El Director de Educación de la provincia fue uno de los miembros del Gabinete bonaerense que el lunes participó de la cena que hizo el kirchnerismo de La Plata, enemistado con el intendente Pablo Bruera. Con domicilio en la capital provincial, desde ese momento se lo mencionó como posible candidato a sucederlo. “Capaz que alguno piensa en mí porque soy ministro hace muchos años y debo ser una de las posibilidades”, especuló ante LPO.
Aunque la semana próxima comenzará otra nueva tensa negociación salarial con los docentes, el director de Educación bonaerense Mario Oporto es noticia por otro tema.
Tras participar en la cena que funcionarios provinciales y nacionales hicieron como demostración de poder ante el díscolo intendente Pablo Bruera, su nombre empezó a circular como posible aspirante a sucederlo.
Incluso, trascendió que el ministro de Justicia Julio Alak, principal promotor de esa cena, intentó convencerlo ahí mismo para que se embarque en esa empresa.
En diálogo con La Política Online, Oporto le bajó el tono a esas versiones, aunque aclaró que en su momento “ocupará el lugar que sea mejor para el proyecto”.
-¿El sciolismo lo eligió a usted para que sea candidato a intendente de La Plata en 2011?
-Falta mucho. Son rumores y yo tengo la cabeza en otro tema, en el lunes con los gremios. No me animo a hablar de esas cosas, porque no es momento. Hace muy poco que estoy en la política platense, por lo que es un apresuramiento decir cosas como esas.
-¿Pero es cierto que Julio Alak trató de convencerlo de que sea candidato contra Pablo Bruera?
-Nadie me trató de convencer. Capaz que alguno piensa en mí porque soy ministro hace muchos años y debo ser una de las posibilidades, pero no es un tema del cual me ocupe ahora. Todavía falta mucho para el 2011 y hay que hacer un buen 2010 para pensar en esas cosas.
-Si tuviera la posibilidad de elegir, ¿sería intendente de La Plata o de Morón? (Oporto es oriundo de Morón, donde incluso fue el presidente del PJ local)
-Yo tengo dos inconvenientes. Una es que en Morón no vivo más desde hace seis años, que es mucho tiempo. Y hace seis años que vivo en La Plata, que es poco (risas). Hay muchos compañeros militantes en La Plata, con mucha trayectoria. Con estas cosas hay que ser muy cuidadoso y muy respetuoso de lo que vienen haciendo otros. Yo hago un esfuerzo por no pensar la política basada en qué voy a hacer yo la próxima elección, sino en qué va a pasar con un proyecto de país. Después uno ocupará el lugar que sea mejor para el proyecto y capaz que uno no ocupa ningún lugar.
-Dice entonces que el proyecto está antes que las personas…
-De eso yo no tengo dudas. La política como especulación de éxito personal nos ha llevado a grandes fracasos. Una de las mayores crisis que vive la política es que pesó mucho el proyecto como especulación personal, entonces si un político no puede ir en una lista de un partido se va a otro, aunque piense exactamente lo opuesto.
La política es un proyecto colectivo. A mí a veces me da timidez pensar en el lanzamiento de candidaturas, porque una candidatura tiene que ser producto del consenso de un grupo y no de la voluntad personal de uno. Tampoco hay que escaparle a la responsabilidad si los compañeros de uno lo proponen.
-¿Es decir que si el sciolismo decidiera que usted fuera candidato no se negaría?
-Falta mucho tiempo y no hace tanto que estoy en La Plata, aunque hace muchos años que trabajo en la ciudad (desde 1998). De todas maneras, el peronismo platense tiene una historia mucho más rica y larga que la mía.
Aunque la semana próxima comenzará otra nueva tensa negociación salarial con los docentes, el director de Educación bonaerense Mario Oporto es noticia por otro tema.
Tras participar en la cena que funcionarios provinciales y nacionales hicieron como demostración de poder ante el díscolo intendente Pablo Bruera, su nombre empezó a circular como posible aspirante a sucederlo.
Incluso, trascendió que el ministro de Justicia Julio Alak, principal promotor de esa cena, intentó convencerlo ahí mismo para que se embarque en esa empresa.
En diálogo con La Política Online, Oporto le bajó el tono a esas versiones, aunque aclaró que en su momento “ocupará el lugar que sea mejor para el proyecto”.
-¿El sciolismo lo eligió a usted para que sea candidato a intendente de La Plata en 2011?
-Falta mucho. Son rumores y yo tengo la cabeza en otro tema, en el lunes con los gremios. No me animo a hablar de esas cosas, porque no es momento. Hace muy poco que estoy en la política platense, por lo que es un apresuramiento decir cosas como esas.
-¿Pero es cierto que Julio Alak trató de convencerlo de que sea candidato contra Pablo Bruera?
-Nadie me trató de convencer. Capaz que alguno piensa en mí porque soy ministro hace muchos años y debo ser una de las posibilidades, pero no es un tema del cual me ocupe ahora. Todavía falta mucho para el 2011 y hay que hacer un buen 2010 para pensar en esas cosas.
-Si tuviera la posibilidad de elegir, ¿sería intendente de La Plata o de Morón? (Oporto es oriundo de Morón, donde incluso fue el presidente del PJ local)
-Yo tengo dos inconvenientes. Una es que en Morón no vivo más desde hace seis años, que es mucho tiempo. Y hace seis años que vivo en La Plata, que es poco (risas). Hay muchos compañeros militantes en La Plata, con mucha trayectoria. Con estas cosas hay que ser muy cuidadoso y muy respetuoso de lo que vienen haciendo otros. Yo hago un esfuerzo por no pensar la política basada en qué voy a hacer yo la próxima elección, sino en qué va a pasar con un proyecto de país. Después uno ocupará el lugar que sea mejor para el proyecto y capaz que uno no ocupa ningún lugar.
-Dice entonces que el proyecto está antes que las personas…
-De eso yo no tengo dudas. La política como especulación de éxito personal nos ha llevado a grandes fracasos. Una de las mayores crisis que vive la política es que pesó mucho el proyecto como especulación personal, entonces si un político no puede ir en una lista de un partido se va a otro, aunque piense exactamente lo opuesto.
La política es un proyecto colectivo. A mí a veces me da timidez pensar en el lanzamiento de candidaturas, porque una candidatura tiene que ser producto del consenso de un grupo y no de la voluntad personal de uno. Tampoco hay que escaparle a la responsabilidad si los compañeros de uno lo proponen.
-¿Es decir que si el sciolismo decidiera que usted fuera candidato no se negaría?
-Falta mucho tiempo y no hace tanto que estoy en La Plata, aunque hace muchos años que trabajo en la ciudad (desde 1998). De todas maneras, el peronismo platense tiene una historia mucho más rica y larga que la mía.
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