida, quien se comprometió a “intensificar los controles en la zona”.
“Nos reunimos con Hermida para pedirle más patrullajes en los recorridos porque realmente tenemos miedo de salir a trabajar. Nos subimos al coche y no sabemos si volvemos, no podemos seguir con esa presión. Se comprometieron a intensificar los controles en los puntos más peligrosos de los trayectos”, señaló Carlos Mercau, delegado de la empresa. Y agregó: “Realizamos un paro en los primeros servicios de la mañana, para brindarle nuestro apoyo simbólico al compañero herido”.
Por otra parte, detallaron que “los últimos servicios de la noche y los primeros de la mañana” son los más castigados por la inseguridad.
“El primer colectivo parte a las 3.15 y los robos a esas unidades son una constante; lo mismo ocurre con los últimos servicios. Los fines de semana padecemos los conflictos que se generan a la salida de los bailes, a la madrugada están las picadas que se corren en las avenidas y, a lo largo del trayecto, nos topamos con una infinidad de descampados en los que se esconden los asaltantes”, destacó Mercau, en diálogo con Info Región. Y sostuvo: “Somos 400 trabajadores y hay 130 unidades, es por eso que no pretendemos tener un patrullero siguiendo cada colectivo, pero se necesitan más patrullajes”.
En tanto, advirtieron que durante el 2009, dos compañeros fueron baleados en intentos de robo, mientras que otros fueron víctimas de delitos menores.
“No es el primer hecho de estas características. El año pasado dos compañeros fueron baleados y muchos otros fueron asaltados en su lugar de trabajo. Necesitamos realizar nuestras tareas seguros, para no arriesgar nuestras vidas con cada salida”, destacó el delegado, ante la consulta de este medio.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer, cuando Ángelo Selarrayán, de 24 años, que conducía el colectivo de la línea 501, interno 4, fue interceptado por un grupo de asaltantes que le exigieron sus pertenencias y el dinero de la recaudación.
Ante la resistencia de Selarrayán, los ladrones, que continúan prófugos, le efectuaron un profundo corte en la mano derecha, que le afectó un tendón.
El crimen se vincula con el hecho ocurrido en Wilde, cuando un chofer de la línea 275 murió de un infarto, luego de que cuatro adolescentes lo golpearan brutalmente para apoderarse del dinero de la máquina recaudadora.
El violento asalto a un colectivero de la línea 501 de Monte Grande, que debió ser intervenido quirúrgicamente luego de que un grupo de asaltantes intentara apuntarle los dedos de una mano, reavivó el pedido de mayor seguridad por parte de los choferes de transporte público. Tras el robo, sus compañeros interrumpieron ayer el servicio durante cuatro horas.
En tanto, delegados de la empresa se reunieron con el titular de la Jefatura Distrital de Esteban Echeverría, inspector Javier Hermida, quien se comprometió a “intensificar los controles en la zona”.
“Nos reunimos con Hermida para pedirle más patrullajes en los recorridos porque realmente tenemos miedo de salir a trabajar. Nos subimos al coche y no sabemos si volvemos, no podemos seguir con esa presión. Se comprometieron a intensificar los controles en los puntos más peligrosos de los trayectos”, señaló Carlos Mercau, delegado de la empresa. Y agregó: “Realizamos un paro en los primeros servicios de la mañana, para brindarle nuestro apoyo simbólico al compañero herido”.
Por otra parte, detallaron que “los últimos servicios de la noche y los primeros de la mañana” son los más castigados por la inseguridad.
“El primer colectivo parte a las 3.15 y los robos a esas unidades son una constante; lo mismo ocurre con los últimos servicios. Los fines de semana padecemos los conflictos que se generan a la salida de los bailes, a la madrugada están las picadas que se corren en las avenidas y, a lo largo del trayecto, nos topamos con una infinidad de descampados en los que se esconden los asaltantes”, destacó Mercau, en diálogo con Info Región. Y sostuvo: “Somos 400 trabajadores y hay 130 unidades, es por eso que no pretendemos tener un patrullero siguiendo cada colectivo, pero se necesitan más patrullajes”.
En tanto, advirtieron que durante el 2009, dos compañeros fueron baleados en intentos de robo, mientras que otros fueron víctimas de delitos menores.
“No es el primer hecho de estas características. El año pasado dos compañeros fueron baleados y muchos otros fueron asaltados en su lugar de trabajo. Necesitamos realizar nuestras tareas seguros, para no arriesgar nuestras vidas con cada salida”, destacó el delegado, ante la consulta de este medio.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer, cuando Ángelo Selarrayán, de 24 años, que conducía el colectivo de la línea 501, interno 4, fue interceptado por un grupo de asaltantes que le exigieron sus pertenencias y el dinero de la recaudación.
Ante la resistencia de Selarrayán, los ladrones, que continúan prófugos, le efectuaron un profundo corte en la mano derecha, que le afectó un tendón.
El crimen se vincula con el hecho ocurrido en Wilde, cuando un chofer de la línea 275 murió de un infarto, luego de que cuatro adolescentes lo golpearan brutalmente para apoderarse del dinero de la máquina recaudadora.
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