lunes, febrero 15, 2010

Nosiglia y Macri chocan por los negocios de la ObSBA con el Güemes

(La Política OnLIne). La gestión del macrista Carlos Regazzoni al frente de la obra social de los municipales generó un impensado conflicto entre el poderoso operador radical y le jefe de gobierno porteño. Se cruzan en la pelea acusaciones de sobrefacturación de servicios y atraso en el pago a proveedores.
Mauricio Macri recibió días atrás un reclamo inesperado, el mítico operador radical Enrique “Coti” Nosiglia protestaba porque aparentemente la poderosa obra social de los municipales (ObSBA) estaba discriminando al Sanatorio Güemes en la contratación de servicios. No es un secreto que Nosiglia es uno de los dueños de esta famosa clínica de la avenida Córdoba, en eterna refacción.

El chispazo esconde sin embargo una seria de opacidades en el manejo de los recursos de la recientemente normalizada ObSBA que podrían provocarle a la gestión macrista un nuevo escándalo. Es que según confirmaron fuentes de la obra social a La Política Online el “módulo” que la ObSBA paga por cada paciente derivado al Sanatorio Güemes es largamente superior al que cobran clínicas de mayor calidad prestacional.

Directivos del sanatorio negaron la imputación en diálogo con La Política Online y señalaron que apenas cobran alrededor de 1.200 pesos por cama, bastante menos, afirmaron que otros prestadores como el Hospital Italiano o el Británico.

La Política Online también consultó sobre esta polémica a Regazzoni, quien a través de sus voceros afirmó que “no conozco a Nosiglia” y explicó que todo el problema con el Güemes es porque “se atrasaron unos pagos”.

La propia explicación revela uno de los problemas que enfrenta la actual administración de la normalizada ObSBA, el atraso en los pagos y el desorden administrativo lo que ya derivó en varios juicios millonarios y expone a la obra social al riesgo de embargos.

Es que luego de estar poco más de un año intervenida, se decidió regresar al esquema original de co-gobierno entre los sindicatos (médicos y empleados municipales) y funcionarios del Ejecutivo porteño, que hoy integran un directorio de 12 miembros, en el que las luchas internas terminan paralizando la gestión.

Lo curioso es que las fuentes del Sanatorio Güemes contradijeron la explicación de Regazzoni y señalaron que el pago efectivamente se hizo y fue excepcional. "Se trataba una deuda de másd e un millón por las camas fijas que el Sanatorio puso a disposición de la Ciudad durante la epidemia de la Gripe A, que por la complejidad salían mas caras", explicaron.

Sin embargo, la situación con el Güemes no sería tan sencilla como intenta explicar la administración de Regazzoni, un médico que ensayó una frustrada candidatura por el PRO a intendente de Pilar y ahora aspira a reemplazar a Jorge Lemus en el Ministerio de Salud.

Fuentes de la ObSBA confirmaron a La Política Online que el escándalo estalló cuando el directorio tomó conocimiento que la gestión de Regazzoni estaba intentando concretar un pago al sanatorio de Nosiglia superior al millón de pesos. Esto motivó que se trabara el desembolso y de ahí el llamado del operador radical al jefe de Gobierno.

Los voceros del funcionario macrista afirmaron a este medio que ese importe no tiene nada de irregular: “se trata apenas de lo que nos suele facturar el Güemes cada cuatro meses” y sobre las denuncias de sobreprecios se limitaron a decir que el precio que se le paga a este sanatorio por cama ocupada “es el del mercado”. Sin embargo, esta no sería la percepción del personal de línea de la ObSBA que en muchos casos se niegan a convalidar con su firma los precios acordados con este sanatorio.

De hecho, en el directorio de la obra social en el que crecen las sospechas por cierto favoritismo hacia este sanatorio. Es que supuestamente la obra social está desrregulada –fue una de las promesas centrales del propio Macri cuando la intervino-, pero hoy en los hechos ese proceso está frenado por una maraña de requisitos administrativos.

“La desregulación es un chiste, cuando un paciente quiere ir al Británico o el Hospital Italiano, no lo pueden hacer directamente tienen que pedir una autorización y curiosamente nunca hay lugar ¿Qué pasa entonces? Los mandan al Güemes”, reveló una de las fuentes consultadas.

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